Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Federico_Casado
Críticas 662
Críticas ordenadas por utilidad
9
26 de abril de 2019
28 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Porque todo gira en torno a un guante, claro. El guante de Thanos, ese que con un chasquido se ha cargado la mitad del universo. El que tiene las seis piedrecitas de colores, con más peligro que un mono con dos pistolas. Bueno, pues ahí está la madre del cordero, el alfa y el omega. Pero después del desaguisado que armó el de la cara azul y el mentón como un escroto... ¿tendrá solución?

El maltrecho universo ha sufrido la barbarie de Thanos, y poco a poco se está recomponiendo, igual que los Vengadores (Avengers, en inglés). Pero resulta que fortuitamente, alguien aparece de la nada (la nada cuántica, no haré spoilers...) con la remota oportunidad de poder arreglar las cosas. Entonces esos supervivientes -cada uno ha empezado una vida completamente diferente a la que tenían de superhéroe- se volverán a reunir para arreglar las cosas.

Han sido 21 películas del universo cinemático de Marvel, que se han hecho literalmente para encajar en este colofón que es lo más de lo más. Tanto para el amante de los cómics, como para el seguidor de las películas. O da igual, aunque no hayas leído un cómic en tu vida, o no hayas visto ninguna película de Iron Man, Thor, El capitán América, Spiderman, Dr. Extraño, Pantera Negra o la Capitana Marvel. En cualquier caso el menú está lo suficientemente bien diseñado para te hartes: son casi tres horas con mucha enjundia y fundamento. Porque ya no es cuestión de muñequitos hechos por CGI, ni explosiones. No. Es mucho más, es un guión profundo, con calado, donde los personajes se desarrollan todos. Porque todos tienen derecho a sus 15 segundos de gloria (aunque en realidad son más de 15 segundos, claro...), y lo tienen. De sobra. No se escapa ni uno. Y están todos los que son y son todos los que están. No falta nadie.

No era fácil hacer el encaje de todos los argumentos, la confluencia perfecta en este sobrecogedor final donde todas las líneas argumentales que se han ido lanzando a lo largo de los años se van solucionando, sin faltar una. Este notable ejercicio hace que quizás sea ésta la película más profunda de todo el universo Marvel, donde empezamos a conocer más profundamente a los personajes. No solo a sus superpoderes -cosa que en Marvel, desde sus inicios, siempre ha sido secundario- sino a sus motivaciones, sus perfiles, sus deseos, sus frustraciones, sus logros, sus miedos y sus valores. Esta (enorme) galería de personajes se va entremezclando, enhebrando como un hilo, para ir paulatinamente conformando el tejido de todo el guión. Es como si por fin, pudiéramos mirar con perspectiva y sin taparnos parte de los ojos, toda la historia que nos han ido mostrando poco a poco. Ahora todo se ve bien, enterito, sin cortapisas, sin sugerencias. Y lo entendemos todo a la perfección, porque todo encaja. Y tengo que decir en favor de Disney, que ha permitido que Marvel tenga un tono adulto que sinceramente, no me esperaba a estas alturas. Si, de acuerdo, hay chistes -que creo que en esta ocasión (y con prácticamente todos los personajes), encajan a la perfección y no están fuera de tono- pero además es que estamos con una película mucho más profunda, una especie de fin del camino. Un cruce final de carreteras donde encontramos la razón última todo lo que ha empezado.

El tormento y el éxtasis de cualquier amante del cine de aventuras, de ciencia ficción y de los cómics. El santo grial de las adaptaciones del cómic al cine, a gran distancia (y diferencia) de lo que hemos visto hasta ahora. Tormento porque vemos que todos esos argumentos desgranados en todas las películas, han llegado a su fin, y no hay más. Y éxtasis, porque estamos asistiendo al más espectacular, vistoso, sobrecogedor y alucinante film de superhéroes que jamás hayas podido ver. No se puede hacer mejor. En ese sentido, aplaudo sinceramente esta sobredosis que nos han planteado con este fin de juego, el final de todos los finales. El unicornio que todos esperábamos ver desde hace años. Bueno, pues ya está aquí. Es éste.

Aunque siempre he tenido debilidad por Alan Silvestri -que realizó la ya famosa fanfarria de la primera de las películas de los Vengadores- ahora se luce aún más y lleva la película hasta cotas épicas realmente impresionantes, una maravillosa banda sonora que está a la altura de las alucinantes imágenes.

Además, lo mejor de todo es la complicidad que se desarrolla con el espectador con todos los superhéroes, que ya hemos conocido anteriormente y que se han definido: ahora ya sabemos cómo van a actuar, qué van a hacer, cómo se van a desarrollar...aunque también hay un cierto margen para la sorpresa, ya que hay elementos novedosos para todos (y me sigo mordiendo el labio para no hacer spoilers, porque realmente tengo ganas...).

Lo dicho, un goce y un disfrute como he visto pocos en una sala de cine. Porque aunque yo sea un ferviente defensor de las series de televisión, de la pequeña pantalla, de youtube, de internet, de los videoclips... esta película hay que verla en un cine. A ser posible, con un pantallón cuanto más grande mejor. Y con un sonido que atrone, cuanto más, mejor. Es lo suyo. Es como un enorme castillo de fuegos artificiales, que no cabe en una cajita, o en unas gafas de realidad virtual. Porque con la realidad real (o todo lo real que pueda ser) es como se disfruta de verdad. Porque se disfruta un huevo, seas o no amante de los cómics. Aunque si lo eres (como yo) entonces es casi un maravilloso delirio. Hala, a darse un atracón. Pero bien orquestado, no es ninguna chapuza. Los hermanos Russo han sabido darle un aire diferente, renovado a lo creado por Joss Whedon, que estaba prácticamente agotado después de "Avengers 2 (La era de Ultrón)". (SIGUE EN SPOILER SIN SPOILER POR FALTA DE ESPACIO)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Federico_Casado
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3
7 de julio de 2016
24 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que llevo pregonando hace años, se hace dolorosamente patente en esta continuación, que si soy sincero, esperaba desde hace años. No porque me encante el personaje de Dory (de hecho, el personaje que más me gusta de estas dos películas es Marlin, el padre que buscaba a Nemo...) sino porque la primera parte de esta aventura marina era un verdadero prodigio en todos los aspectos. No hablemos ya de la técnica -espectacular- sino del guión, de la banda sonora, el diseño... una verdadera delicia que ha pasado ya a la historia como uno de los mejores activos de Pixar, y por supuesto de su propietaria, Disney. Pero ahora, como digo, se hacen patente las prioridades de Disney: crear anuncios para sus productos y merchadising, más que películas que se parezcan más a obras de arte (como hacía antes Pixar, antes de que fueran absorbidas por la compañía de Mickey Mouse y de que ésa misma corporación la respetara, tras la absorción).

Ahora la protagonista de la odisea subacuática es Dory, un pez con pérdidas de memoria a corto plazo...un momento ¿Pero es que eso no es lo que le pasa a todos los peces? ¿Es únicamente a Dory la que se olvida de las cosas? ¿Es una enfermedad que tiene la pobre pececita...? Parece que a los guionistas de esta segunda parte todas estas preguntas se la traen al pairo, y como es para niños, pues vamos a hacer una peliculita sencillita de entender, con personajes graciosos y que tengan muchos colorines (como la propia protagonista, de un azul chillón, o incluso un pulpo, que cambia de color...) y poco más. ¿Hay secuencias divertidas? Contadas con los dedos de una mano y casi en la resolución de la película. El resto es una (mala) copia de la primera parte, ya que si en ella Marlin buscaba a Nemo, ahora es Dory (con sus problemas de memoria) la que busca a sus padres. Un dechado de originalidad, vamos...

Si la presentadora norteamericana Ellen DeGeneres es la encargada de ponerle la voz en la versión original, en la versión española es Anabel Alonso la que dota al dibujo animado de más presencia. Personalmente en la primera parte me parecía mucho más entrañable, sin perder ni un gramo de lo divertido. Pero en esta segunda parte creo que se empeña demasiado en registros "graciosos" (entrecomillo esta palabra porque en la mayoría de los casos tienen muy poquita gracia) y no lo consigue. De hecho, he visto la película dos veces, la primera casi solo en el cine, y la segunda en horario infantil lleno de niños. En ambos casos, los chites me resultaron muy poco graciosos. Y en el segundo, tampoco fueron graciosos para los niños.

Aunque vuelva a repetir una y otra vez esta letanía en tono doliente, me duele mucho, muchísimo cómo una productora fresca, divertida, imaginativa, original, vivaz, como Pixar se haya vendido al capital de una corporación que únicamente piensa en cifras, estadísticas, y sobre todo, en ventas. Baste mirar al rededor para comprobar el despliegue de mercadotecnia que Disney ha realizado (no hablo ya de muñecos, sino de todo tipo de material incluyendo por supuesto utillería para la playa, cubiertos para comer, todo tipo de prendas infantiles, y así un largo etcétera) con la única intención de seguir exprimiendo al espectador.

Y digo yo: ¿no es más rentable crear un producto de gran calidad (recordemos que "Buscando a Nemo" tiene el Oscar al mejor largometraje de animación...) y luego explotar durante años ese prestigio, esa calidad, que crear un producto-basura de fácil consumo y digestión y atiborrar el mercado de todo tipo de elementos publicitarios para recuperar la inversión lo antes posible? Al parecer los ejecutivos de Disney lo tienen claro, y les importa muy poquito la calidad de sus películas, y su máxima parece ser la de "Toma el dinero y corre". Cuanto antes mejor, cuanto menos piensen, mejor.

Es lastimoso -y lastimero- cómo una compañía que se caracterizaba precisamente por su desbordante imaginación desde sus inicios ha llegado a ser exclusivamente una empresa que es una mezcla de fábrica de todo tipo de merchandising y agencia de viajes para parques temáticos. Es en eso en lo que se ha convertido, con todo el dolor de mi corazón -y el de muchos cinéfilos...- que hemos soñado, llorado, reído y disfrutado con La Bella Durmiente, con Blancanieves, con Bambi, con La Sirenita... y posteriormente con Woody y Buzz, con Nemo e incluso con Dory. Pero a esta parece que se le ha olvidado quién es, lo mismo que a la Disney.
Federico_Casado
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
6 de diciembre de 2011
22 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas casi exclusivamente enfocadas a un determinado segmento cultural/social, y eso es bueno y malo, según se mire. Es bueno, porque si logras conectar con ese determinado segmento -sea o no numeroso-, ese film se convierte en una especie de símbolo, en un icono de referencia en esa subcultura, creando fieles seguidores (tendríamos que remontarnos a clásicos como "Hair" o más recientemente, y de manera más universal, las trilogías de "Matrix" o "El Señor de los Anillos"). Y es malo, porque a base de utilizar las pautas estéticas, narrativas y artísticas de esa segmento, eliminas al resto del público, que difícilmente puede identificarse con el lenguaje, con el mensaje y con la estética. Personalmente, me parece que la cultura urbana del hip-hop es tan lícita y admirable como todas las expresiones alternativas al sistema establecido. Es más, resultan necesarias, haciendo reflexionar a los poderes fácticos que en muchos casos -y ahí tenemos el 15 M, el Occuped Wall Street, Wikileaks, etc.- ven muy cerca el abismo, zozobrando los parámetros que hasta ahora se erigían férreos a la hora de controlar la sociedad. Seguramente que William Gibson tendría mucho que decir del guión que Chapero-Jackson ha escrito, porque el cyberpunk está presente casi a cada fotograma de este voluntarioso, estéticamente esplendoroso e ingenuo film. No hay duda que el cine español necesita estas rompedoras propuestas estéticas en su obra, pero no es menos cierto que cuando un film tan particularmente visual no tiene un sustento argumental, uno se queda algo chafado. Girando en torno a una adolescente de extrarradio que siente que no encaja en el mundo que le ha tocado vivir, y sueña con realidades alternativas que cumplan sus ansias de libertad, "Verbo" es una llamada no a la rebelión, sino a abrir los ojos ante los sentimientos. Como lo de la píldora azul en "Matrix", solo que de verdad. O de mentira, porque, para qué vamos a engañarnos, no es más que hacerse consciente de que ha de luchar por su propia libertad...algo tan antiguo como el mismísimo Quijote, que tantas veces se cita -y homenajea- en esta película, por otra parte muy bien producida y estéticamente preciosa -repito-. Quizás el mayor pecado del film sea su ingenuidad, de una infantilidad impropia de una propuesta tan "alternativa" al sistema como esta. (SIGUE EN SPOILER POR FALTA DE ESPACIO)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Federico_Casado
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3
27 de abril de 2013
20 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde hace tiempo, Hollywood tiene marcado el tempo y la pauta de uno de sus descubrimientos más rentables: las adaptaciones de superhéroes de cómics a la gran pantalla. Tal es el negocio, que la todopoderosa Disney compró hace unos años a Marvel, la creadora de superhéroes como Spiderman, El Capitán América, Hulk, Thor... y por supuesto, Iron Man. Aunque temía como a una vara verde que Disney hiciera más infantiles a los personajes de Marvel (que en general, eran bastante más adultos que los de DC -Supermán, Batman, etc.-) he de reconocer que Disney ha respetado bastante el perfil de las historias del cómic, y se han realizado adaptaciones de lo más interesante -a pesar de que el reboot de "Spiderman" deje bastante que desear..-. En el caso de la franquicia "Iron man", una primera parte realmente buena dio paso a una segunda parte con momentos visualmente impactantes, pero con un resultado general bastante decepcionante. Jon Favreau, director de la primera parte, tuvo como guionista en la segunda a Justin Theroux, un mediocre e injustamente reconocido guionista, que destrozó el nivel. Fue puesto ahí por la Disney, para que le diera un regusto de la casa. Y bajó bastante la calidad de la primera parte. Ahora la estrella del Show, Downey Jr., ha metido a su amiguete Shane Black como director y guionista de esta tercera parte. Ya lo dirigió en "Kiss Kiss Bang Bang" y a pesar de sacarle algunos momentos brillantes, en general se nota demasiado que el que manda aquí no es el director. Es el mismísimo Bobby Downey Jr., despersonalizando hasta tal punto el personaje de Iron Man/Tony Stark, que ya no vemos sino a Downey en cada plano.

Hala, caretas fuera. Ahora Iron Man tiene cara. La tiene casi todo el tiempo, no voy a salir con la cara metido en una lata todo el tiempo, hombre. Y ese no es Iron Man -que por cierto, es como se llama la película-, sino Tony Stark o mejor dicho, Robert Downey Jr. Parece que todo ha sido dispuesto y encajado para que el protagonista se luzca a placer, menoscabando al personaje que ha de interpretar y a toda su historia. Todo puesto al servicio de la gloria de Downey, no de Stark, ni por supuesto de Iron Man, que ya no es nadie. Ahí empieza el decepcionante desarrollo de un guión realmente complejo, que no sabe a qué carta quedarse y que confunde en muchos casos, tanto por sus cambios de tono -comedia, acción, terror...- como por su dramaturgia, a veces intensa y otras tan ligera y estúpida como un chiste de colegio: Tony Stark está medio retirado de su faceta de superhéroe tras la batalla alienígena de New York junto a sus compañeros Los Vengadores. Mientras su amigo el teniente coronel Rhodes utiliza su armadura para convertirse en el arma definitiva del ejército norteamericano y en ese complejo panorama, una serie de atentados terroristas se suceden por todo el mundo, reivindicados por un misterioso personaje llamado "El Mandarín", que amenaza a toda la sociedad norteamericana empezando por el mismísimo presidente de los Estados Unidos...

Hay tantas bazas en la película que parece no tomarse partido por ninguna. Pero el problema es que no se usan, o no se saben usar todos los recursos narrativos del personaje, ni del universo Marvel. No niego la pericia de Shane Black en el cine de acción (guionista de "Arma Letal" o de "El último Boy Scout") ni en el thriller, con una interesantísima y rompedora "Kiss Kiss Bang Bang", pero ¿en el cine de superhéroes? Ni puta idea, oiga. Y eso por no hablar de las evidentes trampas que se hacen tanto en la promoción de la película como en el desarrollo del guión de la misma y que pueden llegar a ofender a los espectadores, al tomarlos literalmente como a imbéciles. Para rematar, estamos hablando de un film que NO es para niños: orgías, atentados terroristas, infidelidades... parecen no ser para nada terreno abonado para los pequeños que deben ser público potencial de todo el merchandising de la cinta -y que Disney ya se ha ocupado de tener bien cerrado, con más de 40 modelos de Iron mal...¡¡colecciónalos todos!!!-.

Probablemente Shane Black no se haya leído un cómic en su vida, o si lo ha hecho, no se ha empapado en absoluto de la filosofía de la Marvel (que estaba presente en la primera parte de Iron man).Aquí se trataba de una película de acción, y de que a Downey se le viera la cara ¿no? Ea, pues venga, a por ello. Y eso desmerece muchísimo, ya que nos queda una película de acción con muchos efectos visuales, pero que no sirven para nada. Un verdadero fiasco para los amantes del cómic y del personaje, que vemos que si en la anterior parte de la franquicia se anteponían los intereses de Disney, ahora van por delante los de la estrella del show, que parece estar un poco agotada de meterse en la piel de Tony Stark -ya que en el metal de Iron Man se mete en esta ocasión realmente poco...-.

Tal y como está planteada, y por las imágenes que hemos visto, esto huele a retirada. A final, parece que Iron Man tiene agotadas las baterías, y que el cargador se ha roto. O sea, que cuando se acabe la carga que le queda -y que es poco- esto se acabó. Una lástima, porque se ha desaprovechado miserablemente todo el potencial del personaje y del actor protagonista, que encajaba como anillo al dedo en la personalidad de Tony Stark y del atormentado Iron Man. Ahora sólo nos queda esperar para ver si el vengador metálico rojo y amarillo vuelve a surcar los cielos para salvar a la humanidad... o simplemente si Tony Stark se lía a guantazos con los malos cuando lo atacan. Yo, sinceramente, prefiero lo primero...
Federico_Casado
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
4 de julio de 2008
20 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras ver "Satanás" se te queda un mal cuerpo que pa qué; quizás porque el mensaje de "cualquiera puede ser malo" o "el mal esta dentro de todos nosotros" está articulado de la mejor forma posible, demostrando que en determinadas circunstancias y situaciones el mejor ciudadano de a pié puede actuar bastante peor que Charles Manson. No hace falta ni Linda Blair dándole vueltas a la cabeza, ni Mia Farrow obesesionada con su embarazo, ni siquiera a Zelda Rubinstein gritando como una poseída mientras que siente los espíritus de las casas, porque para ver el mal, para asomarse al verdadero infierno a lo mejor solo hace falta mirarse en un espejo. He ahí la escalofriante reflexión de este sorprendente film, que consigue hacernos sentir el vértigo de contemplar el inexorable destino de su protagonista. Pero si la película logra sorprender por algo en realidad, es porque el debutante Andrés Baiz lo hace con tal naturalidad que desarma a cualquiera, sin aspavientos y con una demoledora consistencia. Basada en una novela de Mario Mendoza, que narró los dramáticos acotecimientos acaecidos en la Bogotá de los 80, en la que un pacífico vecino llegó a una cafetería y se lió a tiros con todo bicho viviente, acabando de manera radical con muchas vidas, en esta cinta de austera factura y progresión lineal vislumbramos una maestría narrativa pocas veces vista en la actual producción internacional. A modo de una empañada visión de lo que podrían ser las normas de convivencia en una sociedad, la cinta consigue sentar unas bases tan cercanas, que cuando se desata todo el infierno -nunca mejor dicho- casi podríamos decir que lo esperábamos. Es más, quizás viendo el film cuando andemos por la ciudad, cuando saludemos al vecino del tercero, o cuando el kioskero nos de el periódico del día, estemos inconscientemente viviendo la calma que precede a la tempestad, pudiendo estallar la violencia y la maldad en cuaquier momento y de la manera más brutal. Está realizada y orquestada de manera que sea tan cercana al espectador, que aterra solo de pensarlo. No cabe la menor duda de que uno de los pilares de la cinta son las brillantes interpretaciones donde destaca el mejicano Damián Alcázar, un fantástico actor que ya tiene una nutrida experiencia en producciones internacionales, y que es el intérprete perfecto para el personaje, capaz de transmitir al mismo tiempo la mayor ternura y bondad, mezclada con un brillo de perversión que puja por salir.
Federico_Casado
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow