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Burkina Faso Burkina Faso · Lolailo
Críticas de Buscapé
Críticas 693
Críticas ordenadas por utilidad
6
5 de mayo de 2017
119 de 189 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras cinco años de aquel producto apócrifo perpetrado por Damon Lindelof, (el guionista de Lost que se dedicó a destrozar el guión final elaborado por Jon Spaihts) en un viaje a ninguna parte con obsesión por lo críptico que rozaba lo pretencioso e hilarante en grado superlativo. La película naufragaba por senderos y lares que no terminaban de cuajar, sin mencionar las hilarantes situaciones que hundieron la cinta como el Titanic.

Ridley dolido, en todo su yo, su ego, pues -ya se sabe- : El ego al igual que el colesterol, aumentan con la edad; y el bueno de Ridley fue adorado y aupado - con esos trailers apoteósicos, con ese brillante monólogo sobre Prometeo elaborado por Guy Pierce, (émulo del mejor Gordon Gekko), o el entrañable y frío David encarnado por Michael Fassbender...- Ridley fue quemado y despedazado sin contemplaciones en su propia hoguera vanidosa...

Su cabreo fue tal, que hasta finiquitó el proyecto de Alien 5 de Neill Blomkamp junto a Sigourney Weaver...

Entonces... Si tan gordo fue el fracaso (de crítica que no de box-office) ¿por qué volver a cagarla? Eh ahí la palabra: redención.

Ridley, aunque chochee no es tonto: sabe que Alien (1979) siempre es y será comparada con Aliens El Regreso (1986, James Cameron), de ahí su obsesión por acotar su coto de caza: James Cameron le arrebató una pizca de su gloria: un novato le robó parte de su éxito.

Por eso esa obsesión de Scott por hacer su definitiva Alien: lo que el espectador va a ver en Alien Covenant es una mezcla entre Alien: El Octavo Pasajero y Aliens: El Regreso. Una cinta donde la acción prima sobre la intriga y el misterio. James Cameron logró lo imposible con una cinta bélica espectacular de tan sólo 18 millones de dólares, pero sin esa dirección artística magistral que el gran Moebius, Ron Cobb, H.R. Giger impregnaron en Alien (1979) y que hoy por hoy es lo que ha hecho de ésta película un clásico imperecedero.

Alien Covenant ofrece lo prometido: corrige todos los errores de su predecesora, (aquí no hay ningún pasaje críptico) enriquecida por un reparto donde ya no son sólo figurantes, aquí Billy Crudup, James Franco, Fassbender y la incombustible pero a la vez frágil: Katherine Waterson. Que recoge el testigo de una incomprendida Noomi Rapace.

La dirección soberbia, el montaje mucho mejor equilibrado (y eso que Prometheus y Covenant duran exactamente lo mismo: 123 min) la música mucho más acertada: una mezcla entre Jerry Goldsmith y James Horner, (hay fragmentos completos de sus composiciones entremezcladas con otras de nueva cuña del propio Jed Kurzel)

Los puntos negativos son del propio Ridley Scott: sabemos de antemano que está intentando en todo momento contar algo nuevo, pero a la vez tienes un sintomático déjà vu... Ese mesianismo ultra que impregna a sus últimas cintas... Ese intento etnocentrista de dotar de humanidad a una naturaleza, (el xenomorfo) que no pegan ni con cola. La cinta a veces nos muestra como si Ridley quisiera hacer un remake extendido de Alien original. Pero con una fotografía pulcra, tanto, que los decorados parecen sacados de algún Toys"R"us: parecen de plástico al faltarle ese lustre de óxido metálico que la maestría con el aerógrafo otorgaba la mano de Giger.

En resumen: Alien Covenant es una gran película que redime en parte a su antecesora y a la vez nos devuelve a un Scott mucho más desatado. Como diciendo: -Vais a comer Alien hasta que os revienten las entrañas como a Kaine-

Puede que Scott chochee pero al menos tiene la osadía y mala leche de intentar convencernos de que la saga es suya y solamente suya.

Memorable pero no inolvidable.
Buscapé
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9
17 de octubre de 2021
77 de 111 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Pleasure”, (2020, Ninja Thyberg) es ese cuento de hadas con poso terrorífico que acecha la ingenuidad del espectador. Su autora prescinde del manido decálogo “feminista” para exponer de una forma descarnada y brutal la nueva forma de explotación laboral del oficio más antiguo del mundo: la prostitución 2.0 que es el cine para adultos.

Allá por el año 2002 la productora de documentales Frontline, llevó a cabo el que es hoy por hoy, el mejor retrato jamás realizado sobre la industria del porno americano: “American Porn”, (2002) su estreno sucumbió los cimientos mismos de la industria con siniestros personajes como Rob Zicari terminando entre rejas o productoras como Lizzy Borden siendo investigados por el FBI. El mismísimo Larry Flynt, (director de la mítica revista porno Hustler) se horrorizó ante semejantes prácticas pues “su” producto era mucho más convencional y “humano”, (sic)

Lo que “Pleasure” hace es lo mismo que dicho documental, pero en clave dramática, sumergiéndonos en un personaje de provincias, Jessica, que abandona su Suecia natal para convertirse secretamente en estrella porno emergente en Los Ángeles, la meca del porno mundial.

Toda vez que nuestro personaje va “escalando” en el ranking de estrellas porno, (a base de someterse a prácticas cada vez más vejatorias y brutales) el personaje de Jessica evoluciona de una simple chica de provincias con ansias de descubrir mundo, a un pedazo de carne que debe transgredir todos sus límites físicos y psíquicos para encaramarse como la nueva estrella del porno mundial, al precio que sea: no en vano, su personaje nos emocionará y otras veces nos escandalizará su enajenación total ante el abuso y la violación frente a una cámara.

Ninja Thyberg busca deliberadamente noquear al espectador, ese que públicamente niega consumir determinados productos pero que en la intimidad da rienda suelta a sus perversiones más salvajes sin rubor alguno. Catalizando y expiando toda frustración a través de la terapia onanista. Generando un triangulo perverso que se retroalimenta en si mismo: Productores sin escrúpulos, actores y actrices sometidos a contratos leoninos e implacables y, finalmente, el consumidor onanista que vive cada vez más enganchado a esa tela de mentiras, abusos y engaños tejida por una industria sórdida que va dejando por el camino un inenarrable reguero de víctimas, (Darren James, Linda Lovelace, Agust Ames, Haley Paige, Savannah…)

“Pleasure” está más cerca de notables cintas como “Joven y Bonita”, (2013, François Ozon) que de bodrios infumables como “Yo Puta”, (2002, María Lidon) su visionado es indispensable y una advertencia sobre el tipo de productos que muchos, cada vez más jóvenes, consumen en la intimidad sin considerar por un segundo el coste humano y social de dicha industria.
Buscapé
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Hated: GG Allin & the Murder Junkies
MediometrajeDocumental
Estados Unidos1993
6,7
513
Documental, Intervenciones de: GG Allin, Merle Allin, Shireen Kadivar, Dee Dee Ramone, Geraldo Rivera ...
10
17 de abril de 2014
51 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para algunos no pasará más allá de ser un pobre diablo, heroinómano y homosexual no reconocido, pero para otros es un icono que sentó las bases de lo que serían gente como Marilyn Manson, Texas Terri (en su primera época) y los shows más violentos de Nine Inch Nails.

Podría haber sido el hijo bastardo de Wendy O. Williams o la propia Frances Farmer por la contundencia de su brutalidad idiomática: usar el cuerpo como arma combativa, sus fluidos como simiente contra el conformismo y los posers.

Sus conciertos se basaban en una sola cosa: transgredir las barreras de lo humanamente aceptable, para convertirse en un animal dispuesto a aniquilar a su propio público con sus heces, sus puños y las letras como "Die when you die, you gonna die": que rezan perlas como "Si tenes SIDA, fóllate a unos cuantos y llevatelos contigo a la tumba" o "Si tienes cáncer, jódete y muere"

Hated es el documental de un espécimen cuya máximo lema era acabar los conciertos en una explosión de violencia sin límites, en los cuales muchas veces salía malherido o detenido.

Pero por otro lado, GG Allin ofrecía argumentos suficientes para reventar la boca a los pseudointelectuales que, bajo la bandera "Generación X", pretendían etiquetar todo bajo el primas depresivo y nihilista. Pero ninguno de ellos transgredió nada, salvo sucumbir a la sobredosis y a su propia indiferencia no correspondida.

GG fue condenado en 1989 por intento de violación. En su caso, es plenamente creíble tales acusaciones. Él mismo se auto mutilaba en los conciertos, (copiado descaradamente por Marilyn Manson) él sentó el precedente ante una escena musical que iba implosionar por la falta de creatividad, las ansias desmedidas de una Industria sórdida y una sociedad al borde su propia aniquilación.

Eso es lo que se puede ver en éste documenta/musical: conciertos convertidos en batallas campales, testimonios de antiguos profesores de GG, fans amantes del frikismo y entrevistas de los miembros del grupo.

GG Allín falleció de sobredosis, y para su entierro exigió ser inhumado vestido sólo de cintura para arriba, con una botella de Jack Daniels y un walkman con sus grupos favoritos.

Todos tarde o temprano vamos a morir, y allí estaba GG Allín para recordarnoslo, él fue un desheredado social que se revelo contra su propia condición y eh ahí lo que produjo: un monstruo fuera y dentro del escenario. Un monstruo en el cual nos podemos reflejar, pues su "pesadilla" existencial no dista tanto de lo que representa el conformismo, el cinismo sedentario y la hipocresía.

Pero eran otros tiempos, aquel 1994 se publicaba el "Downward Spiral" y uno podía levantarse escuchando el "Big Man With a Gun" mientras imaginaba las cabezas de los profesores cutres reventadas contra la pared.

Hated es el viaje catártico contra la insulsa existencia de aquellos que les reconforta la rutina de ser don-nadies y vanagloriarse de ello.
Buscapé
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8
6 de diciembre de 2018
56 de 71 usuarios han encontrado esta crítica útil
Francamente, es incomprensible el mutismo e indiferencia que los medios han dedicado a la catástrofe del Kursk, de hecho, han tenido que pasar la friolera de casi 20 años hasta que alguna productora se ha atrevido a abordar sin tapujos ni conspiranoias, el auténtico drama de una tripulación que se vio triturada por las entrañas de un Estado decrépito y atormentado. El mismo Estado que se vio azotado por la masacre de Beslan en 2004, (una vez más, la falta de escrúpulos de las autoridades rusas, significó la pérdida de 334 vidas humanas, de las cuales, 186 eran niños)

El 12 de Agosto del año 2000, el mundo asistió impávido a otra tragedia imposible del otrora imperio ruso: una nueva catástrofe de un sumergible que, en principio, debía erigirse como el nuevo músculo de la renacida madre Rusia.

Tras el desastre económico, social y geopolítico de las políticas de apertura soviéticas de la glasnost y la perestroika, el sistema ruso se tambaleó, de tal forma, que un desastre como el del Kursk, eran un hecho consumado: Rusia posee el PIB de Italia y sin embargo carecía de recursos para mantener su sobredimensionada capacidad militar de la otrora superpotencia.

Sin embargo, Vladimir Puttin intenta retomar el antiguo prestigio y poder ruso a través de medidas más enfocadas a alimentar marketing y el nacionalismo interno: retoma los ejercicios militares mastodónticos de la era soviética. Y en esa pieza, el Kursk era la joya de la corona. En uno de esos ejercicios algo fue mal: de repente, el sumergible se perdió en el abismo, y con él, la angustia de un mundo que asistía impertérrito a la muerte, a cámara lenta, de 24 vidas humanas.

Nadie sabe a ciencia cierta si las víctimas de la catástrofe podrían haber sido salvadas. De lo que si estamos seguros, es que los mandos, el gobierno y el propio engranaje del establishment ruso terminó de triturar y silenciar el clamoroso socorro de los marineros.

"Kurks" es una magnifica representación de aquella agonía y de cómo la impotencia y el orgullo de una nación pueden ser los peores enemigos de su propio pueblo. El destino de aquellos marineros estaba sentenciado y tras las miradas despiadadas del sistema, se escondía la profunda incapacidad de asumir la titánica tarea de rescatar a los marinos y, lo que es peor, entonar el mea culpa y aceptar la ayuda del "enemigo occidental".

Sin grandes interpretaciones ni elementos grandilocuentes, Kurks funciona a la perfección como drama que pone lo pelos de punta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Buscapé
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6
20 de octubre de 2015
45 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los elementos más útiles es el ácido bórico. Con él, se puede tratar la vaginosis bacteriana, ralentizar la descomposición atómica, (literalmente devora neutrones) e incluso sirve para favorecer la lubricación, (ríase usted del Vagisil) su único defecto, es su olor, ligeramente alcalino: como esas personas cuya dieta a base de carnes rojas, alcohol y tabaco da como resultado rectorragia y un semen alcaloide muy desagradable para desdicha de la pareja de turno.

Eli Roth es ante todo, un mal director, pero que sea malo, no quita que, al igual que Ácido Bórico, tenga sus virtudes. Estas son:

- Criticar ferozmente a los niños pijos comprometidos más con la foto finish pro facebook que en ejercer de buen samaritano.

- Ofrecer gore en una época cínica de asepsis moral.

- Personajes grotescos, amorales y sin compasión. Si bien es cierto que Eli Roth no se molesta en ofrecer aristas ni profundidad comedida a sus personajes. Estos representan ferozmente lo diabólica y superficial que puede llegar a ser la sociedad occidental de clase media-alta. No empatizas con ninguno de ellos porque sus mentes están tan llenas de mierda, que deseas la masacre de su estereotipo: podrían ser/existir en cualquier facultad atestada de pijos perroflautas con Iphones y palestinas de la mano.
Buscapé
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