Para la segunda parte de su trilogía, Wajda se pone serio para contarnos la terrible huida de un pelotón de la resistencia por las alcantarillas de Varsovia. Escapar o morir es la premisa que impulsa a estos hombres a sumergirse en las oscuras y laberínticas mazmorras subterráneas, sin apenas orientación y carcomidos por la oscuridad y el gas.
Se trata de una película extraña que sucede casi exclusivamente en una atmósfera oscura y opresiva, donde es difícil distinguir lo que ocurre. El pelotón se dispersa y se pierde, conduciendo a los hombres a la locura y con el único deseo de encontrar una salida.

“Deliverance” es una de las mejores películas de los años 70 y permanece en el recuerdo para siempre. Disfrutar de esta película de noche, en silencio y sin interrupciones puede ser una de las experiencias mas desasosegantes que se pueden sufrir con el cine. Boorman te arrastra con suavidad, te cautiva con su pulso narrativo (el ritmo es absolutamente perfecto), te seduce con la belleza del paisaje y la armonía del río, sin ruido, sin música, solo con los sonidos del agua discurriendo y el piar de los pájaros; y de golpe, cuando estas dentro (y a pesar de que ya te venia avisando) te coge de las solapas y te sodomiza (literalmente). El terror que le sigue lo sientes en carne propia, no puedes despegar los ojos, te revuelves, sudas, hasta que todo se va calmando y se acaba. Entonces si no estas literalmente demolido es que no tienes alma…..¿no es esto buen cine, de verdad, con mayúsculas?.

El año de “El Padrino” y “Cabaret” Boorman se presentó con esta joya imperecedera, que sigue provocando sensaciones de ahogo por muchas veces que la veas, donde no sobra ni falta un solo plano. Solo en los años 70 se podría haber rodado una cosa tan bien mezclada, donde lo hermoso y lo sádico combinan en un equilibrio perfecto, donde todo cierra a la perfección, donde puedes extraer una lectura distinta con cada nuevo visionado. Y es que la película funciona a todos los niveles: como cine de aventuras, de personajes, de denuncia de la sociedad, de terror psicológico, de lucha hombre contra naturaleza…

Puede parecer una incoherencia ponerle un 8 a “Mulholland Drive” y un misero 1 a esta cosa. No lo es: donde en la primera hay tensión, interés y buena dirección de actores, en la segunda no hay nada, pero absolutamente nada.
Esta película, esta aberrante violación al cine, mejor dicho, es el peor montón de basura infecta al que he tenido la desgracia de enfrentarme desde hace mucho. Una tomadura de pelo increíblemente estupida, pedante, tediosa y delirante.

He leído por ahí que Lynch ha declarado que rodaba sin tener ni idea de lo que hacia y se nota: por supuesto que hay que renunciar a encontrarle algo de lógica (es David Lynch, con eso se dice todo) pero por lo menos podría haberse tomado la molestia de rodar algo bonito y/o misterioso. Algo con eso que se llama « atmosfera ». En vez de eso nos ofrece tres interminables horas de verle la cara de pasmo a Laura Dern, correteando de un lado para otro diciendo sandeces y topándose con gente aun mas insoportable que ella.... !fascinante! !que audaz! !hurra!........
Sospecho que después de tantísimos años de recibir elogios por cuanta ida de tarro se le ocurría parir a este repasadísimo director, al final ha perdido el juicio definitivamente. Pero el tipo está tan pagado de si mismo que seguro que hasta le da igual.
Y lo peor de todo es saber a ciencia cierta que David Lynch tiene un talento que ya quisieran otros, como demostró con las imprescindibles « El hombre elefante » y « Una historia verdadera ».
En fin.....

Esta es una película de mi infancia. Junto a “Asterix en Bretaña” formaba un pack, grabado de La 2 en una cinta VHS, en una época en la que los cortes publicitarios incluían un solo anuncio (“ColaCao les sigue ofreciendo la película”…..!Dios, que tiempos!), que visionaba una y otra vez sin cansarme. Tal vez por eso he demorado mucho tiempo el re-visionado, para que la magia de tiempos antiguos y felices no se diluyera ante unos ojos más maduros.
Afortunadamente no ha sido así. Esta película es objetivamente buena y además resiste admirablemente el paso del tiempo. Es entretenida siempre, divertida cuando tiene que serlo y hasta posee un tono siniestro a veces que resulta de lo más adecuado (el personaje de Cesar, la noche romana bajo la tormenta, Idefix persiguiendo la cantimplora, Falbala cantando en el coliseo…). Se nota que los hermanos Brizzi quisieron hacer algo bueno y no maltratar a los personajes, porque la película esta llena de detalles muy estimables (por ejemplo, se hace un gran uso del color, como en la escena en la que Panoramix prepara la poción, o la batalla posterior, donde se enfatiza mediante el color que ésta sucede al atardecer).
Imposible dejar de mencionar el doblaje al castellano, que es sencillamente genial.
Si algo hay que lamentar es que dure tan poco, porque es una cinta en la que ocurren tantas cosas, y todas de forma tan “coherente” (brillante fusión de los comics “Asterix Gladiador” y “Asterix Legionario”), que un poco mas de metraje no habría quedado mal.

Opera prima, y a la vez, primera parte de una trilogía “de la guerra”, a cargo del incombustible cineasta polaco Andrej Wajda (60 años rodando y los que le quedan).
Básicamente es la historia de un atolondrado joven durante la Polonia ocupada y de sus andanzas en la resistencia (amorío de por medio incluido). Dada la época y el contexto (Polonia era una dictadura comunista, una mas) resultan inevitables las referencias de exaltación del comunismo. Pero por fortuna la cinta no se enfanga en agit-prop facilón sino que adquiere entidad propia como una historia de intriga con referencias de cine negro, bien rodada, bien narrada, en absoluto densa y con grande momentos para el recuerdo (el asesinato en la cervecería, la persecución que acaba trágicamente en las escaleras, y que decir de esos planos subjetivos donde vemos partisanos ahorcados).
Sin embargo no es perfecta. Por ejemplo el uso de la voz en off me chirría: aparece esporádicamente y de golpe desaparece para no ser usada mas. ¿Qué se pretendía con esto?.
En conclusión una película interesante, buena, en la que disponemos además de la anecdota de ver a un joven Roman Polanski como secundario.