No conocía el trabajo de este director. Llegué a ellos por azar. ¡Y he flipado!
Todo encaja perfectamente en esta historia que a mí, personalmente, me recuerda a ciertos videojuegos de hace unas décadas. Comparte con ello una originalidad que requiere pasión, creatividad y un gran, gran valor.
La fotografía y el color son exquisitos. El acompañamiento musical es el adecuado. Los efectos sonoros, maestros. Y el guión una joya, con sus giros, guiños... Un trabajo meticuloso que merece toda la fortuna del mundo. Por cierto, los actores y actrices, geniales. Y el montaje, colosal.

Lo bueno de vivir de niño en una dictadura sin mucho presupuesto para comprar películas o series, era que veías producciones que en otros sitios pertenecían al pasado.
Flipper era genial para un niño. Sobre todo si era isleño, como yo. Siempre creías que era posible tener un amigo delfín, como los niños protagonistas. Era una serie para niños... ¡Y por eso me lo pasaba “pipa”!

No había visto aún esta película. ¡Es una fuente de ingenio! Las actuaciones son muy buenas, y los diálogos... ¡Maravillosos! En un época de comedias predecibles, para cerebros predecibles, el aire fresco, el aire "nuevo" viene del pasado para rescatarnos.

Esta película no puede excusarse en su antigüedad ni en sus efectos especiales. Y no por el guión, que siendo flojo, podía haberse aprovechado mejor. Los niños caminan como Frankenstein (sin tener su encanto, ni como extraño homenaje); aparecen en las ventanas, sin alcanzar el "toque" a lo "Salem's Lot" ni de lejos... ¡Vamos, que la radiación afectó más al guionista y al director, que a los niños! ¡Con la de pelis buenas que hay con niños malos! Conclusión: No hay malas historias, sino historias mal contadas.

Hermoso documental, que nos muestra el interesante resultado de un proyecto: llevar el cine a África con un proyector que funciona a base de la energía generada por el pedaleo de una bicicleta. Es un viaje que cubre todas las emociones y situaciones: la inquietud y los problemas para proyectar en Marruecos, las risas de los niños al ver a Chaplin, la reacción de las mujeres jóvenes al ver una película que refleja su situación social, la enfermedad y agotamiento que atacan a los intrépidos “cinecicleteros”... Animo a todos a ver este documental.