Curiosa sátira de la vida de un Jorge Sanz en busca de nuevos papeles.
Destacable el trabajo del propio Jorge y Eduardo Antuña como su nuevo representante Amadeo. Se nota la mano de David Trueba al frente aunque su guión flojea a ratos de facilón, de la misma manera que saca poco jugo a las participaciones de bastantes rostros conocidos haciendo de sí mismos. No obstante, los momentos buenos que guarda son suficientes como para entretener a lo largo de sus seis capítulos, aunque sin más aspiraciones que eso...

Buen documental sobre la primera parte de "Scream" y su concepción original, no sobre la saga en general como se describe en la sinopsis de filmaffinity, aunque sí se hagan reseñas en los comentarios finales a repercusiones en sus partes posteriores.

Desde la compra de un guión llamado "Scary Movie" de un desconocido K. Williamson para la nueva productora de "uno" de los hermanos Weinstein "Dimension Films", hasta su realización final como la película "Scream" dirigida por Wes Craven.
Todo ello se nos narra a buen ritmo y bien llevado con comentarios precisos, que lejos de cerrarse a los protagonistas del film, nos lleva a opiniones en boca del propio Bob Weinstein, de la productora Marianne Maddalena y como encontró el diseño de la mascara de ghostface, de los responsables del centro universitario que bloquearon su rodaje, del director de fotografía despedido, etc... la única presencia fuera de lugar que aguantar es la de Eli Roth, que no tiene vela en este entierro.

Lo mejor: Los problemas para superar la calificación de edades de público de la MPAA.
Lo peor: Se echan en falta más imágenes del rodaje o exclusivas. Muy escasas para hora y media.

...para el espectador.

Y es que pese a que el concepto que parece tener la serie, de ser un calco estirado como un chicle del film del que bebe, no debiera ser un obstáculo para quien disfrutó con la película original, las partes añadidas obligatorias para poder ensanchar esta trama en una serie de 2 temporadas si tienen pinta de ser muy negativas.

De momento a nuestro amigo Richie le han sustituido sus alucinaciones de perturbado sexual por unas repetidas "visiones vampirescas" (y lo relaciono con vampiros siendo muy benevolente, ya que lo que vemos es a dos personas mal disfrazas de monstruos haciendo el ganso, no llega al tono de serie B cachonda, queda simplemente ridículo).
Luego vemos que la tónica para dilatar en el tiempo cada tramo del film es que en vez de una taza de Rodriguez, tendremos dos (para bien o para mal, eso ya para gustos de cada uno), el doble de frases efectistas, el doble de poses, el doble de cámaras lentas, ...hasta ración doble de sheriff.

Por otra parte, el montaje y el ritmo si me parece acertado, así como la fotografía, aunque la dirección de Rodriguez, con la constante recreación de planos de la película, hace que muchas veces parezca un homenaje a sí mismo más que una intención de hacer una serie interesante.

Documental que se incluía en la edición especial de "Abierto hasta el amanecer".
Un escueto "detrás de las cámaras" estirado como un chicle a modo de película. La excusa del argumento es ver el ambiente interno que se generaba paralelamente al rodaje, pero la realidad es que casi la mayoría de contenido relevante es material cedido por Miramax y las escenas propias exclusivas de recreo y demás que ofrece Sarah Kelly son totalmente simplonas y prescindibles del tipo -elección de mejor culo del rodaje- y similares...
El montaje, salvo el gracioso inicio, tampoco es gran cosa.

Guarda interés únicamente por la información que maneja gracias a la película que trata, por sí sólo, no es una buena realización.

Interesante libre adaptación de la novela de Saramago.
Drama psicológico al que al destacar sus puntos fuertes significaría al mismo tiempo desvelar gran parte de su atractivo, por lo que hay que andar comedidos, lo dejaremos en que es de la escuela de sugerir más que enseñar, donde nos aporta un estimulante relato. Para ello se ayuda de una buena fotografía, especialmente en exteriores, sobre una desértica urbe.
Jake Gyllenhaal como protagonista de la historia simplemente cumple sin demasiados alardes, andan más finas sus rubias compañeras de reparto, Sarah Gadon y la "bastarda" Mélanie Laurent.

La parte floja recae en el tema sonoro y montaje, ambos en desincronía rítmica numerosas veces con el ambiente turbador y de sugestión que se pretende.