No cabe duda de que TOM HOLLAND tenía magnetismo en su personaje de LO IMPOSIBLE y lo sigue teniendo como el arácnido más adolescente de  todos los retratados hasta ahora. La idea me pareció graciosa y tenía interés en ver las peripecias de un lanzaredes con las hormonas alborotadas y diciendo las gilipolleces habituales de los integrantes de la generación Z, pero la cosa naufraga estrepitosamente entre un guión soporífero, una jartada de chistecillos para preadolescentes, estudiosos, eso sí y la deriva del trepamuros más famoso del universo MARVEL en una suerte de pobre hombre buscando su sitio en el mundo TE AVENGERS de la mano de un omnipresente IRON MAN. Tamaños desbarres no hacen sino engrandecer aún más a SAN RAIMI Y su magnífica adaptación de SPIDEY.

Los trágicos sucesos de vitoria fueron un terrible jarro de agua fría para la recién nacida transición española que parecía estar, constantemente, abocada al inmovilismo y la involución democrática. Cinco trabajadores murieron y casi doscientas personas, resultaron heridas de diversa consideración tras el desalojo de la iglesia donde estaba ocurriendo una asamblea de índole sindical en el transcurso de una huelga general por la mejora de las condiciones laborales.

La película del director VICTOR CABACO se mueve estupendamente en el género de cine denuncia y sin duda nos recuerda a algunas de las películas de KEN LOACH o incluso títulos españoles como LOS LUNES AL SOL, donde se narra con fuerza la situación de tensión y hartazgo que se vivía entre los y las trabajadoras de muchas fábricas en España en 1976.

Es en la trama familiar y romántica de los personajes donde la película pierde, en mi opinión, parte del efecto conseguido en la reivindicación social en la que se basa la película y que nos aparta, innecesariamente, del discurrir de los graves acontecimientos que tiene lugar en la pantalla, para caer en manos del melodrama efectista y maniqueo.

Con todo el film transcurre con agilidad y no se hace pesado en ningún momento, algo muy meritorio para ser una ópera primera de su director y a pesar de que el melodrama quiere imponerse, no acaba de ocultar el poderío narrativo y la solidez de su mirada sobre lo acontecido aquel fatídico tres de Marzo en Vitoria y que todavía hoy permanece como uno de los sangrientos episodios no resueltos de la transición española.

Después de haber visto éste último trabajo de Juanma Bajo Ulloa, entiendo perfectamente tanto las críticas de alabanza, como las más iracundas y es que “Baby” tiene cosas muy buenas y decisiones muy desacertadas. Tiene de bueno la hechura y empaque de la película en todos los apartados técnicos, ambientación, vestuario y una gran banda sonora de Fingen Mendizábal y Koldo Uriarte, así como la ausencia de diálogos está perfectamente resuelta a través de la imagen y la música de tal manera que no se echan en falta en ningún momento, si bien, tampoco es nada novedoso y ya lo hacía el lamentablemente desaparecido Kim Ki-Duk en su magna “Hierro 3”, Hazanavicius en “The Artist” o Pablo Berger en su celebrada “Blancanieves”.

Si hubiese ido a degüello con la película, le podía haber titulado a éste comentario “ Yo Cristina F me quito el mono buscando a mi niño”, pero tampoco habría sido justo con lo bueno que tiene, así que me voy a quedar un poco, movido por el decoro, en un bien y además porque es de mi admirado paisano Juanma, sino hasta igual no llegaba al aprobado y es que cuesta mucho pasar por alto algunas absurdas decisiones argumentales, vamos, si la pobre chavala parecía la protagonista femenina de “Trainspotting” en una Gasteiz impoluta y hasta con las recientes escaleras mecánicas de su casco antiguo; ¿Pero que invento es esto? Eso sí, el piso donde malvivía, era un auténtico estercolero.

Luego hay pasajes muy bellos, aunque también un poco tramposos y la casa de los horrores es una maravilla, ignoro si realmente existe ese palacete gótico abandonado, porque desde luego a sus habitantes, solo los puedes ver en cualquier circo de los horrores de esos que pululan por ahí, Es aquí en la casa, donde se dan los momentos más forzados e inverosímiles de toda la historia y que se asemeja más al juego del escondite que a otra cosa; Jesús, que trajín con el niño, lo cojo, lo dejo, me escondo, ¡Un sin vivir!;

A pesar de todo, creo sinceramente que merece la pena su visionado, es un trabajo en líneas generales muy bello que contiene retazos de cine audaz y marca de la casa que seguro no te va a dejar indiferente.

Así de contundente se mostraba el “Rafi” ante un degenerado TORRENTE, en El brazo tonto de la ley y aunque el asunto se la traía floja al mercenario corrupto vallecano, no les faltaba razón a ambos. La droga intrínsecamente no puede ser mala ni buena ya que no obra por sí sola ni tiene conciencia propia, es todo lo que hay alrededor suyo lo que la hace temible y su propia incomodidad para encajar en una sociedad que precisa de ella para luego poder denostarla.

La droga he coexistido con el cine desde su inicio, El misterio del pescado saltarín y Drugged Waters (1916), Narcotic (1933), The cocaine friends (1936) hasta su consagración como género propio en Drugstore cowboy, El precio del poder, Yo Cristina F o Trainspotting que relataban, de manera rotunda, las miserias de la adicción.

Con semejantes referencias, poco podía hacer BEAUTIFUL BOY para ofrecer un relato propio que le permitiese alejarse de la enorme estela de títulos anteriormente citados y poder salir airosa de ella mostrando una identidad propia. El director, FELIX VAN GROENINGEN, muestra un mundo bastante edulcorado de una realidad sangrante que acaba destrozando el círculo mas cercano del adicto, su propia familia, si bien es una familia con medios para poder afrontar una situación desconocida con ciertas posibilidades.

Hay momentos en los que BEAUTIFUL BOY gana en fuerza e intensidad y todos están protagonizados por un enorme STEVE CARELL, auténtico padre coraje de un torturado THIMOTEE CHALAMET, si bien es éste último quien recibe el reconocimiento, en forma de histeria colectiva de sus numerosas fans que abarrotaban el Kursaal.

Por lo demás, a mí, éste chico bonito, me ha dejado mas tieso que la mojama y aunque el momento CORAZÓN DE ORO de NEIL YOUNG, bastaría por sí solo para asistir a cualquier evento, por mediocre que éste fuese, no basta para que ésta película adquiera un estatus diferente al de regular y pasable.

Si tengo que ser sincero entré a la sala con el convencimiento que había comprado una entrada para PERSONAL ASSISTANT, así que una vez comenzaron los títulos de crédito miré la entrada y me di cuenta de que había comprado la película equivocada, tampoco tenía demasiado interés en ver una u otra así que me quedé esperando no ver un título más del cine español que últimamente pueblan las carteleras y me dejé llevar.

No voy a negar que se sigue estupendamente éste último trabajo de Álvaro Díaz Lorenzo director de los pelotazos de taquilla que no de crítica, “SEÑOR DAME PACIENCIA, LOS JAPÓN o CAFÉ SOLO O CON ELLAS y como éstos nos encontramos una comedia divertida, rocambolesca y sin muchas pretensiones más allá de arrimar el hombro en la lucha contra el cáncer, loable gesto del autor y que llevan a cabo de manera solvente María León, Victoria Abril y Silvia Alonso acompañados por parte del elenco habitual del cine de su director.

Otra cosa es analizar si nos encontramos ante una buena película al margen de su indudable dosis de positividad con una enfermedad tan jodida, eso ya lo dejo a criterio de cada cual, tengo claro que en cualquier otra circunstancia y con la cartelera a pleno rendimiento mi comentario habría sido otro, pero en el actual estado de cosas me quedo solo con lo positivo y dejo atrás lo negativo habida cuenta de que lo importante es poner buena cara al cáncer y volver al cine.