Atención, se ofrecen expectativas de una película divertida con el típico título funesto. Podriamos pensar, y de hecho, lo parece en muchos momentos, una comedia palomitera más de las que sólo merece la pena bajársela o alquilarla para verla con un grupo de colegas mientras te comes unas pizzas.

Pero esta suele ser de esas comedias, de las que raramente se pueden encontrar una o dos al año, que además de provocar bastantes carcajadas se cincela sobre una historia sólida. No nos engañemos, es sólida, pero simplona como la que más. La idea no es original, ni los personajes excesivamente punteros. Pero es un caos medidamente bien construido; una serie de disparates desesperantes (casi dramáticos) con el que consiguen que te rias de algo cuando aún no te has terminado de reir con lo anterior.

Soy un gran admirador de las comedias que consiguen hacerme pasar un buen rato, pero a la hora de puntuar, la supuesta objetividad me lleva a un 5 o a un 6 si me rio con ganas. ¿Por qué un 7 "Resacón en Las Vegas"? Sencillamente por el detalle final (*Spoiler). Una guinda original y fresca para este pastel cómico. ¿La sobrevaloro? Es posible, pero a fin de cuentas es entretenimiento puro y duro, y esta industria del entretenimiento falla muy a menudo en su objetivo: entretener.

Si hubiera que resumir mi opinión sobre la película, diría simplemente que se ha intentado emular "Cadena Perpetua" y "La Milla Verde" aplicando el factor "honor" a la máxima potencia del patriotismo en el contexto de una cárcel militar.

Sinceramente, creo que no hay más allá de tirar del atractivo del cine de cárceles o presidiario, pero no consigue acercarse a sus predecesoras del subgénero. Me falla Redford en ese papel, y sobretodo falla su causa. No hay causa. Simplemente llega Redford (que para mi no tiene capacidad para ir de vacilón), y esa gente pasa a estar dispuesta, no sólo a ampliar sus condenas por cometer actos de guerra, sino a dar la vida porque un señor les recuerda que han sido soldados. Totalmente alejado de la realidad, casi tanto como esos momentos emulando las Guerras Púnicas con bandejas de comida a modo de escudos romanos...

Lo grave es que Redford va directamente a tocarle los... narices a Tony Sopran... digo al Coronel Winters (James Gandolfini) y le convierten en el malo malvado por ello, cuando sólo quería mantener el orden en su cárcel...
Lo siento, pero eso no es viable en ningún universo.

Pecaré de subjetividad, lo admito. Pero por otro lado tengo la sospecha de que un día Paul Haggis vió esta película y decidió hacer "En el Valle de Elah" para mostrar de una forma más cercana a la realidad lo que es el honor, y de paso poner la bandera en su sitio.

Si yo fuera Michael Mann el día que terminó la producción de Enemigos Públicos, me iría a la cama con la satisfacción de creer haber hecho una gran película. A priori lo tiene todo:

- Dos de los actores del momento, de consagrada reputación, cuyos personajes se hallan enfrentados (uno, es un atracador de bancos famoso, el otro, un férreo agente federal encargado de atraparle).

- Tenemos buenas escenas de acción (fugas de cárceles, atracos a mano armada, persecuciones y tiroteos).

- La realización ha sido muy cuidada, con mis escenas de cámara en mano, una lograda ambientación de la depresión (coches, armas, vestuario...).

- La narración y la estructura del argumento son de los efectivos: presentación de personajes en escenas impactantes, una historia de amor, otras de amistad, personajes (de los malos) que provocan enfrentamiento...

... En resumen, Michael se fue contento a la cama. Pero había fallado. Una de las películas más prometedoras del 2009 tenía un defecto de fábrica. Los personajes no funcionan. Sus frases están bien, pero no se establece la necesaria conexión de complicidad con el espectador (la materia prima fundamental del cine, pero tan difícil de conseguir). A mi no me importaba lo que le pudieran pasar a Dillinger, a su novia o sus secuaces. No noto tensión cuando tratan de cercarle para atraparlo. Tampoco me suscita nada un pobre Christian Bale que sólo aporta la cara de un hombre que en la realidad el tormento de sus persecuciones le llevó al suicidio.

En resumen, no están bien construidos ni los personajes, ni la historia. Y eso no funciona. Es un excelente producto cinematográfico, pero que produce indiferencia. Y debo decir de Michael Mann, que me sucedió lo mismo con Corrupción en Miami. Una lástima, no sé si volveré a sentirme como con El Último Mohicano...

Desde tiempos remotos el ser humano ha ansiado copiar las fórmulas del éxito de otros congéneres. Algunos, como los señores de Coca-Cola han logrado blindar y guardar bajo llave su fórmula.

Pero el mundo del cine es un lugar hostil y despiadado. Y es que según veia "Law Abiding Citizen", no podía evitar asemejar los pilares en los que se apoya el guión con los de ese pelotazo cinematográfico que ha sido El Caballero Oscuro. El equilibrio justicia/venganza, el terrorismo psicológico desconcertante de El Joker y un humor negro aderezado con efectistas momentos de acción.

Sin duda, han jugado a utilizar la misma fórmula, pero, todo sea dicho, el resultado podría haber sido bastante peor. Nos encontramos con un producto correcto dentro del marco del cine de entretenimiento masivo. Pero falla estrepitosamente con su desenlace, haciéndose notar la ausencia de creatividad del guión para afrontar el cierre de la narración (el cuál sigo comentando bajo spoiler).

Un 6... Y es que a fin de cuenta es efectista y entretenida, y se hila muy bien la tensión (al estilo de Christopher Nolan, pero con alta fidelidad).

Como bien indica el título de mi crítica, hay ciertas mofas que un espectador, que ha disfrutado con la trilogía de Indiana Jones, no es capaz de aguantar.

Yo soy uno de esos espectadores a los que no le pega que Indiana sea el protagonista de un film de acción del estilo James Bond, Misiones Imposibles (el género que autodenomino "flipado"), capaz de sobrevivir a explosiones nucleares. El tope de flipadas en Indiana Jones se me queda en tirarse con una barca desde un avión en el Himalaya.
Tampoco entiendo a cuento de qué el hijo de Indiana selle una amistad de sangre con unos monos digitales a los que acabe de conocer y que con una simple mirada los convoque cual horda de orcos a cargar contra los pelotones rusos.

Esas mofas no se de dónde salen. ¿Improvisaciones en el guión para rellenar? ¿Sugerencia de los diseñadores de efectos especiales? ¿Necesidad de captar al público infantil? ¿Por qué aliens malvados? ¿No hay más objetos sagrados en la Biblia? ¿Acaso habían pensado en "Indiana Jones y el Arca de Noé"?

No tiene mala estructura como película de entretenimiento. Es más, apuesto a que habría sido una digna secuela de la película "La Momia". Lo triste es eso. Que esto es Raiders, Indiana Jones... no una peliculilla de Stephen Sommers.

Lo que más me gustó:
- John Hurt (como mola el tío haciendo de autista).
- El regreso de Karen Allen
- El cameo del Arca de la Alianza en el Área 51.
- Y sin duda Harrison Ford que ha sabido mantener el tipo y volver a llevar el sombrero del Dr. Jones con maestría.

Decepciona:
- Que sigan dejando a George Lucas intervenir en la destrucción de sagas míticas.
- Que Spielberg se haya dejado convencer por Lucas y el apoyo de Ford para hacer esta película, aunque en principio estuviera en contra de todo.
- John Williams, que parece haber olvidado crear temas que permitan identificar a las películas. Al margen del conocidísimo tema de Indiana Jones, lo demás es musiquilla de relleno.