Un viaje maravilloso, lleno de amor y luz, una historia pulida, contada con cariño, un dibujo sencillo y especial.
La historia de una pequeña familia que vive cerca del mar, que se entrelaza con la magia de los seres espirituales que hay en la vida. Toda la película en sí es una aventura excepcional, con una música bella que no se hace repetitiva, si no más emotiva a medida que avanza todo. El significado y mensaje que se le da a los menores es mucho más que educativo, la cercanía, aprender de los errores, amar y comprender la misión que cada uno hace en su vida... Sin lugar a dudas, es una de las bellas películas de animación que hace años que no veía. Por favor, más esto y menos Disney.

Una joya del cine español, una muestra de la España azotada por el odio, una realidad enmarcada en pantalla que te lleva a los años 40. No tiene ni un ápice de ideología impuesta, ni de fallo, contiene la esencia y recoge los valores humanos, la lucha y la unión de falangistas y republicanos unidos, víctimas de asesinatos de ambos bandos. Un claro reflejo de las injusticias que cometió el ser humano y que hizo la unión de las personas a través del amor y siempre con un resquicio de esperanza. La profundidad del mensaje es clara y global a todo ser humano capaz de sentir amor por los suyos sin entender de ideologías, letrados o analfabetos, donde todos son iguales y sufren el azote de una España envuelta en el miedo, la venganza, el odio y la represión, donde hay una lucha interna que ha llegado hasta nuestro días con el nombre de revolución. Si todo esto lo transmite una película, es una buena película, si mis lágrimas han caído de forma descosida por mis mejillas y he dado las gracias por tener una escuela pública... El cine español tiene algo muy curioso, y es que es realista y sincero. Hoy me he enamorado no de España, si no de su gente, y no de solo la gente de España, si no de los valores de los seres humanos, de la fuerza de seguir avanzando y de no rendirse. Gracias Benito Zambrano por acercarnos al siglo XX de esta forma tan hermosa, donde la expresividad del sentimiento humano es predominante en todo su esplendor. Como decía Miguel Hernández: ''Siempre hay un rayo de luz en la lucha que deja la sombra vencida''.

El tema principal de la película es sublime, y los primeros minutos del film plasma el director perfectamente los nervios, la alegría, la impulsividad, emoción y felicidad de la preparación de un concierto, de los ensayos y de cómo está un músico antes de tocar. Esa sensación la conocemos los músicos que amamos la música y es algo increíble. La verdad es que la mayoría de las películas francesas me gustan y esta no va a ser menos, hacía tiempo que no hacía una crítica y de esta la tenía que hacer. A parte de todo esto, el tema en el que está ambientado me parece de lo más apropiado; la historia de un músico, un director de orquesta, sus sentimientos, sus miedos...
Película muy directa y que llega al receptor. Las buenas películas dejan conocer al papel del actor a la perfección para que el espectador capte perfectamente las sensaciones del personaje y nos identifiquemos todos un poco. Los derechos de los seres humanos a tocar música y lo que han tenido que sufrir y abandonar muchos artistas por cuestiones políticas inmorales. Las injusticias, la política mezclada en la música, en un arte... todo lo plasma el director como lo tiene que plasmar y sobretodo nos da un mensaje muy importante, que eso es lo que más cuenta en una película buena, además de otras cosas claro. Sinceramente lo único que pierde de la película es el doblaje en castellano, es muy pobre, la verdad es que la recomiendo que la vean en VOSE, se disfrutará mucho más, mi única pega es el doblaje, por todo lo demás, está perfecta. Creo que un 7 es una nota merecida.

Basada en la vida de Christopher Mccandless, un cambio de vida radical hacia lo salvaje, la naturaleza; una demostración de la supervivencia humana sin DINERO, ni la sociedad superficial actual en la que vivimos.

Simple y sencilla con un puntazo espiritual claro y conciso de apertura de consciencias. Película que no descarta la existencia positiva sobre seres venidos de las estrellas, en donde se centra más en cómo está construido el universo en diferentes dimensiones más allá de la tercera. Muy dulce, sobre todo porque el despliegue de conciencia y dones los tienen aquellos que mejor uso pueden darle, los niños. Es una de las pocas películas en donde se puede apreciar información cuántica fácil y bien construida a través de dos pequeños, además de ser también una de las pocas películas en donde a los seres venidos de las estrellas no se les pone como dioses o como apropiadores de la tierra, si no como seres de luz muy parecidos a nosotros. También se deja ver un halo de magia infantil y ensoñadora para aquellos que sean niños y no tan niños que se olvidaron de imaginar más allá de su reputación, bienes y apariencia física.