Clásica sitcom chilena, que duro mucho tiempo, mucho, mucho tiempo, hasta el punto que cuando finalmente fue cancelada mucha gente se sorprendió de que aun siguieran haciendo capítulos nuevos –a lo que sin duda ayudaba lo barato que debía salir cada capítulo-, aunque solo dos o tres actores del elenco original continuaban. Recuerdo que era una tradición familiar –de la mía y de muchas otras- a principios de los noventas sentarse cada día a ver Los Venegas y sus disparatas aventuras, con personajes como la Yoya –la abuela- la vecina metiche de largo cuello apodada “la jirafa”, etc., en historias donde no solo no existían celulares sino que el tener un teléfono fijo era un artículo de lujo para muchas familias.

Un thriller de acción y suspenso, mesclado con algunas gotas de erotismo. Además de sus comprensibles ambiciones comerciales este film pretende ser una especie de critica a la hipocresía de la clase alta chilena y una exploración de su lado oscuro, una intención muy válida, pero que por desgracia termina totalmente empantanada con un guion mediocre a malo, con actuaciones igualmente mediocres a malas –y hay buenos actores aquí, por lo cual la responsabilidad es del director- y personajes planos e incoherentes. Una lástima, pero al final lo más destacable terminan siendo las escenas de sexo, pero son pocas y pobres, otra deficiencia mas en este thriller erótico mal planteado y planeado.

Con la mejor amiga de Hanna Montana como protagonista –una protagonista guapa y rozagante, felizmente alejada de la delgadez excesiva de tantas modelos y actrices- esta sitcom es bastante aceptable, entretenida, con ocasionales buenos chistes y una protagonista guapa y simpática, mientras que el resto de los personajes son bastante planos, sin gracia y tocando una sola tecla. Le falta gracia y a la mayoría de los personajes les falta carisma, esto es muy subjetivo y cuestión de gustos, pero no alcanza a los niveles de comicidad de una The Big Bang Theory, para compararla con una serie popular hoy en día.

Me refiero con esto a que el creador de esta serie –o mejor dicho, de la versión más moderna ya que se trata prácticamente de un remake- tiene series mejores como La Ley y el Orden: UVE. Con el protagonismo del que siempre recordaremos como el perdedor Al Bundy de matrimonio con hijos, no es una serie mala pero no entusiasma particularmente, le falta a veces el ritmo, la tensión y el drama que otras series de la franquicia La Ley y el Orden tienen, y los personajes no son particularmente carismáticos, partiendo por el propio Dragnet.

Se deja ver.

Entretenida serie con una guapa protagonista femenina, que se permite ser real –es decir, imperfecta- en vez de ser un aburrido estereotipo de supermujer 100% perfecta y que no comete errores y que no necesita a ningún hombre en su vida. Vale la pena ver esta serie, a pesar de que duro muy poco y no alcanzo a desarrollar ningún arco argumental más largo, aunque visto su final abrupto fue sin duda lo mejor.