Parece como si alguien hubiera estando buscando un argumento tan interesante como el de "Crash" de Cronemberg. Y parece que, tras lograrlo, quiso no hacer una copia exacta. Y se quedó a medio gas.
Pese al interés que demuestran los actores en hacer creíbles sus papeles, la película (aunque interesante) me dejó insatisfecho. Quizás incluso más por el final, cuando se da una explicación que une la vida de los dos protagonistas principales. A lo mejor dicha explicación sobraba, o hubiese podido contarse de otro modo.
Aún así, el filme no deja de carecer de interés.

Hacía tantos años que no veía esta película, que temía que se hubiese convertido en otra película "imperio-colonialista". Pero la gran película de mi infancia seguía ahí.
La inolvidable escena del cuartel lleno de soldados muertos, apostados en sus posiciones, me sigue impactando. Y el "flashback" de la infancia de los protagonistas sigue resultando revelador y refrescante, aunque hoy fuera bastante inimaginable. Por otra parte, acostumbrado a tanta violencia y sangre gratuita, sorprende ver que con unas pocas miradas y gritos del malo de la película, comprendamos el horror por el que están pasando los protagonistas.
"Beau Geste" es un ejemplo de lo mejor del cine de una época. Un cine más "sano" en cierto sentido, con una cuidada "inocencia" que convierte a la película más en un "cuento oscuro", que en una historia profunda y creíble en estos tiempos. ¡Pero qué gran "cuento"!
Estupenda dirección y actuación de los protagonistas.

Pues eso: Que uno se va creando prejuicios, y al final se pierde un buen rato.
Evidentemente, surgen las comparaciones con Tim Burton. Y ahí no hay comparación, sea buena o mala. Brad Silberling demuestra poseer un estilo propio. Su narrativa es menos oscura que la de Burton, sin que por ello los personajes carezcan de "densidad". Los niños realizan unas actuaciones más que notables, a la par del coro de actores adultos.
Los decorados y efectos especiales nos retrotraen a un cine de hace décadas, que recuerdan a la original "Charlie y la fábrica de chocolate", protagonizada por Gene Wilder, o al "Profesor Dolittle" (sé que el titulo no es exacto), con Rex Harrison adelantándose en el tiempo a Eddye Murphy. Son coloristas, imaginativos... ¡Y en gran parte, de verdad!
Las historias se entrelazan a buen ritmo, aunque al final se nos quede con ganas de más, sobre todo ante tal número de buenos actores y actrices.
¡Vamos, qué como digo, no debí demorarme tanto en verla!

Exquisita película, con una notable realización y unas interpretaciones notables. Russell Crowe se nos revela como un actor todoterreno. Tal vez unas de las mejores talentos surgidos en las últimas dos décadas. Por su parte, Jeniffer Connelly aprovecha bien una de las escasas oportunidades que tienen hoy las actrices estadunidenses para ser algo más que un cuerpo en el cine actual. El resto de las actuaciones son igualmente notables. ¡Aunque en el caso de Ed Harris eso se da por sentado!
En cuanto a la historia, al final me resulta más admirable el logro psicológico de un esquizofrénico capaz de superar una vida donde las alucinaciones lastran su realización personal, que sus logros científicos y lúdicos (fue el co-inventor del juego "Hex"). Y resulta también impagable contar con una mujer como la que él tuvo a su lado.
La pareja protagonista de esta historia pereció este año en un trágico accidente. Juntos, incluso en la muerte.

La verdad es que esta película te deja a la espera de algo más... Y de algo menos. Algo más de desarrollo y profundidad del argumento. Y algo menos de previsibilidad. De momento, ya sabemos, casi con sólo empezar que al maltratador le van a parar los pies Redford y Freeman. Se podía haber buscado otra salida más ingeniosa.
Pese a todo, esta película tiene el acierto de la elección de actores. Robert Redford y Morgan Freeman son monstruos que devoran la pantalla, incluso sin hablar. Y Jennifer López realiza una actuación sólida, creíble y atemperada, mientras que otra actriz (ocasional o no), hubiera caído en el histrionismo fácil de muchas producciones semejantes.
Y luego está el oso. Como del problema de Jennifer y su hija, tenemos a Freeman y el oso, efectuando papeles reflejos de los de Jennifer y su ex. De hecho, y aunque adoro a Redford: ¿No estaría mejor el filme sin este, o bien con este, pero puesto en la tesitura de Freeman?