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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Críticas de Maldito Bastardo
Críticas 2.181
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
1
15 de diciembre de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El mockbuster de “Pacific Rim” cambia de océano y de neuronas parra meter en una coctelera llamada bodrio —embutiendo el subconsciente de la catástrofe dentro de EEUU con el derrame en el Golfo de México, el huracán Katrina y la reciente emisión de “Sharknado”— el alcoholismo imperdonablemente ausente en “Iron Man 3”, los héroes y la manipulación política e incluso atreviéndose a re-leer “The Avengers” y “Transformers”. Como suele pasarle a The Asylum, le falla todo los demás: David Chokachi, que quedó ¿inmortalizado? en el “Los vigilantes de la playa”, nos ofrece una no-actuación y el trabajo de Steven Marlow con ese parche y su cabreo en cada frase —seguramente provocado por unas pinzas de la ropa que se colocó en los testículos— ayudan a vomitar parte del tarro de las esencias de la productora troll-timadora por excremencia.

Da la impresión que The Asylum se sirve del mockbuster de “Pacific Rim” para proponer otro tipo de posibilidades sobre un mainstream en el que obviamente no puede destacar con sus irrisibles presupuestos. Aunque Graham Greene, actor nominado al Oscar, tenga su participación nos lleva de nuevo a la concepción de que la productora de anti-cine sigue eclosionando como ese letal virus-lapa que necesita Hollywood para mirarse en un espejo no tan distorsionado. Greene es todo un profesional, pese a notarse que se está descojonando por dentro en cada secuencia y diálogo en el que participa. Como siempre y en toda película de esta productora habita el drama al otro lado de la pantalla: nos preguntamos en qué estarán pensando los actores cuando están leyendo frente a cámara esas líneas de un libreto seguramente rociado en alcohol y restos de cocaína. ¡Y no vale los gatitos muertos! Debe ser algo, incluso, mucho más fuerte. Simplemente con pensarlo me entran ganas de llorar del puro terror. ¿En qué H-O-R-R-O-R pensarán los actores profesionales? ¡Queremos saberlo YA!

“Atlantic Rim”, no obstante, tiene proposiciones interesantes entre esos monstruos y robots atrapados en una Serie Z. Por ejemplo, pocas veces se ha visto un héroe tan chulo y egocéntrico, desesperado por meterse más alcohol que Denzel Washington en “El vuelo (Flight)” cuando acaba su jornada. Un héroe supuestamente muscular y perfecto pero completamente inconformista que es incapaz de ligarse a la chica y hacer sombra a su compañero afroamericano con vocación de ONG y salvador de niñas en incendios. Esas contradicciones, como que después de de la destrucción de una ciudad y con cientos de cadáveres sobre el suelo (la productora solamente pudo poner a uno pocos indigentes y amigos para hacer ‘bulto’) se organice una fiesta y baile glamuroso por parte del Gobierno esa misma noche no nos deja claro si la película es una parodia y crítica política o una incompetente estupidez. Lamentablemente “Atlantic Rim” no llega al nivel de esa joya del cine cutre llamada “Sharknado” y el tema de los colores de los pilotos (azul, rojo y verde) es muy “Power Rangers”, ¿no? ¡Y todo el mundo odia a los “Power Rangers”! (Rita Repulsa dixit). Pese a funcionar como maqueta del mainstream y revelarnos el drama de unos huevos atrapados durante miles de años en petróleo y la rebeldía de los héroes por salvar cada día al mundo e intentar drogarse cada noche para olvidar sus traumas, “Atlantic Rim” es todo un insulto y publicidad engañosa. ¡Y no por ser un fruto mockbuster! En el póster aparecían tentáculos y los bichos son lagartijas toxicómanas entrenadas por John Cobra. O sea, imperdonable…
Maldito Bastardo
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7
15 de diciembre de 2013
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
De acuerdo, “Sharknado” es todo un BODRIO fecundado por obra y (des)gracia de The Asylum y defecado en el canal SyFy. Superada la anterior e irrefutable verdad llega la otra incuestionable realidad: nos encontramos ante la «película acontecimiento» de 2013 que ha engendrado todo tipo de comentarios en redes sociales y que debería haber quedado rebautizada como “Tiburón 33 1/3. El insulto (ventoso) final”. Si pensábamos que “Fast & Furious 6 (A todo gas 6)” iba a ser la película más «WTF» del año, en “Sharknado” sus momentos más ‘inspirados’ dejan en un juego de guardería la mayor de las flipadas y fantasmadas ideadas por Justin Lin… ¡en toda su carrera! Anthony C. Ferrante ha confeccionado la cinta más estúpida, gloriosa y genial para dejar congeladas nuestras neuronas en menos de hora y media. ¡Gracias Anthony! ¡G-R-A-C-I-A-S!

La ecuación del desastre y la ensaladilla —entre el género de catástrofes y los tiburones de los avernos de la productora de “El ataque del tiburón de dos cabezas” y “Megatiburón contra crocosaurio”— ha alcanzado una de las cúspides del pensamiento científico-cinematográfico. Basada en eventos naturales reales del tipo «si cagas en una playa y por allí pasa un tornado, tu mojón puede acabar en los cristales exteriores del rascacielos más alto del mundo» su argumento viene (re)cargado de lógica: es una realidad que los tornados son capaces de succionar miles de tiburones y traerlos de las costas al interior junto a un huracán para llenar nuestras calles de sus afilados e insaciables colmillos. ¡Es una realidad y punto! Yo siempre bajo a la calle con una motosierra si veo que el día está nublado y les recomiendo que hagan lo mismo. Después llega una lectura oculta que deviene en un drama social dentro “Sharknado”: los tiburones no son más que inmigrantes sin papeles que viven duramente en el interior de un tornado y necesitan alimentarse para poder sobrevivir. ¡No sean tan duros con ellos! ¡Usted hubiera hecho lo mismo si hubiera acabado atrapado en un ventoso torbellino privado durante días de alimentos!

Uno de los comentarios más frecuentes desde el estreno de la ignominiosa obra ha sido que el padre de Clark Kent en “Man of Steel” tendría que haber sido absorbido por un Sharknado en vez de un tornado tradicional para ver aquello que hubiera hecho el supuesto hombre de acero. No obstante, el guionista de “American Battleship”, seguramente bajo los efectos de la cocaína durante la escritura en una noche del libreto, no necesita superhéroes creando unos personajes geniales, inolvidables y carismáticos —borrachos aferrados a la silla del bar, camareras que superan sus traumas a golpe de escopeta, seres uni-neuronales con los huesos más inquebrantables de la serie B o los divorcios más traumáticos con hijos tróspidos secretos arrojados a medida que avanza la desopilante trama—. Con Ian Ziering y Tara Reid presidiendo el reparto, Los Ángeles son amenazados por tornados y tiburones sedientos de sangre mientras que al otro de la pantalla el espectador no puede evitar revolverse por los suelos de su morada cual escualo expulsado de un tornado.

Todo podría quedar resumido en el gran letrero de HOLLYWOOD arrasado por ese ciclón llamado The Asylum y aplastando a un señor que parece un clon de Santiago Segura. El mockbuster quiere dominar la meca de los sueños y no importa el raccord ni el risible chroma key o los peores defectos especiales de la historia de la Serie Z. Aquí lo fundamental es escupir un continuado canto a la estupidez entre todos los clichés y bikinis posibles. Sirviéndose de la reunión y cohesión familiar spielbergiana ante una amenaza venida del cielo como en “La guerra de los mundos”, Ferrante y Thunder Levin han firmado una mastodóntica locura con lógicas lagunas de guión: ¡la película no tiene fallos, algunas partes explicativas fueron comidas por los tiburones! Su desenlace brutal, lírico y completamente prodigioso es el insulto y espejo que necesitaba el mainstream para someterse a las nuevas reglas del firmamento de esos ávidos escualos digitales cada vez más reales llamados The Asylum.

Esperemos que “Sharknado” sea una simple aleta que emerge del mar catódico para salir definitivamente en su imparable e inminente secuela. ¿Tiburones vampiros? ¿Escualos zombis? ¿Tiburones con superpóderes después de alcanzar la estratosfera y comerse a Felix Baumgartner? ¿Sharkaggedon con bestias marinas del espacio exterior cayendo en meteoritos? Bienvenidos al mundo del mockbuster-motherfucker donde todo es posible. Bienvenidos a “Sharknado”, la mejor peor-película de la presente década e incuestionable clásico del cine cutre.
Maldito Bastardo
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6
15 de diciembre de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
J.J. Abrams ha diseñado una película admirable de entretenimiento desquitándose de cualquier tipo de complejidad en su trama, hecho que no que descarta que su guión esté muy pulido y delineado perfectamente potenciando a sus personajes. Incluso cierto ‘desnudo’ injustificado podría divisarse como en anhelo del público por girar el cuello de Kirk y ocupar su punto de vista para romper el fuera de campo. Los espectadores ansían mirar… y el director de “Super 8” ejemplifica el entretenimiento en curvatura para ofrecerles el festín que desean.

La oscuridad anunciada en su título no hace mención ni referencia a cualquier moda nolanista sino a la exploración de la muerte y el sacrificio como resurrección y cambio interior inspirándose en homenajes propios de la saga. Podemos debatir si Khan/John Harrison (Benedict Cumberbatch) podría haber sido prolongado crecidamente en el metraje como villano o si tenía que haberse tragado sus lágrimas ¿de cocodrilo? Más allá de decisiones morales, “Star Trek: En la oscuridad” brinda el reflejo de personajes en la tinieblas equidistantes que ofrecen el propio Khan y Marcus —interesante el rescate abramsiano de Peter Weller— sobre Kirk y Spock. Las dualidades morales entregan una interesante lectura sobre el terrorismo, la venganza y el militarismo por encima del honor que acerca a la sociedad a legitimar proposiciones racistas y belicosas para enderezar su supremacía sobre el resto. Los torpedos (de protones) asesinos van a guiarnos hacia un dislate entretenidísimo y un eclipse de la nave Enterprise sobre nuestro mundo y planeta, como icono y metáfora de una nueva deidad del mainstream.

Aparte de superar a “Star Trek” (2009) para establecer una mejor y más completa precuela, su look juvenil y atractivo expone los resortes del cine de entreteniendo entre los destellos con los que Abrams inunda la puesta en escena. Pero lo más gratificante de “Star Trek: En la oscuridad” es que los conflictos y necesidades de sus personajes no ceden a la gratuidad del espectáculo rellenado los huecos del efectismo con el que debe convivir la acción de la cinta. Conocedor de que no puede reinventar el cine sometiéndose a los cánones y moldes de las corrientes principales hollywoodienses, el creador de “Alias” y “Perdidos” nos ofrece una torsión de la distracción y el pasatiempo sobre motores de última generación para procurar una salida y futuro. Conocemos el punto de origen y el destino pero Abrams nos invita a fijarnos en el juego de luces de todo artificio y estela de cualquier icono proyectado en una pantalla y, por extensión, universo.
Maldito Bastardo
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1
15 de diciembre de 2013
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Juan Piquer Simón es uno de los más admirados directores para todo fan de la tróspidez cinematográfica nacional, nuestro Ed Wood natural. “Los nuevos extraterrestres” es, además, nuestro BODRIO más internacional gracias a su inolvidable aparición en “Mystery Science Theater 3000”, que catapultó la anti-obra maestra a figurar eternamente en el Bottom 100 movies de Imdb y ser una de las 100 Peores Películas Españolas de Todos los Tiempos. La frase que resume la película es la siguiente:

«Los hombres te buscan primero por tu carne y luego por la de ternera… pero está visto que si no tienes una linda cara no hay nada qué hacer».

La carne cinematográfica de “Los nuevos extraterrestres” está compuesta de niebla —más que en todas las películas de Jack el destripador juntas— y una conexión inmediata con “E.T., el extraterrestre”. Cuenta la leyenda que el filme de Piquer Simón fue concebido antes que la cinta de Spielberg y que los productores obligaron al director a rebajar la violencia y poner más parecidos con “E.T.: The Extra-Terrestrial” durante el rodaje, debido a la coincidencia de ambas cintas y acrecentar el oportunismo en taquilla. La obra embrionaria, por lo tanto, quedó mutilada y su cercanía a la Serie B de los 50 o a “Alien” fue reciclada posteriormente con otras modificaciones para su distribución internacional a finales de los 80 con insertos de otra película para sus títulos de crédito. Así, estamos ante un filme mutante alejado de esos otros mockbusters o turksplotation, como “El E.T.E. y el Oto” o “Badi”, defecados desde la aparición de la ‘tortuga cuelli-larga’ parida por el director de “La guerra de los mundos”.

La otra realidad, aparte de que en la película se alterna con el ‘día’ y la ‘noche’ incluso dentro de la misma secuencia, es que está claro que si no tienes ‘una linda cara’ no hay nada qué hacer. A la ignominiosa película Juan Piquer Simón le pasa algo parecido. Pese a los pocos medios, pésimas actuaciones, nulo e injustificado guión y acabado cutre-total, el director de “Supersonic Man” o “Slugs, muerte viscosa” siempre pensaba en el consumado empaque de cine norteamericano de la época. En “Los nuevos extraterrestres” únicamente la aparición de Concha Cuetos —incrustada en nuestro recuerdo gracias a “Farmacia de Guardia”— y los paisajes de la Sierra de Guadarrama podrían remitirnos a estar viendo una película casposa-patria. Luego tenemos a Trumpy (Trompi, para los amigos), que forma parte de una raza alienígena nacida de un huevo, y que responde con violencia a las amenazas y ‘cosas mágicas’. Es una especie de cruce (y mucho antes) de Vomitón y Alf alimentado con leche y cacahuetes y fan del Simon. La película consigue ser tan-tan-tan-tan-pero-que-tan-confusa —entre cantantes con un ego más grande que las tochas-aspiradoras de los alienígenas maléficos y peludos, cazadores furtivos más perdidos que el guión de esta cinta y guardabosques y pueblerinos de la zona con hijos tróspidos— que acabamos por desconocer qué ‘narices’ (nunca mejor dicho) hacen los evil-E.T. al otro lado del Atlántico ni cómo llegaron desde el espacio allí. Ese conglomerado de premisas junto a los peligrosos alienígenas, cruce de cerdo y oso según los protagonistas del engendro, no lo arregla ni un plan belleza de siete días…

Queda claro que la película debería haberse llamado “Huevos en la noche”… porque hay que tener güevos para no tirarse al suelo de la risa con semejante BODRIO. De hecho, los fans de MST3K siempre han indicado que el capítulo con esta película de telón de fondo fue el mejor con diferencia. Las aventuras de Trumpy son indispensables para todo fan de la cultura basura, cine cutre y arte del absurdo. Por favor, no abandones a Trompi… no abandones a “Los nuevos extraterrestres”.
Maldito Bastardo
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1
15 de diciembre de 2013
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vendida como la primera (y única) película de zombies en Mallorca, los creadores de “Mallorca Zombie” cometieron otro terrible FAIL hasta en su frase promocional. Del póster, uno de los peores de la historia, mejor no hablar… La existencia del telefilme alemán “Amenaza en el mar (Hai-Alarm auf Mallorca)” y la zombificiada audiencia que consiguió sobrevivir al trauma (sin cerebro) datan de 2004. Realmente estamos ante una cinta amateur rodada con escasos 6.000 euros y muchas ‘intesiones’ y ‘corasón’ por encima del descerebre que empapa la obra y que impide unos resultados visibles, aunque sí risibles. Incluida como la tercera peor película made in Spain de todos los tiempos misteriosas puntuaciones aparecidas en Imdb desde la publicación de la lista han tratado de maquillar un resultado un tanto injusto. De maquillaje precisamente trata el asunto: la fragmentación del guión en episodios y su vocación cachonda, para seducir a las entrañas de la audiencia, se han convertido en su erradicación y fusilamiento por parte de la misma. No hay convencido, a juzgar por furibundas críticas y puntuaciones publicadas en Filmaffinity, que la película no tenga una trama única y lineal provocando que el afilado dedo acusador se incruste sobre la cutrez y malas interpretaciones de la propuesta. ¿Los proyectos colectivos se pagan con el despedazamiento en vida de esa gran turba asesina llamada espectadores?

Considero que el ensañamiento sobre “Mallorca Zombie” es algo desmedido. De acuerdo, en un P-E-D-A-s-O de B-O-D-R-I-O… pero la buena Serie Z siempre ha sobrevivido por la empatía que ha despertado a una audiencia afín. ¿Funcionaría mejor el invento como una webserie o cortometrajes completamente independientes sin depender de ningún tipo de cohesión semejante a un largometraje? La idea pudiera ser interesante si fuera una especie de visión social de la novela de “Guerra Mundial Z” traslada al encanto mallorquín, pero hacen falta mejores ideas por encima de la ambición sin medios. Creo que debería ser más autóctona y especial, ciñéndose a la marca regional donde quiere estar englobada; ya sea utilizando el baile de las bestias o una batalla de Moros, Cristianos y Zombies o un baile de Cossiers para patear putrefactos cerebros. ¿Si vendes un largometraje como la primera y única película de zombies en Mallorca no debería tener un componente por encima del escenario? ¿No convendría (saber) reírse de todos los clichés? ¿O es imposible hacer algo grande y al mismo tiempo cutre?

Desde un zombie vegetariano que se enamora de una humana, integrando una parodia a “Kung Fu” y el cine de artes marciales, hasta diferentes puntos de vista sobre una Apocalipsis Zombie en Mallorca por culpa de la comida basura, los desiguales formatos, insertos publicitarios y heterogéneos argumentos tratan de formar un mosaico de viscerales retales de la cultura audiovisual sobre los muertos vivientes. Buscar referencias, como apetitosos cerebros que devorar, al igual que vomitar ilusión, ganas y trabajo es tan admirable cual peligroso. Una vez expuesta una obra, del mismo modo que le pueden ocurrir a las películas de Pablo Parés, te arriesgas a la bofetada general por encima del beso particular. Si has participado en “Mallorca Zombie” te parecerá una recomendable ocurrencia, si te encuentras al otro lado una auténtica bazofia sin sentido y apenas gracia. No obstante, en esta película se respira la putrefacción, vergüenza ajena y, sobre todo, un intento de iniciar un trastornado movimiento hacia el zombie que todos llevamos dentro. Algo bastardo que los bastardos siempre agradecemos, pese a que lamentablemente a los autores no les faltó ‘corasón’ sino ‘serebro’. Si hacen una segunda parte espero aprendan de sus errores o busquen vías exploitation para hacer un producto más jugoso para esa audiencia general que siempre tiene la escopeta cargada.

NOTA: Me niego a hacer una review completa de la aberración por respeto a cinecutre.com. ¡Qué trabajen otros que hoy estoy en zombie mode!
Maldito Bastardo
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