Este título es su canto y lo que cuenta la película en general. Es el espectáculo bohémio por excelencia, el espectáculo que quisiéramos vivir todos y... ¿es que hay algo más importante que su canto: libertad, belleza, verdad y amor? ¿Alguien necesita algo más para sentirse bien consigo mismo de forma anímica?
Película viva, llena de color y música fresca, alegre, tierna, conmovedora e incluso reivindicativa en ocasiones.
Cuenta una historia de amor desde el género del musical y lo hace de manera sobresaliente ya que está muy bien hilvanada la historia de los amantes con los números musicales. Por cierto, su banda sonora es preciosa.
De gran belleza estética, no sólo por los protagonistas sino por sus imágenes y colores que van del rojo (pasional y con carácter) hasta el azul (frío y vulnerable).
De todas formas no es una película para recomendar a todo el mundo ya que es perfectamente entendible que haya gente a la que le parezca una chorrada por el tono y expresion exagerado en los diálogos de los personajes y si a eso unes que no le gusten los musicales....
A destacar la inocencia, sinceridad y entrega de Cristian (Ewan Mc Gregor). Nicole Kidman demuestra una vez más sus dotes como actriz.

Cuando fui al cine a ver Bajo las estrellas pensé que iba a encontrarme con un dramón bonito y el caso es que me llevé una sorpresa porque es más bien una comedia con pequeños tintes de drama y además bonita.
Narra la historia de un hombre medio perdido en su vida que regresa al pueblo cuando fallece su padre y tampoco va muy apenado por ello. Vividor y chulo no perderá su personalidad pero sacará a la luz su cara más bondadosa. Me fascinó el personaje de San Juan por su gran corazón (que a primera vista parece que no existe) sin menospreciar al que hace de su hermano que es un bendito.
Quizá haya tenido demasiado bombo y renombre en las críticas promocionales para lo que en realidad es, pero bueno, se perdona porque es una historia agradable, contada de forma muy natural. que no aburre y además es española. Apoyemos nuestro cine cuando destaque.
Lo que menos me ha gustado es que se ha vendido como una historia de amistad, que lo es, pero no en especial con la niña. Él la coge un cariño especial así como por arte de magia, de un momento para otro.

Cuando fui al cine a ver esta pelídula pensé que no iba a superar la primera ya que como dice el refrán: segundas partes nunca fueron buenas. Pero hay excepciones y esta es una de ellas porque supera con creces a su antecesora.
La primera es fabulosa hasta una media hora antes de que termine ya que el argumento toma un sentido completamente distinto.
28 semanas después tiene un ritmo trepidante que te hace votar el butaca y casi querer salir corriendo. La cámara es ágil, quizás se mueva demasiado, pero pronto te acostumbras a seguirla. Tengo que reconocer que viendo el principio pensé que me iba a salir de la sala porque creí que no nos íbamos a enterar de nada pero no fue así.
Cuenta la típica historia de invasión y contagio complicada de parar pero de una forma nueva y entretenida, que dentro de lo que cabe es lo más importante.
Tiene algo que me encanta en una película de miedo y es que hay escenas de sobresalto y de pasarlo mal en parajes tranquilos (quitando a los zombis que van corriendo por ahí) al aire libre con grandes espacios abiertos y siendo de día.
Un diez para la banda sonora.

Es una película que es imprescindible conocer. Vendida como comedia es un film de los más dramáticos que he visto. Los personajes tienen vidas miserables y tristes, muy tristes, excepto el papel de Rache Griffiths. Aunque realmente creo que ahí radica la cualidad exclusiva de la cinta ya que toda la historia va enmascarada con momentos cómicos que llevan a que sea agradable verla.
Un clásico moderno.