Intriga muy similar a la posterior "La dalia negra" (Brian De Palma, 2006) donde se investiga la brutal muerte de una prostituta. El film está ambientado en los '40 y se basa en una investigación policial pero estéticamente queda muy lejos del cine negro, nada de sombras, penumbras, o ambientes húmedos; ni femme fatales, ni detectives con problemas internos -más allá de la relación Duval/DeNiro-.

El problema más grande de "Confesiones verdaderas" es que tiene dos tramas muy diferentes intentado entrelazarse, algo que nunca sucede. Por un lado una investigación policial y por el otro una crítica a la corrupción de la Iglesia, el único elemento en común es que el principal sospechoso de lo primero es parte de la corrupción de lo segundo. Pero está tan mal llevado todo que me cuesta seguir la investigación policial, que por otro lado está muy mal narrada, las pruebas aparecen de la nada, las pericias no son mostradas, en una escena Duvall va a la posible escena del crimen sólo y toca todo sin guantes ni nada -una cosa es que sea el '48 y otra que no haya rigores de ningún tipo-, y ni que hablar de la pésima resolución del caso. Lo de la Iglesia por si sólo tampoco aporta demasiado, además hay muchas subtramas coexistiendo como la expulsión del monseñor anciano.

Nunca se llega a entender la idea de que el personaje de DeNiro tenga debates internos o problemas de conciencia, más bien se lo ve como un hombre preocupado por el dinero al que le importa poco pasar por encima de los demás.

Será malo el montaje que el film es un flashback en su totalidad y me he dado cuenta de ello recién al final cuando veo el contraste de maquillajes.

Destacar las actuaciones que son lo mejor del film, los cuatro hombres que llevan adelante el film: Duvall (como el detective), DeNiro (como el monseñor hermano de Duvall), Durning (el sospechoso y principal benefactor de la Iglesia) y McMillan (el compañero de Duvall).

Lo mejor: el reparto.
Lo peor: un montaje de pena y un guión que intenta abarcar más de lo que puede.

Bruce Lee es un tipo que se carga a quien sea, a la Familia Corleone, a los goodfellas, a los perros de reserva, a Jules y a Vincent, y es el único hasta el momento en tener el honor de vencer al Dios Chuck Norris -capaz de destruir el mundo con sólo sonreír- que no pudo ni rozarle con sus patadas giratorias en ese mítico duelo final en el Coliseo romano.

La película es mala con ganas y porque quiere serlo, si hasta la mezcla de sonido es autoparódica, además de esos problemas intestinales que sufre el protagonista que son bastante bizarros.

Pero cada vez que veo a Lee tronarse los músculos para empezar a pelear en su posee de tigre o dragón me dan ganas de ponerle un 10, y es que esas coreografías de acción ya no se ven, ya nadie las filma como en esta época. El kung fu setentero sería de bajo presupuesto, bizarro, tendría guiones de pena, pero el kung fu que veíamos era real, era emocionante. Algunos preferirán ver la WWE pero yo sigo pensando que en el cine hay lugar para estos héroes cuyo carisma radicaba en dar tortazos a mansalva pero con gracia y elegancia, no como los de ahora que de no ser por el montaje darían lástima.

En fin, si eres fanático de la acción la adorarás, cualquier persona sin necesidad de ser cinéfilo se da cuenta de las carencias argumentativas y de presupuesto que tiene el film pero así como el protagonista de "Escape salvaje" (Tony Scott, 1993) -álter ego de Tarantino- prefería pasar su cumpleaños viendo estas películas antes que estar haciendo cualquier otra cosa, yo también soy capaz de dejar de lado los prejuicios de cinéfila para disfrutar de los movimientos únicos del Dragón.

Lo mejor: Bruce Lee.
Lo peor: los malos, excepto por Norris, dan risa.

A veces cuando una revisa algunas candidatas al Oscar se queda perpleja. Este film de Nichols es una de esas películas que se caen de simples y que sin embargo aspiró a 6 Oscars (?). La historia no pasa de ser el típico argumento de telenovela donde una chica pobre asciende inexplicablemente a golpe de pulmón en su trabajo mientras se enamora del chico lindo, rico e inteligente; y la mala es la típica inescrupulosa.

Dejando de lado la chillona e insoportable voz de Griffith, ¿qué hizo para merecer una nominación al Oscar? Su actuación no va más allá de la típica sufrida muy en plan "Flashdance" (Adrian Lyne, 1983) pero cambiando el baile por los negocios de oficina. La que se sale es la Weaver haciendo de mala, Ford no aporta nada más que su cara de Indiana seductor, y por allí aparece Joan Cusack como la secundaria pasada de rosca que da gracia por los excesos del personaje en si -además de que es una actriz que destaca en comedia-.

El guión es plano y está cargado de clichés, no hay gags o momentos que saquen carcajadas, y lo peor es que hay cierto tono machista. Al principio uno espera que el film sea feminista, el hecho de que ahora la jefa es mujer y que parece ser una persona moderna que escucha a su secretaria, etc.; pero luego descubrimos que la nueva jefa es peor que todos los hombres y por si fuera poco el héroe termina siendo Ford -que injustificablemente aparece acreditado antes que las dos damas (?)-.

Lo mejor: "Let the river run", el bello tema de Carly Simon cuya melodía acompaña toda la película.
Lo peor: un argumento de lo más simplón llevado a la pantalla con más simpleza aún.

Hay actores que son malos pero encasillados en ciertos papeles funcionan, caras de póker como Seagal venden bien en acción, Bruce Willis con poco fue un carismático duro de matar y sin ir más lejos hay comediantes muy limitados en gesticulación que saben moverse en su salsa como Ben Stiller. Pero Costner queriendo jugar al héroe es algo que no soporto, ya me había indigestado con su "Danza con lobos" (Kevin Costner, 1990) donde aparece en el 90 por ciento de los planos y ahora se cree que con su sola presencia basta para sacar adelante este producto pero no, es un bodriazo y su anticarismática cara lo rectifica aún más.

El guión es malo por donde lo veas, un mundo lleno de agua, un futuro apocalíptico con extraña tecnología, es decir, la moda va para atrás pero en materia armamentística andamos de vuelo, y además se ve que aún hay fábricas de cigarrillos que venden cajillas??????? La trama se reduce a que una niña tiene tatuado un mapa y por eso la persiguen pero es tan absurdo, a nadie se le ocurre copiar el mapa??????

Lo peor es que no sólo Costner es anticarismático sino que su personaje es repugnante, golpea niñas y mujeres, además de que el film tiene un tono bastante machista. Tampoco se justifica una relación entre Costner y las dos mujeres (Tripplehorn y la niña Majorino). Ni que hablar que el malo no puede estar más estereotipado.

Y al final hay un giro en plan "El planeta de los simios" (Franklin J. Shaffner, 1968) que retumba de pretencioso y patético, lejos de ser reflexivo termina por dar gracia. Es que ni siquiera aparece el mensaje cliché "salvemos la Tierra" porque su relato es tan fofo que no hay forma de nada.

Lo mejor: Tina Majorino, qué niña más carismática, le daba 15 vueltas a la Fanning, incluso a la Breslin.
Lo peor: el guión y la cara de Costner.

Un relato de cine fantástico inglés que recuerda un poco a "La invasión de los usurpadores de cuerpos" (Don Siegel, 1956) en su argumento pero que se recrea en una atmósfera más expresionista. Krish utiliza los planos oblicuos de su compatriota Carol Reed para darle inestabilidad a las escenas y se ayuda de un tratado de los planos en capas muy interesante donde el protagonista queda en un primerísimo, un secundario en primer plano abierto y el otro en un plano medio cerrado. La atmósfera de misterio está sumamente lograda, aparece una escalera a lo "Vértigo" (Alfred Hitchcock, 1958), tenemos una banda sonora agobiante y constante durante todo el relato, y el sorpresivo final es genial.

Es muy aplaudible que el director logre que casi no se note el bajísimo presupuesto, lo único que realmente le atenta en contra es la mezcla de sonido, pero el resto está realmente muy cuidado. Demuestra que no son necesarios efectos visuales, ni cosas "raras" para hacer ciencia ficción y con una economía básica de recursos logra un film más que digno y divertido.

Hay que destacar las solventes actuaciones de Neville y Stone, a un Newell que aporta la cuota graciosa y la exótica Licudi y sus súper ojos -no-pestañeantes.

Lo mejor: una atmósfera envolvente.
Lo peor: una edición de sonido defectuosa.