Un episodio piloto es aquel que primero se rueda en una serie de televisión y que suele servir a los productores para valorar el posible éxito de la serie. En función de la opinión que les merezca, los productores decidirán si permitir que se rueden más episodios o no. En ocasiones son emitidos en televisión para comprobar el rendimiento en audiencias y para atender a las críticas de los medios. De darse el visto bueno, el piloto es empleado como primer episodio en la primera temporada. (Fuente: Wikipedia).

Dicho de otra manera, un episodio piloto es ése que debe ser capaz de convencerte, de ver los siguientes. Y en el caso de Penny Dreadful, conmigo, lo ha conseguido. Y eso que no es el estilo de series que suelo ver. No me va demasiado el terror, ni lo sobrenatural. Y por supuesto, me sentí estafado cuando vi a los américanos inspirando una serie en el Londres Victoriano... pero es que lo han hecho realmente bien.

Porque lo que han hecho han sido un cóctel de estilos: la ambientación victoriana que te recuerda a dramas de épocas, terror, fantasía, un poco de acción y grandes dosis de intriga. Si, intriga. Porque de repente, pese a ser el primer capítulo, te ves inmerso ya en la acción; no te presentan a los personajes de antemano y tu si quieres saber quien son. Así que sigues mirando, y de repente, los cincuenta minutos del primer capítulo se te pasaron volando y decides que si, que vas a tener que ver el siguiente. Por lo tanto, excelente piloto.

Penny Dreadful es la serie américana para fans de las series inglesas. Aprovechando el éxito de American Horror Story, con actores conocidos y el español Juan Antonio Bayona a la dirección, estoy segurísimo de que esta serie se acabará poniendo de moda, porque tiene todos los ingredientes.

Le di la oportunidad a Brooklin Nine-Nine por los globes de oro. Ante todo, lo que quería era poder criticar sus 2 premios (mejor serie de comedio y actor de serie de comedia). Y la verdad, seguramente yo no se los habría dado porque Modern Family y The Big Bang Theory están
haciendo las cosas muy bien en la comedia; pero las nominaciones, son más que merecidas.

Brooklyn es aire fresco en las comedias estadounidenses. Algo distinto, nuevo, y sobre todo, muy fresco. En cuanto nos sitúan en una comisaría, tendemos a pensar que esto va de otra cosa. Quizás un poco de humor mientras resuelven los casos, y quizás un Bored to Death con humor simple. Pero no. Esta serie es una sit-com en estado puro, donde los casos policiales quedan en un segundo plano y las relaciones entre personajes y sus peculiares personalidades son la trama principal. Nos mueve el escenario de una casa familiar o un apartamento de amigos a una comisaría de policía porque ellos, de alguna manera, también son una gran familia. Y al igual que en cualquier sit-com, la serie empieza algo floja, porque necesitas conocer mejor a los personajes, sus particularidades, sus comportamientos ridículos, para poder empatizar y poder empezar a reirte a su costa.

La serie tiene un ritmo muy ágil que hace que se deje ver sin ningun problema y que cuando te des cuenta, te has visto unos cuantos capítulos. Poco más de veinte minutos con ritmo muy rápido donde se cuentan varias subtramas, cámara en mano y constante movimiento, se asemeja en este sentido a Modern Family pero sin soliloquios. Capítulos independientes, no suele pasar nada si te pierdes uno, la trama que los une queda en un segundo plano.

Las actuaciones no son brillantes, pero cada actor cumple con dignidad su papel. Desde luego, Andy Samberg no merecía el Globo de Oro. Es un Adam Sandler jovencito, no es raro que haya interpretado a su hijo en una película o que este haga un cameo en la serie. Pero Jake Peralta, en cambio, tiene el carisma y la irreverencia necesaria para ser el protagonista.

No es de Globo de Oro, pero Brooklin Nine-Nine es una buena serie para pasar el rato y soltar unas cuantas carcajadas. Un 7 justito.

Dos veces bueno!!

Con este argumento se podría haber echo una buena pelicula de hora y media, pero no sería lo mismo. Porque en "El himno nacional" no sobra ni un solo segundo. Cualquier cosa suprimible, se ha eliminado, dejando de lado, quizás, ciertos punto de vista, pero dándote a cambio un ritmo realmente trepidante. No podrás ni pestañear hasta que acabe estos casi 44 minutos de pleno disfrute.

Una gran sátira a la tecnología como transfondo, a la que es capaz de convertirla en un propio personaje, que son a su vez muchos: nuestros médicos, nuestros vecinos.

Absolutamente imprescindible.

Hidden es una miniserie sustentada sobre todo en un gran guión y unas actuaciones más que solventes. En sus primeros minutos te enseñan su mano y tras ver sus cartas, no tienes ni idea de cual va a ser la jugada.

Un abogado que es contratado para encontrar a alguien, unos crimenes de hace 20 años y un primer ministro al que quieren echar del poder por no tener apoyos. Y aunque sabes que todo esta relacionado, es evidente que no tienes ni idea de como encajan todas las piezas.

Y empieza el viaje.

Nuestro abogado se empiece a mover en busca de la verdad, pero siguen apareciendo más piezas, y no aparece ningún engranaje. Así que el viaje empieza a coger más y más velocidad hasta que la verdad, poco a poco, empieza por asomar.

Sin llegar a ser una serie top, es un gran thriller que te sabe enganchar, con el sello de la BBC y lo que ello conlleva.

Imaginense que eres un clon, no en un futuro, un clon hoy en día, pero tu, no la sabes. Imaginate que de repente, por primera vez en tu vida te encuentras con uno de tus otros clones, alguién idéntico a ti. Y que según lo ves, sin mediar palabra, se suicida tirándose delante de un tren, justo después de quitarse los zapatos y dejar el bolso con sus datos. Entonces tu decides coger el carnet y hacerte pasar por tu clon, que casualmente es policía.

De esa premisa, parte Orphan Black. Y si en vez de decidir quitarla inmediatamente, les das otro oportunidad, te va a devartir.

Porque eso es lo que es Orphan Black, una serie no demasiado buena, pero entretenida, que hace que los capitulos se vean tan rápido. Su piloto no convence, pero la serie comienza a mejorar y consigue su punto álgido hacia la segunda mitad, aunque vuelve a dar un bajón en los dos o tres últimos capítulos de la temporada. Una serie que recuerda a John Doe o más aún a Kyle XY (en versión adulta) pero que supera a éstas por dos simples razones.

La primera, una gran banda sonora con canciones conocidas por todos y escogidas a la perfección para cada situación.

Y la segunda, y principal razón, Tatiana Maslany, que brilla con luz propia entre un elenco de secundarios mediocres (No convencen las interpretaciones de Olivier, el novio de Beth, Vic, Donny, Leekie...). Esta áctriz semi-desconocida se echa a la espalda todos los papeles importantes de la serie y su derroche interpretativo es una de las razones para seguir atendiendo cuando el guión no consigue funcionar del todo.