Entretenido versión animada del aventurero de Cimeria, con una buena animación, buenas historias, entretenida, aunque por cierto que es una versión suavizada del propio Conan. No hay sexo obviamente –no es que fuera muy abundante en las historias clásicas- no hay sangre ni mutilaciones y Conan es un héroe sin duda alguna, no el moralmente ambiguo mercenario y ladrón de tantas historias. Tampoco hay muertes, y los malos son seres reptilianos* disfrazados de humanos a los cuales hay que herirlos con un metal mágico y así “enviarlos a otra dimensión” (otra dimensión llamada muerte, me imagino). Tiene además una de las más épicas y viriles intros de una serie animada de la década de los 90´s, quizás solo superada por la intro de Gárgolas.

*Curiosamente Robert E. Howard escribió a principios del siglo XX el cuento Reino de las sombras, donde presentaba la idea de criaturas reptilianas que se disfrazaban de humanos para conquistar a los humanos ocupando los puestos de poder, si, este tipo invento la conspiración de los reptilianos.

Especifico lo de “americanos” porque en USA los asiáticos, más que cualquier otra minoría, sufren del síntoma del “eterno extranjero”, es decir que aunque hayan vivido décadas en estados unidos y hablen sin acento no son considerados como “verdaderos americanos” a diferencia de los blancos. Hace casi veinte años se estreno otra sitcom llamada “American girl”, protagonizada por una chica coreana y su muy coreana familia, la cual fracasó y no llego a una temporada, quizás por estar protagonizada por asiáticos, a diferencia de esta serie, que ha sido todo un éxito.

¿Y se merece este éxito? Pues sí, no es particularmente revolucionaria pero si divertida, tiene buenos chistes y buenos personajes, los chistes oscilan entre abordar temas específicamente relacionados con su etnia (los niños no se atreven a contarle a su madre que Tiger Woods es mitad asiático porque temen que los obligue a dedicarse al golf, cuando la esposa se niega a vender una casa con tres 4 porque es un numero de mala suerte) a otras historias más genéricas y con las que más familias se pueden identificar, y de paso sueltan alguna crítica como cuando los chicos deciden ser estrellas de cine y la madre destroza sus sueños de golpe, diciéndoles que “no hay actores asiáticos en hollywood”

Especie de precuela involuntaria de Monsters Inc–porque nada tiene que ver con los realizadores de monsters Inc- esta serie de feas pero simpáticas criaturas que aprenden su labor de asustar para… porque eso es lo que hacen los monstruos –nunca se explica el porqué lo hacen, al menos en la película de Pixar es parte integrar de su economía- y entre medio viven mil aventuras de la vida real, o por lo menos lo que es la vida común para tales monstruos. La verdad es que nunca me gustaron mucho, los diseños de los personajes me parecían más feos que simpáticos y levemente asquerosos en ocasiones, y sus historias eran más pasables que interesantes, pero se dejaba ver.

Pues eso, esta película la podemos ver como un drama de la vida real que cuenta el triste caso de un chico que tras golpearse la cabeza sufre de un trastorno que le hace creer que su mula es inteligente y le habla. O lo podemos ver como una mediocrísima comedia para toda la familia sobre un niño que tras golpearse la cabeza desbloquea algún poder oculto que le permite hablar con su mula, quien le ayuda a frustrar a los malos que quieren apoderarse de las tierras de su familia.

Yo prefiero la versión “drama de la vida real”

Mediocrísima comedia para toda la familia basada en la archirrepetida idea de un animal parlante que solo se comunica con los niños, sin ningún actor conocido salvo Ice-T y Kevin Sorbo, un actor que me cae bien pese a que a participado en puras basuras, ya sean basuras mitológicas -Hércules- o basuras religiosas –Dios no ha muerto-. Aparte de eso todo es muy cliché, todo es archiconocido y sin novedad, predecible.

Esta es posiblemente una de las películas más odiadas en lo que va del año, y odiada antes de su estreno, en gran parte por su propia naturaleza: es una película con emojis, esas caritas y simbolitos con las que adornas tus textos escritos en foros o en mensajes de tu celular.

Creo que no sería tan odiada –tanto por críticos profesionales como por simples espectadores- si hubiera salido hace 10 o 5 cinco años, pero ahora solo se le puede ver como un intento de sacar provecho del éxito de Ralph el Demoledor, IntensaMente y la película Lego, sin entender que fue lo que hizo a esas películas tan buenas y exitosas en primer lugar.

Y es que lo que mejor define a esta película es la falta de originalidad, ya sea en la trama –mezcla de Ralph el demoledor con la película Lego y la idea de conceptos abstractos con personalidades propias y todo un mundo oculto destinado a ellos, sacado de Intensamente- como respecto a los personajes. El protagonista es Gene, un emoji “Meh” que tiene la maldición de que puede generar múltiples caras en vez de la apática expresión que debe representar, y en realidad podría no ser un mal personaje, su capacidad de tener múltiples expresiones podría haber sido bien aprovechada en situaciones cómicas, si la hubieran hecho más incontrolable, pero es una oportunidad perdida y es un mal personaje que no produce empatía, luego esta “choca esos cinco”, el emoji de la mano, el que se come un trozo de caramelo que acaba de vomitar –“chiste” que aparece en todos los tráilers-y quizás el peor personaje, el mas aburrido pese a que se supone que es el alivio cómico, totalmente prescindible. Y también esta “jailbreak” la protagonista femenina, quien por cierto también tiene mucho de la protagonista de Lego Movie, no solo por ser hábil y eficaz pero reducida a simple acompañante de un tipo masculino mucho menos capaz, sino que también copia de Vanellope von Schweetz*, y para qué hablar del emoji de la caca, interpretado –es un decir porque apenas aparece un par de minutos- por el profesor Xavier y el capitán Picard.

La película no llega a ser totalmente atroz porque pasan cosas, aunque sean tontas, hay ocasionales buenos chistes y la animación es bastante buena, fluida y llena de colores, y hay detalles originales en el mundo dentro del celular, pero todo lo demás es tonto, son tontos los personajes, las situaciones son tontas, los chistes son tontos, los adolescentes dueños de celulares son tontos, etc., etc., y es que además se nota demasiado que hicieron esto solo por el dinero. Claro, esperar que a tu película le vaya bien y sea rentable no es malo, es lógico, pero hay formas y formas de hacerlo. Y en este caso hicieron un esfuerzo mínimo en crear un mundo interesante, en hacer una trama interesante, en crear personajes interesantes, llamativos y que te caigan bien, nada de eso hay, no hay interés en emocionar, en sacudir, en apelar a tus emociones –salvo de la forma más burda posible-, no hay nada solo interés monetario, ningún tipo de sensibilidad artística.