Película inconsciente que no se mete de lleno con ningún tema, trata sobre costumbres judías, sobre el barrio Once, sobre el amor, el desamor, el reencuentro con la niñez, pero se acerca a los temas desde lejos y pasa de largo, por ello es que uno no se focaliza entre tanto caos, que puede ser adrede para replicar el conflictivo hábitat de aquel barrio, pero cuando uno espera que suceda algo, se termina la película. Y no es que esté esperando una narrativa convencional o de formula, sino que simplemente esperaba algo más de la película, que nunca consigue arrancar y en la que me da la sensación de que el protagonista está constantemente improvisando sus líneas.
Me hubiera gustado ver un mejor retrato de aquel barrio que un día pude visitar y al que guardo con mucho cariño.

Esta película estaba siempre entre las recomendaciones de letrados o no en cine y la tenia entre los pendientes, así que finalmente la pude ver y me ha dejado un sabor amargo, pues no es lo que esperaba de una película de la que se ha hablado tanto. Un punto a favor es su ausencia de recursos narrativos, pues pasa de ellos para contarnos una historia minimalista, de corte buddy movie y road movie. Lo que sucede es que es difícil sentir empatía con los personajes que están pobremente perfilados, conocemos tan poco de ellos que no logré engancharme con la película.

La verdad tenía muchas expectativas de esta película por ser uno de mis directores favoritos y estando ahí también unos actores tan talentosos, y aunque no puedo decir que me ha decepcionado, pues realmente no es lo que pintaba y se ha quedado en mucha publicidad para tan poco que ofrece. Había escuchado que Tarantino decía que era su mejor película desde Pulp Fiction, pero ni por asomo se comparan. Existen tantas referencias a finales de los 60 que en realidad tengo que confesar que me sentía perdido, pero creo que es allí donde pierde fuerza el director, pues en el excesivo regocijo con la época que retrata, se pierde en contar la historia. Escenas eternas que no encuentran conexión con las siguientes, que no se les ve la lógica y lo que más me apena es haber desaprovechado el talento de Brad Pitt para el papel que le otorgó, tan simplón, de bonachón que al qué hay que querer de entrada, una pena desperdiciarlo así, lo mismo para Robbie y en cambio, lo opuesto para Di Caprio que se luce en su papel porque es redondo, muy buen construido y profundo, ningún otro es así en la película. Otra cuestión que me parece infantil es el tratamiento de las drogas, que si bien es cierto no es lo adecuado ensalzarlas, pues es una época en la que se jugueteaba muy de cerca con ellas y casi no se quiere tocar el tema, tanto así que se nota que es a propósito.

Es una película que no resultaba tan interesante vista en los trailers, pero que una vez que empiezas a ver te enganchas poco a poco en el mundo en que te sumerge el director. La fotografía ayuda un montón, simplemente suma en cada plano, el acompañamiento musical es increíble y dosifica las escenas trágicas y permite esbozar sonrisas en los pasajes cómicos. Es pretenciosa, pero honesta, no le interesa mostrar realidades por fuera de los muros de aquellos condominios de alta sociedad, lo suyo es mostrar el mundo interno de los personajes, sobre todo del protagonista, que por otro lado, está excelente en su actuación contenida, en su gesto elocuente y en su discurso que se acaba cuando se trata de ejecutar acciones.
Se ve un enorme crecimiento en el director, el gran cariño que le ha puesto a este proyecto y los buenos dotes que tiene para dirigir actores y crear atmósferas. Si Feriado fue un primer esbozo de su mundo interno, está película deja claro lo que quiere contarnos del mundo y el punto de vista que va a elegir.
Una película que me parece que se podría convertir con los años en un clásico, porque no tiene fecha de caducidad. Lo que se podría considerar una mirada superflua por dejar de lado problemáticas sociales más trascendentales para el Ecuador, me ha parecido un respiro en todo lo que se viene haciendo que tiene aquel corte realista. Espero con ansias la siguiente de Araujo.

Me parece una obra inferior a Una noche en la Ópera, que aunque cuenta con momentos hilarantes, en sí es una película excesiva, que pretende irse a los extremos son sordidez y que por ello encandila, de tanto afán de buscar la risa por acción y palabra, uno se pierde y no logra encontrar el hilo. Si bien se entiende que la película es un absurdo completo desde su concepción como idea, si se agradecería que se anclase un poco más en la realidad. Por lo demás tiene momentos geniales, los juegos de palabras de Groucho son lo mejor. Es recomendable, pero a mi parecer, inferior a Una noche en la ópera.