No he visto la primera versión de Hitchcock de 1934 para juzgar si el remake es mejor. Lo que tengo claro, después de haber visto la de 1956 tras muchos años trascurridos desde mi infancia, es que por encima de los actores, "El hombre que sabía demasiado" será recordada por su música. Hithcock buscaba una trama donde la intriga se cimentara en la música. Contaba ya con su compositor favorito, Bernard Herrmann - el cual dirige realmente a la London Symphony Orchestra en la escena del concierto final - y probablemente se decidió por Doris Day al cumplir como rubia y cantante.
Por lo demás la película comienza de manera prometedora, con una cuidada fotografía, paisajes exóticos de Marruecos y escenas antológicas como la muerte de Bernard cayendo a manos de James Stewart. Sin embargo, a partir del secuestro del niño, pierde credibilidad (ver spoiler) y añade demasiado humor a una trama que debería ser más bien angustiosa (por más que Doris Day refleje bien el sentimiento de una madre ante esa situación, lo de los amigos en el apartamento contradice tal intención).
En fin, un trabajo de Hitchcock - en el que no vi que apareciera como en otros - que será inevitablemente encasillado por el tema oscarizado "Que sera, sera". Aunque sirviera a Scorsese como inspiración para su anuncio de Freixenet...
Mi nota: 7.5

Y por poco no se lo merece. Comparada con "El jovencito Frankenstein" es flojísima. ¿Para qué hacer una segunda parte cuando se mezclan las épocas cronológicamente y se lían churras con merinas? Además, ¿por qué escoge esas determinadas y no otras igual de relevantes para la humanidad? Que recuerde faltan, hasta llegar a la Revolución Francesa: Los egipcios, los griegos, la Edad Media, el descubrimiento de América, el Renacimiento (ah, no, que sale Leonardo), las guerras de religión... Vamos, que Mel Brooks se deja la mitad de la historia por el camino. Eso sin hablar de que no sabe exactamente qué hacer. Parece que se centra en el Imperio Romano y, en lugar de inspirarse en la obra maestra de los Monty Python - "La vida de Brian" -, sustenta el argumento a base de cuatro chistes zafios, escatológicos y sexuales.
Tiene algunos gags graciosillos, pero está muy perjudicada por tanto exceso de numeritos musicales, el propio Mel Brooks doblándose en papeles y, sobre todo, no se aprecia inteligencia en su humor.

No está mal, pero tiene muchas escenas contadas de manera casi onírica y psicodélica, lo cual le bajan la puntuación (necesité un segundo visionado para lograr darle una oportunidad). Eso sí, no podía haber un actor más apropiado que Lee Marvin para encarnar a un tipo duro, frío e insensible al que sólo le importa su objetivo: El dinero.
Lo peor es su final (ver spoiler)
No obstante, si queréis que os recomiende una buena película ambientada en La Roca, me quedo con "Fuga de Alcatraz", de Don Siegel y protagonizada por Clint Eastwood.
Mi nota: 6,4

Pese a que el guión adapte una novela (que me han entrado ganas de leer nada más salir del cine), Nolan logra mantener en su cuarto trabajo (sin contar su rareza "Following") el nivel exhibido en sus anteriores películas: "Memento", "Insomnio" y "Batman Begins".
Pero no sólo eso. Después de ver el resultado, no es de extrañar que Nolan se decidiera por trasladar visualmente a la pantalla este libro. Si la historia del mismo es como el film, exigía a un director rodar magistralmente los flashbacks, sin perder coherencia en un solo detalle por culpa de los saltos temporales y, sobre todo, sorprender al espectador.
Y esto Nolan lo consigue sobradamente, gracias a cómo nos muestra el desarrollo de la trama, con un paralelismo similar a la explicación que Michael Caine da acerca de en qué consiste el truco de magia: La presentación, la actuación y el prestigio (no entiendo ese sobretítulo de "El truco final" en la traducción al español, pues queda claro que esta última parte del espectáculo es mucho más que eso). Como ello me llevaría a extenderme y a contar fragmentos del argumento, lo plasmaré en el spoiler.
Por ahora, para la crítica general, sólo puedo añadir que el casting es increíble. Jackman y Bale se salen (quizá éste se encuentre un puntito por encima, pero "chapeau" para ambos"); el talento de Michael Caine siempre es útil (mientras la veía no podía dejar de pensar que Nolan lo había elegido como homenaje al brillante papel que el actor británico bordó junto a Lawrence Olivier en "La huella", de Mankiewicz, otra película sobre trucos entre dos personajes); la presencia femenina de Scarlett Johansson y Piper Perabo, francamente gratificante, y la aparición secundaria de dos actores camaleónicos como David Bowie y Andy Serkis, necesaria en una película como ésta (atención a la asombrosa caracterización de Bowie, clavado a las fotos de verdad, y que evidencia a su vez otra rivalidad de dos inventores reales, Edison y Tesla).
Probablemente "El prestigio" (me gusta más llamarla así) tendrá sus errores y defectos, pero como buen mago Nolan los sabe ocultar. Para que luego alaben tanto a Night Shyamalan.

"Cluedo" cumple perfectamente como divertido entretenimiento entre comedia e intriga, en el que se nota la mano de Lynn y Landis, así como la producción de los "oscuros" Peters y Guber. Curiosamente repite en el reparto de secundarios la actriz Eileen Brennan, a la que parece le gustó la experiencia de rodar "Un cadáver a los postres", clara inspiración de este juego de la sospecha (aunque en "Cluedo" haya más asesinatos).
Y es que en realidad la película no es sino un juego (por algo está basado en el de mesa), ya que el director maneja los hilos como quiere, permitiendo que nos enteremos sólo de lo que a él le interesa. De hecho, si la bajo de puntuación, es porque el guión resulta tremendamente atropellado en ocasiones, impidiéndonos deducir lo expuesto con la calma debida (y no digamos nada del final).
No obstante, "El juego de la sospecha" es ideal para pasar un buen rato. No es desternillante, pero tiene mucho humor negro.