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España España · Valladolid
Críticas de Teresa
Críticas 606
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
4
19 de enero de 2022
43 de 70 usuarios han encontrado esta crítica útil
En parte me he sentido engañada con la creación de Ashley Lyle y Bart Nickerson, y es que los primeros minutos o el tráiler nos cuentan una historia diferente. Impactan, sin duda, las primeras imágenes, con esas adolescentes perdidas en medio de un bosque y con la «promesa» de que va a haber canibalismo como poco. Pero falla casi desde el segundo capítulo, cuando la narrativa se centra tanto en ellas cuando son adultas. Y sí, que nos gustan Juliette Lewis, Christina Ricci o la más natural de todas actuando, una maravillosa Melanie Lynskey. El problema es que no me importa su vida en el presente. Yo pensaba que todo esto iba de unas chicas y de lo que les pasa –que ya es mucho- y en todo caso, ahora que gustan tanto los flashback, pues que fueran de un año después y que ellas siguiesen en el instituto. Porque me encantan esas casi desconocidas como Ella Purnell (Jackie), Sophie Nelisse –reconozco que es mi favorita, aquí es Shauna- y la excéntrica Sammi Hanratty, aquí como Misty –y que Ricci no consigue darle el mismo aire sociópata que logra la joven actriz-. En general molan más los noventa, tanto como década, como por los actores. Parece que se ha utilizado a la nueva generación como cebo, pero luego es aburridísimo ver su vida actual.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Teresa
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8
16 de enero de 2022
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jason Reitman hace un homenaje a su padre y dirige una maravillosa recuela del metacine y es que esto no es una secuela sin más, sino que conecta directamente con lo que pasó en los años ochenta, recuperando, incluso, a muchos de sus actores originales y esto gusta a los fans. Ya he hablado en otras críticas de lo que somos el fenómeno fan de una saga en particular, y hay muchas, ¡qué no sólo existe Star Wars! Tenemos un enorme universo –y damos gracias- de cintas que se han hecho infinitas, pero las que emocionan realmente son las de este estilo. Reitman ya iba a los rodajes de Cazafantasmas con su padre y se considera el primer fan de la franquicia, por eso siempre quiso hacerle este regalo tan estupendo a su padre y también a los fans. Me han encantado los lugares de rodaje, que son impresionantes, el rollo actual mezclado descaradamente con lo antiguo, el humor –no tan bueno como en las ochenteras, pero es que Murray es Murray-, aún así me reí mucho. No me resultó un guion lento, aunque es verdad que la narrativa es más dinámica en las primeras. Pero es que aunque Reitman lleve los genes de su padre, no es él y cada uno tiene su estilo. La banda sonora de la mano de Rob Simonsen es buena, aunque se echa de menos la canción mítica que sólo aparece al final (no lo consideréis spoiler, eh). Por lo demás, ha sido más o menos como me esperaba. Estaba deseando ver guiños y no me han defraudado. Por mi cabeza pasaba una de las historias que más me apetecía repetir y lo hace de manera genial. A mí no me importa que en el fondo se parezca tanto a las otras pero con nuevas incorporaciones, tanto de la generación Millenial como de la generación Z. Están todos fantásticos. Tengo que destacar a uno de mis amores de adolescencia que es ese sexi Paul Rudd, que nos enamoró a todas como el hermanastro de Alicia Silverstone en la cinta de culto de 1995, Clueless –de la que tengo hasta una camiseta-. Está como siempre y he babeado cual Moquete en todas sus escenas. Los originales salen poco, pero se agradece y los más jóvenes, algunos conocidos por series como Stranger Things (Finn Wofhard) lo hacen fenomenal, igual que Mckenna Grace, que es igualita que su «abuelo» -ya me entendéis, guiño, guiño.

También me ha gustado que no se pasen con el ordenador y los efectos especiales y que se centren en la historia y en el ambiente creado más que en llenar la pantalla de fantasmas épicos pero sin sustancia. En esto se pasaron con el reinicio que se intentó en su momento, con el que a pesar de echarme unas risas no comulgué en modo «fan absoluto» de Cazafantasmas.

Sí tengo que admitir que he echado de menos a Rick Moranis (especialmente porque sus escenas eran buenísimas y tengo un gran recuerdo de él –por favor, ver las originales para entender esto-) y una pena, pero también un bonito recuerdo para Harold Ramis que ya no está entre nosotros.

Más recuelas, por favor, pero con amor.
Teresa
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10
15 de enero de 2022
67 de 126 usuarios han encontrado esta crítica útil
Anoche me decía mi amiga de toda la vida que si no me acordaba de cuando fuimos a ver Scream, que teníamos unos 13/14 años y que las entradas las habíamos conseguido gratis gracias al famoso programa de la radio Los 40 Principales, que en aquella época era el doble de mítico de lo que puede ser en el presente. Yo no me acuerdo. Es cierto que llamábamos mucho y que nos presentábamos a concursos y ganamos alguno, en plan camisetas de algún grupo famoso, discos o entradas para conciertos o cine y cosas así. Los noventa fueron buenos tiempos y Scream 2022 hace un homenaje que anoche me hizo reír, pero también llorar. Hoy he buscado el nombre del director, al que todavía no tengo fichado, Matt Bettinelli-Olpin, que dirigió la gamberra y maravillosa Ready or Not, y entonces en mi mente se ha escuchado un «clin, clin» porque no sabía su nombre, pero él me parece un tío que sabe lo que hace, y lo demuestra en su pedazo homenaje a Wes y a Kevin (porque también le hace guiños a él), lo que me ha encantado. Conseguir que en pleno 2022 no hables de pandemias, de gel hidroalcohólico, de mascarillas (que no de máscaras, entiéndanme), que tampoco te metan la inclusión de todo en cada imagen y que aún así sea imposible que haya muchas quejas al respecto es todo un logro. Esto sólo para empezar mi crítica, porque con Scream 2022 hay mucha tela para cortar y no os quiero contar cosas importantes (es decir, si muere alguien o quién es el asesino), me parece que esos detalles son feos y que lo divertido es la sorpresa. Es más, reconozco que no he visto ni leído casi nada de esta película hasta haberla visto, porque quería tener una experiencia completa. Y se tiene. Pero también os digo, si no sois fenómeno fan de la saga Scream, incluida la serie, cuya primera temporada estuvo también a cargo de Wes, lo mismo no os enteráis de mucho y la miráis con ojos de algo que ya habéis visto mil veces.

Bettinelli, con ayuda de Williamson como productor y con dos guionistas que se han ganado el aplauso de Wes (estoy segura), James Vanderbilt y Guy Busick (que si son dos desconocidos espero que no por mucho tiempo y que escriban más) nos hacen vibrar desde el primer minuto. La narrativa no flaquea en ningún momento, está llena de tensión (mucha más que en las primeras del propio Wes) y te mantienen a la expectativa. Terminas dudando de todos y recuerdas que siempre tienes que desconfiar. El término «Recuela del Metacine» es un momento glorioso de la cinta, y es que su padre (Wes Craven) cuando se lía a explicarnos las reglas de los slasher se lo pasaba siempre pipa, convirtiendo lo que parece una bobada en un gran debate sobre este tipo de cine. Y a mí esto me hace llorar, pero de emoción, porque me imaginaba a Wes aplaudiendo y descojonado, allí donde esté. Porque esos debates son fundamentales y son una de las partes más bonitas y más profundas de sus filmes. No podemos olvidar que no estamos ante el subgénero, del que también se habla, llamado terror introspectivo (en este caso Babadook), buena peli pero que no tiene nada que ver con esto. Y claro, aquí lo importante: muchos pensarán que Scream 2022 es repetitivo, pero no entienden que es lo queremos los fans. Queremos también que se conecten todas las historias y que aparezcan, cuantos más de los «originales», mejor, y en este caso tampoco os va a decepcionar, porque salen más de los que se ven en el cartel. Pero ojo, las cuatro películas hay que verlas, porque si no, no sabes de dónde salen algunos, por no hablar de los continuos guiños que se hacen así mismos los personajes. Momentazo en el que uno de los protas está en el hospital y está viendo Dawson Crece (tranquilos, esto no es spoiler), es un dato sin más.

Ghostface se recrudece en esta quinta entrega. Las muertes son realmente buenas e impactantes. Sinceramente, son disfrutables y me da la sensación de que es un «sello personal» de este director. En todo momento se ha respetado el trabajo y la creatividad de Wes. Los actores son todos fantásticos, desde los originales, con una Neve Campbell increíble, pero que no deja atrás a David Arquette y a Courtney Cox. Por otro lado, los más jóvenes son conocidos por series como Por 13 Razones. Todos molan. Todos van a correr y todos van a hacerse expertos en las normas de supervivencia. En definitiva, un excelente casting, con un respeto inmenso a la obra, que será eterna, de nuestro querido Wes y que a mí me ha emocionado muchísimo. Es raro cuando alguien hace realmente bien este tipo de homenajes. Un brindis por todos. Por el equipo, por la banda sonora (sin reggaetón, gracias), a cargo de Brian Tyler y enhorabuena a la pericia de esas tomas, de la fotografía y en general, de todo.

Wes siempre en nuestros corazones. Nos cambiaste la vida con tu modo de hacer cine (no siempre el mejor, pero sí original). Sidney Prescott forever.
Teresa
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10
13 de enero de 2022
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una historia descarnada, muy gráfica en la mayor parte de sus escenas y que deja mal cuerpo, aunque no tanto como para querer dejar de verla. Una realidad de los años 70/80 de la que todos sabemos algo, pero que aquí, tal y como está contada, con un buen desarrollo de cada personaje, te deja con sentimientos encontrados. Se unen la pena, la frustración y esa falsa ilusión de amistad entre esos chicos que se encuentran de manera casual y a los que ponen, prácticamente, en la palma de la mano la peor droga de todos los tiempos. Vivimos con ellos sus idas y venidas. Sus intentos por dejarlo en algún momento y cada uno por causas diferentes. Nos encontramos con miedos e incertidumbres que ellos no saben gestionar y resulta demoledor ver lo fácil que era y seguro que sigue siendo encontrar ese tipo de salidas fáciles que luego se convierten en un infierno peor que el que estabas viviendo. Incluso los que tenían un futuro, ya fuera por el trabajo o por los estudios, truncan sus vidas, muchos de ellos para siempre y los que queden, seguro que no van a olvidar todo lo que han pasado.

Es un buen guion, que cuenta algo que ocurrió a muchos jóvenes, pero sin revolcarse en la mierda tanto como hacen otras producciones, de esas que no puedes seguir mirando porque te deprimen, y no porque ésta no lo haga, que lo hace, pero lo comparte con otras historias que son tristes pero soportables de alguna manera. Por otro lado tiene un estilo visual impecable y que invita a seguir mirando. Son pocos episodios y terminas adorando a todos los protagonistas. Sientes por ellos y con ellos, te llegan al corazón, lo que es complicado y más que lo logren con todos ellos. Es un gran trabajo el que hay detrás y aunque seguramente no vaya a repetir viendo esta historia, la he disfrutado, me ha hecho olvidar por un rato mis propios problemas y no me ha aburrido en absoluto. No conocía a ningún actor, pero ya están todos en mi mente para los siguientes trabajos que hagan. Que ojalá sea muchos, porque son todos impresionantes.

La historia está basada en la vida real de Christiane (Jana McKinnon en la serie), que escribió sus memorias con la ayuda de dos periodistas que investigaban todas las muertes que se iban sucediendo en la estación de Berlín por culpa de las drogas. Ya en los ochenta se hizo una película para que el mundo no se olvidase de esta realidad incómoda.


Babsi (Lea Drinda) nos enamora por su juventud, dulzura y especialmente por el look que nos muestra en la ficción, pero es Benno (Michelangelo Fortuzzi) el que me mata con esa mirada, entre dulce y pícara de chico bueno y no tan bueno (ya me entendéis).

Aunque algunos opinen que la serie es poco realista y muy artificiosa a mí al menos me ha dado para verla, reflexionar sobre todos los problemas que muestra y me ha llegado al alma. No es difícil empatizar con lo que les lleva a engancharse, cómo la mayoría de ellos no imagina lo que les va a pasar por ese vicio, y creo que desde luego ninguno espera que su vida sea más infernal de lo que ya era o les parecía que era. Por no hablar de los otros trastornos mentales que algunos muestran antes de probar la heroína.

Muy recomendable, aunque no si estás muy sensible o vives de cerca este tipo de problemas. Impactante.
Teresa
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10
3 de enero de 2022
6 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad nos hará libres -o eso dicen-.

No mires arriba, mira a tus pies, por donde caminas, paso a paso, no te preocupes por nada más. Créete todas las patrañas que te cuentan tus gobernantes y sus elegidos –porque no nos engañemos, no los elegimos nosotros, en ningún país, ni aquí ni en Estados Unidos-. Tómate la vida a broma. Pan y circo para el pueblo, por ese orden o al revés, qué a ellos poco les importa. Los negacionistas en este metraje son un crack. Meryl Streep puede hacer de Batman o de Donald Trump, cualquier papel es digno y perfecto para esta gran actriz –el momento Bronto es brutal, qué queréis que os diga-. Jonah Hill aparece poco en pantalla, pero te mueres de risa cada vez que habla –o cuando no, eso también-. Lawrence lo hace bien –no me suele gustar mucho como actriz, pero aquí está tranquilita- excepto cuando tiene que ponerse histérica, claro, pero ese momento es lícito. Y Leo, mi Leo y su Xanax, no hay palabras. La Blanchett siempre está bien, así que nada que decir, como tampoco de Chalamet, que sale y dice poco, pero llena la pantalla con su presencia, incluso hace sombra a Lawrence cuando le vemos.

Según avanzaba la cinta e intentando ser políticamente correcta lo máximo que me permitan mis dedos, me he ido acordando de temas que han pasado durante la pandemia. Aquí en España, qué no me hace falta viajar a América para recibir falsos mensajes de todos, disonancias cognitivas y que nos hayan dicho por activa y por pasiva que hoy no pasa nada y mañana que cunda el pánico y todos a casa. Pero ya os aviso, con Xanax todo se pasa mejor, ya lo sabe Leo, que al final se la toma entera.

Escrita, dirigida y producida por Adam McKay, es un digno oponente a nuestro rey de la sátira Bong Joon-ho. Me gusta que vayamos poniendo en jaque todas las sociedades, me da igual que sea la nuestra que la de Corea. El guion no va a gustar a negacionistas ni a las políticas extremas –probablemente porque no la entiendan, como bien dijo en su momento el propio director-. Pero nada, a pasar de la ciencia, seguid mirándoos los pies e id pasito a pasito. No miréis arriba, quizás tampoco a vuestro alrededor. Es mejor vivir en la negación y en políticas basadas en oasis en mitad del desierto. Dame agua que tengo hambre.

Gustará a personas inteligentes, gente de ciencia y sobre todo, a los que tenemos sentido del humor para afrontar los golpes de humor ácido.

Qué viva el Xanax.
Teresa
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