La sensación que me ha dejado The Artist en general es más que notable.

Me ha gustado la historia, que muchos tildarán de simple y aburrida y que me parece genial, correcta y sencilla. Me ha sabido trasmitir belleza, amor, nostalgia y pasión por el cine.

Me ha encandilado la música y la no música, los silencios precisos.

Me han fascinado los números de baile, su coreografía, su armonía y su correcta ejecución.

Me he enamorado de esta chica del lunar y sobre todo de su sonrisa, junto a lo bien que da delante de la cámara, como baila, como se mueve y como inunda la pantalla.

También me ha gustado el galán de cine mudo y su forma de gesticular como antaño, su porte y su sonrisa, su saber estar en la cima y la agonía de su decadencia.

Me ha gustado el perro, el mejor amigo del hombre y del protagonista, su salvador y compañero infatigable, ángel custodio a la sombra del artista y ejemplo puro de la amistad en la adversidad.

Y me ha gustado todo, la ambientación, la puesta en escena, los decorados, la fotografía, que sea cine dentro del cine, los secundarios, la duración, etc, etc, etc.

Por todo esto y mucho más recomiendo ver esta película, simple, sencilla y muy entretenida. A todos los que aman el cine les encantara.

Tranquilidad y buenos alimentos, paciencia y no desesperar. Atmen fluye lentamente, muy muy lentamente. La historia va a ir avanzando paso a paso, pero sin prisas, igual que Roman, parco en palabras, introvertido y lento en sus respuestas y movimientos. Nada le importa. Todo en Roman va a estar mediatizado por la muerte, y esta va a ser la que le va a ayudar a avanzar en su camino. Le va a costar, pero sin esfuerzo lo va a conseguir. No llegara a ser instructor de buceo, o al menos de momento no, pero la muerte le va a ayudar a poner fin a otra muerte que se desvelará al final del film. Incluso hasta va a hacer amigos, y sobre todo algo muy importante: Roman va a aprender a hacerse el nudo de la corbata.

Bravo Roman, el sistema judicial austriaco confía en ti.

Espero que disfruten más de este film que yo. No le quito su mérito: la simplicidad de diálogos no impide que el hilo narrativo avance a trompicones, pero al final avanza, con un personaje introvertido y ensimismado en si mismo, carente de afecto, abandonado y sólo. Una película cuesta arriba en todo momento, para el personaje principal y para el espectador. Otro punto a su favor es el didáctico, pues nos enseña como funciona una funeraria, como se viste a un cadáver y muy gráficamente como hacer un nudo de corbata perfecto.

Diáfana, sencilla y educativa.

Recuerdo que hace más de 25 años vi "El imperio de los sentidos" y mi escasa formación literaria y cinéfila no me permitió apreciar con detalle las excelencias de este film tan notablemente aclamado en Cannes y durante mucho tiempo película de culto.

En la actualidad procedo a un nuevo visionado del film y mi opinión tras terminar de ver la película es de "bodrio". Reconozco que en su momento debía ser la leche en bote ver esta película, cópula continua de una pareja de nipones; novedad y exotismo era lo que trasmitía Oshima con tanto jincamiento, penes erectos, felaciones y "Ai si corrida" en la boca de la delectable japonesita. La película deja de ser obscena desde el principio pues es más de lo mismo todo el tiempo.

La historia narra la obsesión del amor en estado puro, tamizada con pasión sexual a troche y moche en un ejercicio maratoniano de sexo que llegaría a aburrir al más pintado.

Me reitero en lo de bodrio, aún así le casco un cinco por la novedad en su momento y por la felación de marras, que a todo hay que darle su mérito.