Álex de la Iglesia tocó techo con "El dia de la bestia" y "La Comunidad", pero la década de 2010 a 2020, parece que buscaba films subidos aún mas de vueltas, llegando a la ridiculez.

Se puede hacer una buena comedia de terror sin estos niveles de histrionismo para acabar neurasténico. En "Las Brujas de Zugarramurdi" tenemos las clásicas caras del cine español mas asiduos del propio tito Álex, que toca el interesante tema de las brujas de esa España rural del norte que a priori, debería ser interesante. Lamentable, el film está reservado a reírle las gracias al director. No llega a la herejía de "Mi gran noche" pero es en la misma línea, con actores de renombre del panorama español hechos caricaturas y una pseudotrama con cafeína para aguantar 1 semana despiertos.

Reconozco un par de escenas con una fotografía y planos bastante buenos, algún momento para recordar, pero el conjunto en sí es horrible, donde falla lo más importante de un film que es el enfoque y el estilo. Y por desgracia no es el tito Álex de finales de los 90's y principios de los 2000, sino el "moderno". Con demasiada esencia y muy poca gracia.

Aún queriendo reírte, sólo continúas por ver qué locura sigue a continuación. Para los muy fans del director, entre los que yo me considero (o consideraba) pero en este tramo de su carrera no.

Casi inclasificable film de Mariano Barroso con drama, toques de cine kinki, traición, amistad y pasión a la española.

Rober (Un joven Javier Bardem bastante pletórico) es un bala perdida que junto a sus amigos (Leire Berrocal y Daniel Guzmán) se dedican a desvalijar a sus familias para empezar de nuevo en unos años 90's donde parece ser que el trabajo también escaseaba. Todo esto cambia cuando conocen al extravagante y adinerado Daniel (Un Federico Luppi que da bastante bien el papel), padre real de Max (Daniel Guzmán) dueño de un teatro y poseedor de un ático con vistas a las torres Kio donde se reeplantean 2 veces sus intenciones antes de darle "el palo".

El film en sí entretiene de principio a fin y el trío protagonista da para otro film entero, no obstante la serie de conveniencias que se dan, decisiones extrañas y el aura casposa que emana el film le restan muchos puntos, a tal punto de no poder tomártela del todo en serio. Ir a caballo entre lo "artístico" y el "realismo" nunca sale bien.

Me quedo con la banda sonora, las actuaciones y una muy buena fotografía, pero dista mucho de ser un producto redondo, aunque si que merece la pena visionar al menos una vez. Deja un par de mensajes interesantes, aunque difusos.

Film peculiar dentro de nuestro cine que sorprende con lo que te encuentras en su primer visionado y desconociendo la trama.

En más de 30 años adaptando videojuegos a la gran pantalla, esta industria no ha aprendido nada.

Siempre soñé con un reboot de esta saga, ya llevada de manera cutre por Paul W.S Anderson en los 90's a la gran pantalla. Pero esa adaptación, pese a ser casposa hasta para la época, tenía su magia.

En esta ocasión tenemos otra adaptación que exceptuando la inclusión de los vistosos "fatalitys" y contar con un gore rozando el aprobado para el título que adapta, es un ejercicio de paciencia extremo. El film cuenta con diálogos de película familiar, ausencias imperdonables y un "cringe" que cuesta seguir mirando la pantalla.

Ya no habría siquiera que mirar de reojo la de Anderson, si no que nos tendríamos que ir al truño de "Mortal Kombat Aniquilación", la infame secuela.

Ni a fans de la saga, ni a curiosos. Reboot decepcionante en todas sus facetas, ridículo y muy difícil de terminar de ver.

La primera regla del club de la lucha, es no hablar del club de la lucha. Vale la pena descubrir (para aquel que haya estado en una cueva varios lustros) el film por sí sólo.

Siempre he tenido el eterno debate de qué film de Fincher es mejor, si "Seven" o nuestra dupla Norton-Pitt y la verdad sólo puedo decir que son 2 de los mejores thrillers de la industria y ésta en particular, un film icónico del siglo XX.

Da igual las veces que uno visione semejante obra, que como gran obra, pide mucho al espectador, valiendo la pena el gran (y a la vez sencillo) desafío que supone su visionado para captar su aparente complejidad a la primera. Siempre habrá un detalle nuevo que encontrar.

Como siempre digo, cuando una película consigue hacer que te pares a pensar en los títulos de crédito, vayas a la cama y continúes dándole vueltas, pero que sobretodo, siga fresca pasen los años que pasen, no estás ante algo común. Creo que todos sabemos los palos que toca, que ahí seguirán pues el ser humano es tan predecible como un gancho de derechas a más de 5 metros.

No he hablado de fotografía, escenas, actuaciones, reparto... ¿Pero de verdad hace falta?

Brutal thriller psicológico con toques de ciencia-ficción que puede pertenecer a un limitado grupo de films que pueden volarte la cabeza.

Tras el éxito de "Tesis", Alejandro Amenábar repetía la formula en "Abre los ojos", con 2 de los integrantes del anterior metraje y el añadido de Penélope Cruz que ya había debutado con Bigas Luna en "Jamón Jamón".
La película es otro de esos grandes Thrillers de los 90, una trama de realidad mezclado con la trampa onírica que tienen los sueños, dejando varias lecturas y una ambigüedad que no molesta e incita a indagar.

Mejorando su propia "Tesis", Amenábar trajo otro film para el recuerdo ligeramente por debajo del anterior, aunque mucho más espectacular en su fase final y con mejor fotografía.

Película para el recuerdo y ver infinidad de veces.