Deshilvanada, incongruente y casi siempre bastante absurdo relato sobre un personaje representado en dos fases diferentes de su vida mostrado en flashbacks. No se entiende muy bien qué es lo que nos quieren contar de él, qué es una persona que vive abstraída del mundo real y qué sueña con vivir en el suyo propio inventado, o no es inventado, qué tiene visiones de hechos catastróficos que van a ocurrir. Todo está narrado como si nadie en la película se creyera qué es lo que está pasando y el espectador en este caso mucho menos.

Se agradece querer estimular al espectador con imágenes sugerentes, impactantes llenas de originalidad, que pueden impresionar por su belleza plástica, muchas de ellas salídas del mundo del vídeo-clip; pero cuando todo ello queda enmarcado en una narración vacía y absurda, llena de flash-backs que se pierden... . Y con todo ello la historia y los personajes van pasando por allí como almas en pena, amén de la violencia gratuita que nos encontramos, que puede llegar a rebajar aún más a la película
Lástima Sr.Fincher que no sepa conseguir una buena narración, unos personajes más creíbles y enlazar todo ello con las ideas interesantes y originales que puede tener la película.

No creo recordar haber visto en pantalla tal cúmulo de despropósitos y absurdos en tan poco tiempo con la excusa o intención de conmover, es una demostración deplorable, demencial, llegando a tal ridículo que merece el calificativo más despreciable que pueda existir.
En el prólogo va mostrando las cartas en cuestión: bastantes personajes que se nos dan a conocer en diferentes situaciones,(todas ellas relacionadas con el amor o sentimientos que se le quieren acercar o parecer), que por cierto las van marcando con sus respectivos nombres no sea cosa que nos perdamos ante tal avalancha de gente que va pasando por pantalla.
Es de juzgado de guardia cada vez que abren la boca, van pasando de un escenario a otro con sus respectivos personajes a una velocidad de vértigo, nada tiene el mínimo sentido y lógica.
No logro entender como este espléndido elenco de actores pudo elegir un guión que bien podría entrar en la lista de los más deseados por la comunidad de pirómanos o de fabricantes de pisapapeles.
Y lo de las buenas críticas, pues una decepción más.
Es muy posible que la empresa fuera difícil al tratar de aunar tantas historias y personajes a la vez ,a diferencia de centrarse solamente en una y sacarle así el máximo partido; lo que no puede ser es tratar a cada historia y personaje como si fueran monigotes de papel enganchandos a alguien por la espalda el dia de los inocentes.

Es evidente que las malas críticas se debe a que la producción es modesta.
Si se evitan esos prejuicios pueden pasar un buen rato.
Comedia ligera, bien interpretada, con cierta ingenuidad pero agradable y con cierto toque de misterio.
Y es que no es fácil mantener con orden los diferentes frentes con que se desenvuelve y que formen un conjunto bien avenido.
El optimismo que reina en todo momento parece ser demasiado lastre para que haya convencido; y no tiene porque ser así.

Poderío visual en su máximo exponente: más pirotécnia, más acción, pero menos cimientos para todo este increíble y admirable ejercicio de intrépidas acciones que no dan respiro alguno.
Siendo éstas muy logradas y entretenidas se les echa en falta unas bases más orquestadas que les den más sentido, que den más pie para que ocurran.
"Batman begins" está mejor narrada y enlazada (teniendo en cuenta que gran parte de ella transcurre a base de "flash-backs"), en ésta todo va pegando saltos con menos sentido e interés.
También es de destacar la falta de carisma y de lógica interpretativa que en la anterior tenían y aquí no como son en el caso de Michael Caine, Morgan Freeman y Gary Oldman. Sorprendente la actuación de Maggie Gyllenhaal por su falta de adaptación en un papel que parece que se le ha impuesto a la fuerza.
Mención aparte es la meritoria y conseguida interpretación de Aaron Eckhart en un doble papel que consigue dominar notablemente.
Y lo que llama aún más la atención es la falta de protagonismo del héroe de la película, quién queda lamentablemente en un segundo plano, parece que nos encontramos ante una marioneta en manos del malvado de turno, un títere sin cabeza incapaz de hacer valer su condición de superhéroe.
Vale que todo esto es para hacerle renacer de sus cenizas y para finalmente demostrar que la justicía es lo que tiene que prevalecer y que los que tienen que ganar son los buenos y los malos tienen que dejar de imponer sus leyes para que reine la paz.
Pero mientras tanto quedamos totalmente anonadados y estupefactos ante el verdadero protagonista de la película, el precursor del mal más absoluto quién con su verborrea, cierta locura de megalómano y tendencia a la destrucción, a crear un caos temido por toda la ciudad, a conseguir su primer objetivo que es aniquilar a su principal adversario: Batman.
Heath Ledger consigue con su papel de "Joker" arrinconar por completo al de Christian Bale, asume por completo un protagonismo que no se si en principio se le estaba designado.
Inunda por completo la pantalla con su presencia y con un rol muy exigente, el de ser el epicentro absoluto de la película, sobre quién gira por completo el argumento y el que hace y deshace todo lo que ocurre.
De bien seguro que después de esta magnífica interpretación se le va a añorar aún más a este excelente actor australiano.
Recomendable para quedar literalmente aturdidos ante tal avalancha de grandioso espectáculo.