Para mi, toda la historia del cine y su evolución sucedieron para llegar hasta El Gran Lebowski. Brillante, redonda, perfecta.
El problema de esta película es que cuando la ves, te ríes. Y eso es un pecado capital para que una película se considere buena.
El guión es redondo, aunque he de admitir que cuando la vi por primera vez (con 17 años) me perdí en la trama.
Una fotografía genial. Esa planta rodadora por L.A.
Esos personajes tan bien construidos. Desde Walter, hasta el taxista fan de los Eagles.
Ese ritmo. Me ha pasado muchisimas veces de decir, venga, me pongo el principio que no tengo mucho tiempo, y decir "una escena más", "una escena más" y acabar viendo la peli entera (llevaré unas 20 veces).
Esos actores. Ese Bridges, ese Goodman, ese Seymour Hoffman.
Esos dialogos. Ese Donnie que no esta en su elemento.
Y sobretodo, ese Nota.
Y los Beatles.

Todo el mundo hablaba tan bien de Her que las altas expectativas, seguramente, han hecho que me guste menos que si la hubiera visto en otro contexto.
La historia es bastante simple. Una pareja se enamora y tienen sus diferencias. No hay más.
Ella es un Sistema Operativo, vale. Pero uno tan avanzado que no resulta nada convincente. Por un lado, está la sobrada tecnológica que se marca la película. Cualquier persona que sepa algo de inteligencia artificial os dirá que estamos mucho más cerca de la tecnología que aparece en Star Trek que en este "Sistema Operativo" (que por cierto, no es un sistema operativo, es un programa). A parte de eso, la gracia que podía tener la película de "no puedes salir con un robot" se pierde totalmente, porque no hay ningún conflicto en eso, a todo el mundo le parece superbien y la única discusión al respeto dura 40 segundos.
Da igual que sea un "Sistema Operativo", podría ser perfectamente una cibernovia.
Resumiendo, mientras que con esa premisa, otra gente podría haber hecho maravillas, aquí tenemos una película simple y blanquísima. Han cogido un capítulo de Black Mirror, lo han alargado hasta tener la duración suficiente para una película y lo han fregado hasta convertirlo en White Mirror en el que no se ve ningún reflejo peligroso que invite a la reflexión.

Por mucho que se intente vender como "el documental sobre los Stones de Scorsese" esto sigue siendo simplemente un concierto de los Stones con 10 minutos documentales al principio. Para colmo, diría que es un concierto que no refleja lo que es un concierto de los Stones. Ni tienen un escenario como los Stones están acostumbrados a tener, ni tienen al publico para el que están acostumbrados. Es un concierto benéfico liderado por el presidente Clinton, así que el publico difiere de la realidad. No digo que el público que haya ahí no disfrute de los Stones, pero no creo que en un concierto al uso, la primera fila estuviera formada en un 90% por Barbies en traje de fiesta.
En resumen, un capricho de Scorsese que no aporta nada al cine documental como si que lo hicieron otros trabajos suyos como la serie "The Blues".

Personalmente, viendo las críticas que tenía he visto esta película sin esperar absolutamente nada de ella y puede que por eso la perciba como mejor de lo que realmente es. La verdad es que me ha entretenido bastante.
Comprendo que haya gente que no le guste, que el guión le parezca simple y que desearía que se eliminara todo metraje en el que aparecen el niño y el mono.
Pero lo que me ha parecido más interesante de la película ha sido la dirección y el apartado visual. Realmente me han parecido excesivos esa sobrecarga visual, pero desde luego, y escribiendo esto ocho años después de que se estrenara la película, he de decir que Speed Racer es una película narrativamente y visualmente completamente diferente a todo lo que se había hecho hasta la fecha (al menos en occidente). Puede que los Wachowski se pasaran de rosca, pero sólo por ver el resultado de este experimento, la película merece más un visionado que las secuelas de Matrix.

Como siempre la factura de HBO es impecable, sólo por la producción la serie ya tiene algo que la hace digna de ver. Así que con esta producción, con que el guión acompañe un poco, se convertirá en un clásico de la televisión, lamentablemente, en mi opinión, no ha sido el caso.
Puede que parte de mi desagrado es por lo que esperaba de la serie. Soy muy fan de la música de los setenta y la verdad, creía que iría en la tónica de películas como Casi Famosos, pero ese no es el caso. La peli va de un señor que tiene una empresa y se droga. Que la empresa sea una discográfica hace que aparezcan de vez en cuando alguien interpretando a un músico que te gusta para tener una escena irrelevante en la trama.
La otra parte de mi decepción es que me importa un comino lo que le pase a los personajes, no me cae bien ninguno. De hecho, no es que sienta indiferencia por el protagonista, es que me cae fatal.
En Boardwalk Empire, la anterior serie de Scorsese, teníamos a un protagonista que era mucho más mala persona que el protagonista de Vinyl, pero costaba odiarle. Era el más malo del lugar y aunque tenía difíciles las cosas, movía las fichas correctas para seguir siendo el rey del mambo. El protagonista de Vinyl, esta carente de todo carisma. Al contrario que Buscemi, a este tío le viene todo de cara, tiene mil oportunidades para arreglar las cosas pero se esfuerza en tomar decisiones cada vez más estúpidas y arrastrar con él a la poca gente sensata que hay en la serie.