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Críticas de Jinete nocturno
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Críticas 177
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
6
12 de septiembre de 2010
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
He aquí que estaba navegando por el “internete”, buscando el clásico de Brian de Palma de idéntico título, y en esto que, gracias a la incompetencia de algún adicto al copy-paste, me he topado con esta “rara avis” que por lo visto –sólo hay que mirar los votos que acumula a día de hoy- no ha visto ni la madre que la parió.

Supongo que mi anterior frase ya ha provocado que muchos de los lectores, cinéfagos más allá de toda decencia y dispuestos a devorar cualquier cosa emulsionada en celuloide con tal de poder decir “mira, esta le tengo votada”, empiecen a salivar descontroladamente y pongan el “emule” a echar chispas. Sin embargo, en este caso me atrevería a sugerir que no se apresuren a ponerla en “descarga prioritaria”. Y es que la película, para qué vamos a engañarnos, no es nada del otro jueves. Ni fu ni fa. Ni chicha ni limoná.

No, esta película, al menos en lo puramente formal, no es ningún desastre. Sería un tanto injusto decir lo contrario. Hay que reconocer que el conjunto se deja ver y que sólo naufraga claramente al final debido a un desenlace argumental pueril y un tanto absurdo. Las actuaciones, la fotografía, la música… Todo es “decente”, aceptable. Correcto. Es más, no me atrevería a decir que resulte “exactamente” aburrida… Pero, ¡ay!, el problema es que de ahí, de “correcta”, no pasa. Ni por un momento consigue estar a la altura de las expectativas que provoca el agradable y pútrido aroma a Cine Negro de sus minutos iniciales, que prometen infinitamente más de los que finalmente se nos brinda. Porque, sí, tras arreglárselas a base de abrir más y más frentes argumentales (a cada cual más retorcido y sugerente) para poner los dientes largos y conseguir intrigar al respetable, la película comienza rápidamente a divagar y a perder gas, deshaciéndose como un azucarillo hasta desembocar en unos de los finales más tontorrones y “light” que me he metido entre pecho y espalda.

En resumen, podría decirse que pocas, poquitas veces una película ha llevado un titulo tan mentiroso: de “fascinación” nada. Y es que si de algo peca, es precisamente de su falta de nervio y de su nula capacidad para ofrecer algo digno de prevalecer en el recuerdo del respetable.

Perfectamente prescindible y casi inevitablemente olvidable.
Jinete nocturno
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8
5 de septiembre de 2010
40 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya iba siendo hora. El infame Lucas por fin, un cuarto de siglo después, ha hecho una "película". Primero nos provocó vergüenza ajena con esa solemne memez titulada “La Amenaza Fantasma”, un completo despropósito carente de nada lejanamente parecido a un guión y que sólo podía satisfacer (parcialmente) a aquellos espectadores que no hubieran cumplido los doce; será recordada por habernos dejado uno de los personajes más odiosos de la historia del cine: el puto Jar Jar. Después, nos empachó con esa soporífera ración doble de almíbar que es “El Ataque de los Clones”, una película que, obviando la inverosímil historia de amor entre Amidala y el niñato de Anakin, contenía algunas derivas argumentales interesantes, sí… Pero que el bueno de Lucas, el sólito, se encargó de joder con sus típicas gilipolleces, su grotesco festival de “fuegos artificiales” y la patética, eterna y argumentalmente nula dichosa batalla final…

Y llegamos a esta “La Venganza de los Sith”. Y esto es otra cosa… En fondo y en forma.

Para empezar, y no es poco, ésta resulta infinitamente más entretenida y estructuralmente redonda que sus soporíferas y perfectamente prescindibles precuelas. “La Amenaza Fantasma” duraba una hora y tres cuartos y parecía durar tres. “El Ataque de los Clones”, dos horas y media, y era como un parto… Ésta, dos horas largas... Y se te hace hasta corta. Son las ventajas de tener guión, supongo.

Porque, sí, la película, faltaría más, contiene su buena ración de sandeces digitalizadas y de batallas interminables adornadas con diálogos que parecen escritos por un niño de ocho años –nefasta la escena de Palpatine encadenado, y completamente prescindible el personaje de Grievous- : es el inevitable “estilo Lucas”. Pero también nos ofrece un retrato, el de la caída de la Anakin, narrativamente irreprochable; en el que los acontecimientos se desarrollan según una lógica intachable y coherente y dónde los personajes muestran una intensidad y una variedad de matices, una verosimilitud, que resultará inconcebible a cualquiera que haya tenido la desgracia de toparse con la pueril “La Amenaza Fantasma”. Y es que la lucha interior y la angustia de Anakin, y a pesar del gris Christensen, se pueden tocar con los dedos.

A esto hay que añadir detalles tan inesperados, refrescantes y solventes como la ambigüedad moral de los Jedi, que no dudan en incitar a la traición a Anakin y que se muestran más que dispuestos a ejecutar a un prisionero desarmado, o la fascínate, lúcida y muy cabrona descripción de la caída de la Republica a causa de su propia mezquindad y corrupción: una impracable fábula sobre los mecanismos del poder y cómo de fácilmente puede convertirse una democracia en dictadura; Lucas pone en boca de Palpatine algunas “perlas” que, no sé porque, me hacen recordar la silueta de unas torres cayendo y a cierto texano diciendo nosequé de…
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Jinete nocturno
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5
26 de agosto de 2010
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Empezaré con una pequeña anécdota que te dejará bien claro por dónde van los tiros: La célebre nave de “Alien" iba a llamarse en un principio “Leviathan”, pero en el último momento el productor, David Giler, sugirió que quedaría más sonoro “Nostromo”.

Bueno, pues, dicho esto, he acabado: no necesitas saber más.

Y es que es exactamente eso: un remake mal disimulado de “Alien” con algún que otro añadido “para dar color” de “La cosa”. ¿Alguna diferencia sustancial? Pues, hombre, ésta se ambienta en una base minera abisal, a tres mil metros de profundidad y... Poco más. Por lo demás, va tomando de una u otra lo que le interesa con la mayor desvergüenza.

Para que te hagas una idea, haré pequeño recuento de similitudes. Si no te importa, pásate al spoiler:
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Y sin embargo, y a pesar de todo lo dicho, que no invita al optimismo, hay que decir que en su primera hora la película es más que digna y funciona. Curiosamente, y pesar de que es más que previsible lo que pasará la siguiente escena -o quizás precisamente por ello- la película consigue resultar inquietante y aceptablemente terrorífica, proporcionando un buen grado se suspense y un montón de momentos “¡No, idiota, no hagas eso!” de esos que todo amante del genero aprecia. El problema, es su media hora final, cuando terminan los preliminares y se desencadenan los acontecimientos. Llegado a este punto cualquier comparación con “Alien” o incluso “La Cosa” se vuelve insultante. Y es que la total falta de medios y la escasísima imaginación de los responsables de arte y efectos especiales consiguen que lo que finalmente aparece ante nuestro ojos, el esperado “monstruo”, más que miedo, nos dé risa: una de las criaturas más ridículas y tópicas que ha dado el género en mucho tiempo. Y si a eso le unimos un final pueril, ramplón e inverosímil, apaga y vámonos.

Desaprovechada.
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Jinete nocturno
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7
14 de agosto de 2010
37 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes que nada, una advertencia. Bajo ningún concepto veas esta película en otra versión que no sea la original. Lo repito: NO LA VEAS DOBLADA. Ni aún bajo amenaza o tortura.

Y no, no te lo digo en plan “intelestual”: esto es “Alien IV” no “Chinatown”, qué coño. El problema es que el doblaje es tan malo, tan torpe y tan criminoso que, no solamente destroza las interpretaciones (que también), sino el sentido mismo de la película: la revienta; pareciera que le ha salido de dentro un alien.

Y es que, cuando uno, casualmente, ve la versión original, descubre no pasados ni tres minutos que “misteriosamente” no es tan mala como la recuerda. En mi caso, el cambio de opinión fue radical: yo la recordaba como una insultante gilipollez sin pies ni cabeza que se limitaba a rellenar una hora y tres cuartos de metraje con gore de baratillo y diálogos absurdos, y resultó que “milagrosamente”, ahora, y sin entusiasmarme, le encontraba un agradable punto de ironía y humor inteligente.

La clave del “milagro”, cómo ya he dicho, es que el doblaje, digno de enviar a los responsables a la Haya, destroza la interpretación de los actores, ignorando las connotaciones de la voz y los dobles sentidos que quiere dársele a gran parte del diálogo (lo que le hacen a Sigourney no tiene perdón de Dios). Y aún más grave: deja bien claro que el antropoide que tradujo el guión había empezado un cursillo de diez horas en Opening que dejo a medias.

Un ejemplo. En cierto momento, el personaje de Winona Ryder se encuentra con Rypley y se extraña de que aún siga viva. El diálogo, decentemente traducido, sería algo así:

-¿Por qué te mantienen con vida?
-Bueno, son curiosos. Y yo soy “lo último”…

Por supuesto, la respuesta de Ripley pretende ser “pelín" sarcástica (como se nota a la legua escuchando a Sigourney en el original).

Pues bien, estos parias se las arreglan para que Ripley conteste (en tono neutro):

-Tienen curiosidad. Soy lo último que les queda.

Y en ese plan otras ochocientas líneas diálogo, así que imaginad el destrozo…

Y es que Alien IV es en muchos aspectos lamentable e indigna de saga, de acuerdo. No se la puede tomar en serio: el guion es absurdo y completamente inverosímil, las situaciones no tienen ni pies ni cabeza y son exageradas y ridículas hasta decir basta; el personaje de Ripley, cargado de emotividad y realismo en la de Fincher, queda aquí reducido a la categoría de “monstruo de feria”… En fin, un roto. Pero hay que decir que Jeunet jamás pretendió ser tomado en serio ni hacer un verdadero “Alien”. Está claro que está película, más que una verdadera continuación de la saga, pretende ser una gran broma lanzada a los fans. Un guiño irónico y algo nostálgico.

Y como tal guiño, y cuando se dispone de una versión decente que permite apreciar las gracietas y dobles sentidos, no está nada mal. Resulta al menos moderadamente entretenida.

Rozando el notable.
Jinete nocturno
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8
14 de agosto de 2010
39 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siento decirlo, pero está página ha crecido demasiado. Ultimamente siento "el aire viciado".
Y el resultado son promedios hilarantes construidos sobre la base de los votos de “hordas” de sujetos que no tienen NPI – no, no es el acrónimo de “Número Personal de Identificación”, precisamente- y no distinguirían “Torrente II” de “Casablanca”, pero que, eso sí, no dudan en “regalarnos” su opinión. Y así pinta: gilipolleces como Avatar se llevan un estratosférico 7.6, o la correcta (a secas) “El Caballero Oscuro” un 8.0, mientras absolutas obras maestras como “Eyes Wide Shut” se quedan en un 6.3 o películas tan FORMIDABLES como Alien 3 no pasan del triste aprobado.

Así que, visto lo visto, lo he decidido: no dedicaré ni un segundo a defender esta película. Los Evangelios ya advierten de que no conviene que echar las perlas a los puercos…

Total, ¿para qué?

¿Para qué voy a decir que es una película profunda, poética, lúcida y hermosamente pesimista? ¿Para qué empeñarse en comentar que Fincher, sobrestimando la inteligencia del respetable (y así le fue), quiso poner su atención en los personajes (muy especialmente en Ripley) y en su lucha por rechazar el mal? ¿Para qué leches perder el tiempo explicando que para Fincher el alien –como sugiere la propia Ripley en una frase del diálogo que nadie parece haber oído- es una UNA METAFORA del mal mismo?

Para qué.

Y no digamos ya reseñar lo descomunal del reparto, empezando por una Sigourney en estado de gracia que le da a Ripley un maravilloso e inédito punto de patetismo y desesperación, y continuando por un Charles Dance (Clemens), que no le va a la zaga. O ponerme a elogiar el impecable acabado de la película, impropio de un debutante y absolutamente increíble teniendo en cuenta la cantidad de palos en la rueda que le pusieron a Fincher durante el rodaje y lo mucho que se mutiló su idea original.

Para qué.
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Lo que sí haré, ya que estoy, es tratar de aclarar la cuestión de la mal llamada “Director’s cut”.

En realidad, tal cosa no existe: Fincher, resentido con las cortapisas impuestas por la 20th Century Fox durante el rodaje, se negó en redondo a participar en el montaje de esta (*) versión extendida, cuyo nombre oficial es “Alien 3 Asembly cut”. Hay que decir, por tanto, que no se trata de una verdadera versión “acabada”, de algo completo y coherente, sino de un montaje realizado a partir de fragmentos no utilizados durante el montaje final. Así que, probablemente, no todo el material incluido en ella hubiera sido utilizado por Fincher de haber podido hacer libremente su película. Por ejemplo, dudo mucho que la famosa escena del buey, que chirría bastante, fuera otra cosa que una idea preliminar ya descartada.

De todos modos, y en eso coincido con lo dicho, esta versión “ensamblada”, a pesar de ciertas lógicas incoherencia y redundancias, es una maravilla que recomiendo ver “sí o sí”. Si la versión cinematográfica te gusta, esta te sabrá a obra maestra.
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Jinete nocturno
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