Midnight Ride es una desconocida joya de la Cannon, con una atmósfera muy oscura y con un excelente Mark Hamill interpretando a un psicópata asesino perseguido por un Michael Dudikoff que intenta rescatar a su pareja secuestrada.

Con un ritmo frenético, acción "Made in Canon", momentos hasta de terror que recuerda mucho a Carretera al infierno (Robert Harmon, 1986) y un Michael Dudikoff en apuros hacen de esta interesantísima película una de las más divertidas de la filmografía de ambos actores.

El final baja un poco por estar hecho, a mí parecer, con prisas pero que no resta a que la cinta en cómputo general sea muy entretenida.

Mención especial al pequeño papel del gran Robert Mitchum para poner la guinda y hacerla aún más recomendable.

Esta cinta, a día de hoy de culto, fue en su estreno proyectada en los cines con una buena aceptación que con el paso del tiempo se fue diluyendo hasta convertirse en una película inexistente para las siguientes generaciones del cine en las Islas Canarias y para los amantes del cine de aventuras y fantástico.

Una cinta que llegaba a los oídos de las personas a través de anécdotas, por ejemplo, del casting donde fue bastante popular en las islas al presentarse mucha gente local, caras conocidas de la escena musical en Canarias, etc.
Los personajes de los guanches son de lo más variopintos, te ves gente con rastas, tatuajes, caras peculiares... Y que le da un encanto especial al film.

La película no tiene pretención ninguna ni se toma en serio a sí misma, han cogido la historia de un guanche (aborigen canario) como excusa para realizar una película de aventuras y humor, mezclando piratas, templarios, aborígenes africanos, colonizadores, caballeros con armaduras (el mejor personaje de la película: Hermético) y un largo etcétera de personajes y situaciones disparatadas, muy a lo Monty Python.

La única copia de la película en celuloide (35mm) se puede encontrar en la Filmoteca Canaria y el director, Javier F. Caldas, se encuentra en proceso de digitalización con intención de editarla.

Para los curiosos que sólo habían oído rumores acerca de ella decir que la película es recomendable si te gustan historias tipo Simbad, aventuras clásicas y el humor absurdo pero si lo que quieres es descubrir una joya oculta que te cambie la vida o un film que respeta la historia de Canarias no creo que sea tu película.

Tan rescatable como este film es el corto también dirigido por Javier F. Caldas anterior a La isla del infierno titulado "El último latido", un corto de terror con un tono de humor y una ambientación que recuerda a películas de los 50/60, rodado en Tenerife y en blanco y negro con muy buen gusto.

Mal guión, malos efectos, mala interpretación... Todo es verdad, pero no sé, es de esas películas que me han llegado sin más, sin darle muchas vueltas.

La película en sí es un pastiche de subgéneros pero que mezclados me han hecho gracia.

El hijo del gran Mario Bava no fue tan brillante como el padre pero se adaptó a la época y cumplió en algunas ocasiones.

El gran Michele Soavi antes de empezar sus andadas como cineasta y ser considerado como "la última esperanza italiana" le brindó este documento gráfico a su mentor y amigo Dario Argento.

El documental, más que ser una introspectiva a la obra y vida del director, nos lleva, más bien, a la parte más técnica e impersonal del realizador.

No tiene una línea argumental clara, va mostrando extractos de sus películas (tanto las que dirigió como las que produjo) sin orden cronológico y revelando trucos sobre los efectos especiales, maquillaje e incluso detalles técnicos que empleó. Se centra mucho en Phenomena, supongo que es porque coincidió en fecha con la película y era una forma de darle promoción.

No hay mucho que contar, no aporta nada en realidad este reportaje de Soavi a la carrera de Argento, seguramente lo realizó para tomar contacto con la dirección y mostrar los detalles y peripecias de la época dorada del género en Italia.

Va dirigido claramente a aficionados de Argento, quien no haya visto parte de su filmografía (especialmente Phenomena) no merecerá la pena.

Sin ser gran cosa, cualquier aporte o curiosidad por parte de estos maestros del género es bienvenida.