Cuando leí que iban a realizar la película del libro La materia oscura de Phillip Pullman ya me temí lo peor, pero no tanto.
Leí el libro hace muchos años, la primera parte tiene una dedicatoria del año 1997, tenía yo 10 años, y me impresionó, me cautivó, me encantó, no lo releí desde entonces, y cuando vi la película, sentada en el cine, no sabía si es que no recordaba el libro o si me había metido en la sala equivocada...(exagerando un poco obviamente), pero no, nada que ver, es una película de fantasía, simplona... frente a un libro maravilloso, original y mucho más profundo.
Lean el libro y pasen de la película. Nada que ver.

No soy mucho de películas románticas, me entretienen, me gusta verlas, y punto, no suelen ser ellas las que se quedan entre mis favoritas, y aquí está la excepción que confirma la regla, no se si es porque la acabo de ver y aún tengo un nudo en el estómago...
Realmente hace creer en el amor verdadero.
Buenas interpretaciones para una preciosa película, con la que, al menos para mí, es imposible no conmoverse. Lloré, algo muy anormal en mí.