Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de forolibro
<< 1 2
Críticas 10
Críticas ordenadas por utilidad
9
16 de enero de 2017
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
CRÍTICA: (9,0)

Ahora toca justificar como a una película “musical” le pongo un nueve, si decimos de antemano que ni el género musical me gusta especialmente, y menos aún la comedia romántica. (A un lado dejemos mi fascinación por el Fantasma de la Ópera, por el simple hecho de que siempre he querido que fuera el propio fantasma, personaje desarraigado, frustrado, amargado y de un talento inigualable, el que pasara a sangre y fuego a todo el que se le pusiera por delante…fuera máscaras!. Y de otro lado el desparpajo de Mamma Mia!, aunque sea solamente por rememorar los cassetes que ponía mi madre en el coche cuando me llevaba de pequeño al colegio.)

Hollywood descubrió que el paso más importante de su historia fue el acceso al sonido, (incluso más importante que el paso al color). En 1929 la película “La melodía de Broadway” se llevaba el primer Oscar a la mejor película musical sonora de la historia del cine. A partir de ahí la música y el cine han sido parte consustancial de la industria de los sueños. Mientras las bandas sonoras de las películas nos hablan de acción, ciñéndose al dramatismo y a la atmósfera del momento, el cine musical usa el pentagrama para cantar su existencialismo más vivo, desgañitando su poder de seducción pavoneándose de su fuerza interpretativa más primigenia. El musical atenta directamente a la sin razón, al sueño, a la emoción reptiliana. Si el cine es fotografía en movimiento, el cine musical es el auténtico cine en tres dimensiones, (y no tanta gafita).

Siempre he preferido que no me cuenten las cosas cantando. (No había momento más odioso en las películas de Disney que cuando empezaban a cantar, yo no lo veía serio, me cortaba el dramatismo, convertía en insulsos peleles a sus representantes, me sacaba de mis casillas. Con el tiempo he descubierto lo esencial y divertidas que son las canciones de Dumbo, Aladdín, La sirenita o La bella y la bestia, etc). Chicago, West Side Story, Mary Poppins, Sonrisas y lágrimas, etc, no podrían existir si no fuera cantando, (bueno Mary Poppins igualmente sí, pero siempre que la protagonista se pareciera a Rebecca de Mornay en “la mano que mece la cuna”, y que sus pupilos fuesen atormentados hasta el paroxismo… Mary BadPoppins, “la niñera implacable”…bueno volvamos al camino).

La La Land, apellidada “La ciudad de las estrellas”, para que a nadie se le olvide que Los Ángeles, (California), es la depositante de los sueños visuales de la humanidad. Allí están los sueños sí, escondidos en unas grandes naves de rodaje en los estudios Universal, Warnes Bros, Columbia, Paramount, 20th Century-Fox, MGM, entre otros, donde se espolvorea el polvo de hadas, que recorrerá con frenesí el planeta entero con extensiva virulencia. Mientras la narración oral, la literatura, las artes teatrales, son, salvando las distancias, patrimonio de la humanidad entera, el cine es coto vedado de pesca de la industria norteamericana, punto se acabó. Lo saben ellos y lo sabemos nosotros. Podremos encallecer nuestros discursos con pinceladas de genialidad sobre el cine coreano, francés, indio, argentino o noruego, pero en sus magníficas obras no habita el conejo de Alicia, ni el principito de Exupéry, ni el polvo de hada que nos hace volar, sí, sí, volar literalmente en el observatorio Griffith de Los Ángeles, (siento decir que para mí siempre será el observatorio Gryffindor, cosas de la imaginación y del cambiarle el nombre a las cosas). Desde este observatorio se contempla toda la ciudad de Los Ángeles, hasta el mar, final de la ruta 66, las playas de Venice Beach, Santa Mónica, Sunset Beach, etc. Las letras del mítico cartel de Hollywood también se pueden contemplar desde aquí. Es dónde suben muchos aspirantes a estrellas, (muchos futuros estrellados), a respirar aire limpio y mirar con perspectiva el destino que se plantea a sus pies.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
forolibro
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
16 de noviembre de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rotunda, aunque no redonda, película de suspense made in spain. Logra lo que se propone, exponiendo de una forma cotidiana y sin complejos su premisa mayor. Ciertas resoluciones narrativas se podrían haber llevado con un mayor talento de guión, pero hay que reconocerle la fuerza y riesgo en toda la propuesta. La disyuntiva se encuentra ahí, ¿qué hacer cuando has cometido una “gran cagada”?, ¿asumes las consecuencias o expones los hechos y pides perdón? ¿Y la amistad, cómo es de estrecha cuando se tiene que enfrentar a momentos de gran tensión? Estas y parecidas preguntas se nos han planteado durante la historia del cine en multitud de ocasiones, pero nosotros como ávidos espectadores siempre queremos saber cómo se van a desarrollar las consecuencias. En el fondo queremos tener pistas de cómo actuar si alguna vez la “cagamos” nosotros mismos.

Sobresaliente Alba Ribas que tuvo que cogerse un buen resfriado durante el rodaje.

Seguramente la realidad supera a la ficción y hay cosas que ocurrirán en las morgues de las que mejor no enterarnos.
forolibro
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4
13 de noviembre de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Atropellada producción de acción llena de espacios comunes. Quizá en manos de otro director más habilidoso podría haber sido una competente película de investigación criminal y disparos. La corrección de Tom Cruise, de Rosamunde Pike y del gran Robert Duvall no pueden salvar una película que aburre por momentos. El asunto de la tensión narrativa para averiguar quién es el "malo" no es convincente. Las escenas de acción son más de lo mismo. Le falta profundidad. Aún así superior a toda la serie de películas de nuevo cuño de peleas sin sentido y romances de gasolinera. Seguramente contiene la escena más impostada de la historia del cine para que el omnipresente Tom enseñe pectoral, del todo innecesario.
forolibro
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3
3 de noviembre de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puestos en antecedentes digamos que me he leído con anterioridad a ver la película, “El Código da Vinci” y “Ángeles y demonios”, cómo así también he hecho con el último título de Dan Brown, “Inferno”. La gran diferencia con esta última parte de la “trilogía Langdon llevada al cine”, es que cuando la pongan en televisión puede que directamente cambie de canal y es posible que no la vea nunca más.

Los dos primeros títulos pertenecientes al género de masas, (secreto antiguo y misterioso + múltiples correrías por medio mundo con pizca de romanticismo y/o catarsis personal + desenlace sorprendente = Bestseller), son bastante divertidos en su lectura y sus correspondientes películas se pueden volver a ver de vez en cuando si el azaroso zapping te conecta con ellas. Infer-NO.

Con Inferno ya empezamos mal la relación, ya que tras su lectura no pudo granjearse un puesto en mi biblioteca definitiva en la balda de novela de acción con tintes históricos, y tuvo que salir con “cajas destempladas”, (y no soy muy exigente con mis gustos literarios, coméntese de paso). Siempre he dicho que Inferno es el peor de los tres libros que tendrían su correspondiente película, aunque es el más desasosegante en su planteamiento y sobre todo en su apabullante resolución filosófica final, con el hombre como “Homo homini Lupus”, que defendía Hobbes. Es justamente en este momento cuando viene el bueno del guionista David Koepp que tuvo tiempos mejores, (Spiderman, Misión Imposible, Parque jurásico), a borrarse literalmente de su calidad profesional, (Zathura, Indiana Jones y la calavera de cristal, Mortdecai, War of the worlds, Panic Room, etc), y que aunque en “Ángeles y demonios” consiguió presentar un producto bastante digno en su adaptación cinematográfica, aquí directamente lo ha envuelto en papel Albal junto con los restos del sándwich de pollo y pringosa mayonesa para desecharlo en cualquier merendero de domingo.

¿Pero qué ha pasado con el final del libro chaval?, que era justamente lo que le daba la puntilla de Longino al edulcorado asunto que nos traemos entre manos. Alguien se imagina que Frodo no hubiese llegado con el anillo al monte del destino, que Sony Corleone saliese indemne del atentando en el peaje o que Willy Fogg no hubiese llegado a tiempo para ganar su apuesta de 20.000 libras. Pues aquí directamente el señor Koepp en connivencia y cooperación necesaria con Ron Howard deciden que es mejor acabar la película de tal manera que pueda ser incluida en la videoteca entre Disney y Pepa Pigg.

Vamos brevemente con la dirección de Howard: “Correteril”, plana de emociones, farragosa en su planteamiento, liosa con sus personajes, videoclipera en sus diez e interminables (y perfectamente prescindibles), primeros minutos…y de conclusión vacua y carente de emoción. Mención honorífica la imperdonable modificación del final del film.

Amigo y venerable actorazo sublime Tom Hanks, parece que el turismo de “running” por Florencia, Venecia y Estambul ya se te ha quedado pelín grande para tu corpachón…aunque no dudo que próximamente en “Sully” me volveré a reencontrar contigo…hagamos como de pequeños cuando perdíamos a un juego…”esta no vale, ¿repetimos con otra?”

Respecto a Dan Brown, te he seguido durante cuatro novelas, a partir de ahora mientras la crítica especializada no te coloque una corona de laureles yo de momento aquí me planto, hasta siempre!.

NOTA: Para aquellos lectores que indican en webs especializadas de crítica literaria como Lecturalia, Quelibroleo, Goodreads, etc que este libro es de 10, o de 5 estrellas, ¿qué nota se guardan para calificar a Dickens, Stoker, Verne, Eco, Delibes, Becquer, etc?.
forolibro
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
30 de enero de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
MÚLTIPLE, LA DESNUDEZ DEL ALMA DE LA PROTEGIDA DE KING KONG

Cuando vienes marcado en tu apellido con “Night” cambiado por su original “Nelliyattu” ya tienes mucha labor adelantada. El realizador de origen indio M. Night Shyamalan, (uno de mis preferidos, él a su vez lo es de Spielberg y de Hitchcock, vamos por lo tanto por buen camino) cuenta en su filmografía con los siguientes títulos en orden cronológico, (El sexto sentido, El protegido, Señales, El bosque, La joven del agua, El incidente, La Visita, Múltiple). Si bien dirigió dos películas anteriores a El sexto sentido, (Praying with Anger y Wide awake) y dos bodrios alejados completamente de sus intereses y debilidades, cosas del dinero, que es muy loable compañero en toda profesión, (After Earth y Airbender: El último guerrero). ¿Qué se puede esperar de un joven que a sus diecisiete años ya había rodado cuarenta y cinco prometedores cortos caseros? Pues que al menos la pasión y las ganas por el cine estaban naciendo a borbotones.

A Shyamalan le gusta jugar, y quiere jugar con todos nosotros, lo suyo no es el onanismo, pero sí el vouyerismo participativo. Sabe del poder del cine, y por ello conoce todos sus resortes y engranajes. Este conocimiento artesanal y personal hacen de su cine algo sincero y tramposo al mismo tiempo. La sinceridad la notamos en la cadencia y el mimo del movimiento de cámara, en el silencio de los espacios, en la música calmada y desasosegante al mismo tiempo, en los planos tratados con finura y energía, en el trabajo de enfoque de la mirada de los actores, en la preferencia por el espacio íntimo, en el inquietante y omnipresente “fuera de cámara”, y sobre todo, en la atmósfera de escasos espacios exteriores para realizar un ejercicio de interiorismo personal que mantiene la tensión narrativa en todo momento en las dianas de nuestras mentes. La trampa la notamos mayoritariamente en sus giros de guión y en su apuesta por el divertimento, (e incluso con espolvoreadas notas de humor). El conejo sale de la chistera y nos enfrentamos al truco final. Este “más difícil todavía” es el sello del autor, que sabe, que si no hay un gran fin de fiesta, el mensaje principal de su oratoria puede quedar diluido en el océano, y no quedará adherido a la impronta del subconsciente colectivo que es el objetivo principal de todo comunicador. Las ideas deben quedar ancladas en los receptores mediante el divertimento, no bajo el tedio ni la obligatoriedad, misma razón por la que odiábamos los libros que nos leíamos en el colegio, que una vez fuera, se han convertido en imprescindibles.

Si me preguntaran cuál es el tema principal de las películas de Shyamalan respondería que la protección de lo que más queremos y por extensión del núcleo más íntimo, la familia, que es amenazada diariamente por fuerzas externas, (Señales, La joven del agua, El protegido, El incidente) y fuerzas internas, (El sexto sentido, El bosque, La visita, Múltiple). Es precisamente el miedo, el vehículo que con más poder de convicción nos atenaza periódicamente y nos hace tomar bando, pendón y partido para protegernos de su influyente y subyugante actuación. Es la familia el último reducto “confiable” en el que podemos acudir siempre al amparo de las faldas de mamá o del músculo y fiereza de papá, (que los cánones, roles y modas hayan cambiado modernamente esta terminología, no quiere decir que tradicionalmente no haya sido así…feminazis alert!)

Es en la magnifica El bosque, donde nos enfrentamos al mayor de los secretos. El descubrimiento de los Reyes Magos, que el dinero no lo regala el cajero automático, que comer muchos dulces te crea caries, que ya no te tiran de los mofletes y te preguntan que ¿qué vas a ser de mayor?, ya nadie te cuenta cuentos al acostarte, ni quiere jugar contigo a indios y vaqueros. Tu tiempo ha pasado e intentar aferrarse a ello, solamente puede ser posible a base de amenazas y miedo. En El bosque, “los Reyes Magos” que acechan en las lindes del valle son los padres, y si descubres su secreto, solamente puedes obtener a cambio o frustración o libertad…pero como todos sabemos, los padres no quieren libertad para sus hijos, toleran todas las frustraciones de sus retoños siempre que con ello el aura de la protección recaiga sobre ellos. Así estamos programados por la “Pachamamma”.

Si el bosque es el paradigma de la sobreprotección, Múltiple es de alguna manera lo contrario. Aquí la familia es el oscuro agujero de debajo de la escalera, donde ni Harry Potter querría jugar a la Game Boy. ¿Qué hacer cuando el infierno está dentro de las sábanas de tu cama?, ¿qué salida existe cuando eres Sissy Spacek en Carrie, Haley Joel Osment en El sexto sentido, Ellen Page en Hard candy, Kevin Bacon en Sleepers, etc? La olla explota en algún momento y con ella saltan por lo aires todos los condimentos, todos los ingredientes desmenuzados y fracturados. En este punto se extienden por todos los confines de la mente conocida, (y desconocida), todas las personalidades, que en su pugna por la victoria y por acaparar la luz, modificarán para siempre al individuo, llevándole bien a la rendición o bien evolucionándolo hacia algo desconocido, algo nuevo, algo que pugna y late por salir a flote borrando todo lo anterior, creando una realidad alternativa. Es la redención por el sacrificio y la supervivencia maltrecha de una mente enferma, que se debate entre el abandono, la perdición y la locura o el nacimiento del Superhombre nietzscheliano.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
forolibro
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow