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España España · L'Olleria ( Valencia )
Críticas de Grijander
Críticas 1.060
Críticas ordenadas por utilidad
4
11 de enero de 2014
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esfera adapta una novela de Michael Crichton que mezcla la ciencia-ficción con el thriller y el suspense. Una historia sobre la relación de un grupo de viejos conocidos y su encuentro con una esfera con un poder muy singular.

Barry Levinson dirige. Con el director de Baltimore me sucede lo mismo en muchas ocasiones: me da la impresión de que el viaje de la película no lleva a ninguna parte. Levinson cuida mucho la estética y procura siempre filmar la acción con precisión, pero divaga demasiado en apartados de relevancia menor y acaba por dejar en el espectador la sensación de que lo que ha visto no le aporta gran cosa. Así sucede en Esfera, una película que tiene un punto de partida brillante y un primer tercio de película de gran interés, donde la relación entre los personajes y el crecimiento de éstos queda muy bien reflejado. A partir de ahí, a pesar de que el guion mantiene su ritmo, Levinson ralentiza toda evolución de la película y la sumerge en un bucle de desvaríos que intentan remarcar lo que sucede, cuando en realidad el espectador ya lo ha entendido y necesita que la historia dé algún paso hacia adelante. La parsimonia de Levinson, así como su error de enfoque, condenan a Esfera a un clímax sin tensión de casi una hora que deriva en un anticlímax un tanto ridículo.

El reparto es la hostia, así hablando claro. Dustin Hoffman protagoniza la película con ese saber estar tan característico suyo que hace que todo parezca fácil. Sharon Stone huye aquí del mito erótico que la persigue y se enfrasca en un trabajo con varios matices que supera de forma holgada. Samuel L. Jackson no es un actor enorme, pero sí es un tipo con una capacidad descomunal para apropiarse de sus personajes, algo que en Esfera es necesario puesto que el suyo echa en falta más colores de la paleta de creación. Liev Schreiber está muy acertado y explota bien las gotas cómicas de su personaje. Peter Coyote cierra el elenco principal con una labor notable.

Resumiendo: Esfera es una película de ciencia ficción con un planteamiento interesante que se pierde buscando el alma de thriller en la relación entre los personajes después del primer tercio de película y se hunde totalmente al intentar crear un suspense que (perdón, soy patético) se lleva un soberano suspenso. Un reparto así y un equipo técnico que hace un trabajo muy bueno merecían un nivel más alto de un director, Barry Levinson, que tiene destellos de genio bajo el manto de mediocridad con el que se cubre.
Grijander
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4
18 de abril de 2015
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos tontos muy tontos es una comedia de las de gag facilón. Una road movie con altos en el camino con la que echarse unas risas si consigues rebajar tus pretensiones que, con el tiempo, se ha convertido en un clásico.

Los hermanos Peter y Bobby Farrelly dirigen y escriben (aunque en el guion participa también Bennet Yellin) Dos tontos muy tontos. No hay demasiado que decir sobre lo que es su trabajo: sucesión de gags, humor chabacano y mucho interés en la conexión de sus dos protagonistas. No hay mucho más, la verdad. Todo gira alrededor de las gracietas de los dos tontos de turno y, aunque es cierto que puede decirse que no hay nada de atractivo en el humor de Dos tontos muy tontos, yo, personalmente, debo añadir (a título muy personal) que es complicado encontrarse con una comedia que sea tan básica y a la vez tan resultona sin llegar a enamorar. A mí me pone el humor de Dos tontos muy tontos: me mola que un tío se quede con la lengua pegada a una barra de hierro congelada, me gusta que la cisterna del inodoro no funcione cuando un personaje se ha hinchado a laxante, me divierte que haya una competición por ver quién es más tonto mientras asistimos a ese atisbo de cine negro de fondo que convierte la película en un episodio como otro cualquiera de Las tortugas ninja de los 80 y los 90.

Jim Carrey y Jeff Daniels forman una divertidísima pareja. Carrey se ofreció voluntario para convertirse en la diana favorita de los críticos de vino añejo y puro habano en un año en el que, además de Dos tontos muy tontos, estrenó La máscara y Ace Ventura. Su sucesión de muecas fue objeto de un ensañamiento que parecía no entender que el hombre simplemente llevaba al extremo aquello que se le pedía. Daniels, por su parte, ejerce de fantástico compañero en un trabajo adorable. El elenco de secundarios lo encabeza, con calidad, Lauren Holly, y en ese apartado desfilan con más o menos acierto nombres como los de Victoria Rowell, Charles Rocket o el gran Mike Starr.

Resumiendo: Dos tontos muy tontos es la comedia vulgar llevada hasta el extremo. Se entiende perfectamente a quien la considere infumable, del mismo modo que es comprensible que haya muchos, entre los que me encuentro, que consideren que su baja calidad artística no resulta un impedimento para que se convierta en un muy buen pasarratos.
Grijander
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3
9 de mayo de 2014
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El castigador, o The Punisher para los que así lo preferimos, adapta uno de los cómics favoritos de los fans de Marvel. Un personaje carismático, una historia potente, viñetas oscuras, violencia extrema... Nada que ver con la película, para entendernos.

Jonathan Hensleigh debuta en el largometraje y su trabajo es difícil de empeorar. No tiene nada claro de qué trata esto de contar la historia de The Punisher y, en lugar de buscar aroma a thriller, a cine negro puro y a violencia extrema pero elegante, Hensleigh se decanta por una película en la que el color es uno de sus máximos enemigos. A ese enemigo se asocia Hensleigh y, cuando a eso unimos un juego de planos y unos travellings ridículos, nos queda un poco una mierda. El director se empeña en que su personaje principal sea la leche y, pudiendo conseguir eso mismo con una perspectiva distinta, se decanttra.a por un patético intento para conseguir que cada escena en la que abre la boca el tipo de la calavera sea épica. El guion, del que el propio Hensleigh es el máximo responsable (junto a Michael France y Michael Tolkin), ofrece un desarrollo abocado a la catástrofe, guiándose solamente por el ansia de explotar cosas, disparar y engrandecer a los personajes dibujándolos desde los diálogos, cosa casi suicida teniendo en cuenta que, en The Punisher, cada línea de diálogo es un monumento a la vergüenza ajena.

Thomas Jane intenta ser tan intenso que le da la vuelta al marcador. La tortura interior de su personaje no la siente el espectador más allá de la tortura que es la película en sí misma. John Travolta es el único que se libra de la quema, un tipo con buenas maneras que, al estar curtido en mil batallas, tiene aplomo de sobra para nadar entre la mediocridad de la producción. Rebecca Romjin-Stamos, pese a hacer un trabajo aceptable, se ve masacrada por un personaje sin ningún tipo de meta. Will Patton está tan limitado por su personaje que apenas puede permitirse un intento por conseguir algo con su interpretación. Ben Foster y el recientemente fallecido John Pinette están acertados, pero sus personajes, que no son más que dos estereotipos andantes, no dan más de sí. Laura Elena Harring cierra el reparto con un trabajo bastante pobre.

Resumiendo: El castigador es una mala adaptación del cómic y una mala película. Partiendo de la base de que la película adapta la etapa menos violenta de la ya larga vida de The Punisher, hay que decir que hasta puede tener un pase en ese sentido. Lo que sucede es que, si te saltas algo de lo que adaptas porque el lenguaje cinematográfico es distinto a todos los demás, debes asegurarte de que estás en lo correcto. Si no, pasa lo que pasa, que metes El castigador en la cima de mierdas de películas de Marvel, sentado inmediatamente al lado de Elektra.
Grijander
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6
24 de enero de 2014
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El guerrero de la carretera es la segunda entrega de Mad Max, una saga de culto que conocen incluso los que nunca la han visto. En esta segunda parte, los rasgos de civilización que todavía quedaban en la primera desaparecen para dejar paso a una llanura llena de salvajes.

George Miller repite en la dirección y repite la fórmula a medias. El guion nos muestra una evolución natural de los acontecimientos, con una civilización que ha tocado fondo y con nuestro protagonista exiliado, por voluntad propia, de cualquier ser viviente. Ese es el planteamiento, que podrá gustar más o menos (a mí no es que me vuelva loco) pero representa una evolución lógica. A partir de ahí, por casualidades de la vida, el guerrero de la carretera se ve rodeado de un loco (no tan loco) con un helicóptero casero y de unos cuantos civiles que intentan sobrevivir y que se ven asediados por una terrible banda de las praderas. Miller retrata con cautela que existen diferencias entre los civiles de dentro de los muros y los incivilizados de fuera, pero que ante situaciones extremas, cualquier ser humano puede responder de la misma manera: intentando sobrevivir a toda costa. Sobre el poder del instinto de supervivencia trata Mad Max 2 y para contar su historia lo enmarca todo en un entorno más ruidoso que el de la primera película, más desértico y más salvaje, dando aires de western clásico a la película con eficacia.

Mel Gibson vuelve a ser Max y vuelve a imprimir una gran fuerza a su trabajo, que tiene mucha más intensidad de la que desprende el personaje por fuera, lo que se aprecia gracias al trabajo del actor y también a la sensibilidad de George Miller a la hora de perfilar a Max. Bruce Spence nos deja una interpretación carismática y divertida. Mike Preston carga sobre sus hombros con gran parte del peso dramático de la película y lo hace con un trabajo muy solvente. El pequeño Emil Minty hace una labor muy buena con su niño-animal.

Resumiendo: Mad Max 2 es un producto entretenido y una buena historia derivada de la película original. Sin embargo, el debate que hay sobre si es mejor que la primera, a nivel puramente personal y sin proclamar que tengo razón, debo decir que me parece absurdo. Esta es una película entretenida; aquella era una muy buena película. Son dos cosas diferentes.
Grijander
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1
25 de mayo de 2013
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Choke es una película independiente de terror. Se mueve dentro del slasher, algo lógico teniendo en cuenta su escaso presupuesto pues esta rama del terror suele ser la más barata y accesible para producciones de este tipo.

Juan A. Mas, una persona de quien no he podido descifrar casi nada navegando por internet, dirige este aborto que es The Choke. Mas intenta darle frescura a la película en los primeros compases del metraje, calcando el sonido estridente y el zoom cerrado de Robert Rodríguez en El mariachi, cosa que puede ser una casualidad o puede no serlo ya que las dos películas cuantan más o menos con la misma capacidad económica. Después, de repente, el tal Mas empieza a meter clichés como panes así sin avisar, dejando al público con una cara de gilipollas indescriptible. No obstante, no toda la culpa es suya, pues hay un par de guionistas llamadas Jessica Dolan y Susannah Lowber que perpetran un guion que es lo más parecido sobre el papel a un crimen contra la humanidad. La pareja de chicas escriben el guion de un episodio de Scooby Doo un tanto subido de tono en el que se les olvida incluir la palabra "lógica". En los primeros minutos, cuando el tugurio montado en el matadero se queda sin alcohol y asistimos a la despedida de la primera banda que actúa en él, nos damos cuenta de que no tienen ni zorra idea del entorno en el que intentan ambientar el inicio. Después de eso, vemos que han visto bastante cine slasher y que han recogido lo peor del género para alcanzar aquí el everest de la montaña de mierda más alta del mundo.

El protagonista, Sean Cook, es un presunto chico guapo con la expresividad facial del martillo de Thor. Thomas Olson tiene que arreglárselas con el papel que mejor ejemplifica la absurdidad de la construcción de todos y cada uno de los personajes y el chico, por desgracia, no es Marlon Brando. Brooke Bailey, a pesar de tener cierto encanto, hace un trabajo lamentable a la altura del surrealismo de su personaje, aunque por caminos distintos. Wonder Russell, al ser la única con un papel más o menos normalito, se permite salir de la película sin el cartel de "he hecho el ridículo". Bee Simonds, actriz de cara rara, no mejora lo que aportan sus compañeros, aunque el término "aportar" puede ser excesivo. Puede que el mejor sea Sam Prudhomme, pues es el único en el reparto que al menos está serio frente a las cámaras. La ridiculez de Andrew Parkes, mejor olvidarla.

Resumiendo, que es gerungio: como tantos otros amantes del cine, yo también he escrito varios borradores. Uno que me costó mucho trabajo era un slasher que iba a rodar en el chalet de mis abuelos con unos amigos. Un día, lleno de inspiración, lo leí entero y me pareció una mierda tan grande que tuve que dejar de trabajar en él. Si alguien ha tenido los santos cojones de sacar al mercado The Choke y la ha hecho llegar hasta España, lo interpretaré como una señal para seguir con mi mierda de guion. Y cuando me quede sin ideas, copiaré diálogos de las peores películas de serie Z que encuentre. Luego, lo venderé como The Choke 2. Nos vemos cuando sea famoso, amigos.
Grijander
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