En primer lugar decir que la película cumple razonablemente con su propósito, lo que ya tiene mérito dado que las expectativas y la presión eran enormes.

Dicho esto, pues también hay que decir que no es una gran película. No, no lo es, no tiene la brillantez, la magia, el tamaño y la ambición incluso, que sí tuvo su antecesora Infinity War, que es netamente superior a ésta (y sin embargo tiene una nota inferior en esta página, curioso). Esta es una película en gran parte rutinaria y previsible, utiliza recursos muy poco imaginativos y cierra los temas de manera bastante convencional y siempre muy "correcta" (en el peor sentido de la palabra).
¿Qué es lo que falla o sencillamente no está a la altura de Infinity War? A continuación expongo lo que considero son sus puntos débiles. Aviso de que no hay spoilers según yo lo veo pero, bueno se pueden leer cosas que a lo mejor dan demasiadas pistas.

-La solución que le dan al tema de los desvanecidos es muy facilona, mucho. Y además conlleva el riesgo que siempre entraña usar este recurso: todo se vuelve peligrosamente cercano a lo absurdo.

-Se rompen algunas reglas del universo Marvel. Algo que para los puristas siempre es irritante.

-La evolución de algunos personajes puede no gustar, particularmente la de Thor o Hulk son bastante controvertidas.

-La corrección política. Pues sí, el empeño por hacer el universo Marvel más inclusivo y más feminista es muy loable, pero cuando el propósito es tan evidente, las decisiones se ven forzadas, no son naturales y se pierde libertad creativa.

-Capitana Marvel. Fatal. Un personaje que llega tarde a la saga, que tiene mucho de Deus ex Machina y que está tan pasada de rosca en sus poderes que sencillamente no saben que hacer con ella. Y es que Capitana Marvel es mucho más poderosa que cualquier otro/a, más que Thanos incluso. Un poder tan enorme tiene un grave problema: rompe cualquier tipo de equilibrio. La prueba es que la tienen escondida buena parte de la película sin explicar porqué.

Y vuelvo al principio, pese a todos los peros es una buena película, disfrutable para los fans y un cierre razonablemente satisfactorio.

Creo que esta película plantea temas de muchísimo interés y los enfoca adecuadamente. Acierta al señalar las actitudes arrogantes de las élites progres que, encerradas en sus burbujas, impulsan una agenda ideológica narcisista, ajena y contraria a las necesidades e inquietudes de la gente normal. Esta desconexión está en la raíz de los populismos de derechas que denuncia la película y creo que esto lo identifica y lo refleja bien (como también se hace en Brexit). Sin embargo, a partir de este acertada premisa, todo se desarrolla de manera dispersa y poco satisfactoria. Se tocan demasiados temas, casi siempre de manera superficial y a veces poco creíble. El fenómeno de la nueva derecha sobre todo se aborda desde un ángulo muy maniqueo, como una masa furiosa, aborregada y frustrada, es decir, adoptando la misma actitud displicente que esas élites que la propia película parece señalar. Por esta y otras razones creo que es una obra errática y finalmente fallida.
Tampoco el personaje protagonista, sobre el que descansa casi todo el peso de la película, convence demasiado, todo lo que hace le sale como por arte de magia y las diversas relaciones que va estableciendo nunca llegan a estar suficientemente justificadas.
Una pena porque con un enfoque más centrado mayor rigor y profundidad podría haber sido una muy buena película.

En principio, una película prometedora: buenas actrices, buena música, magnífica ambientación... Y la verdad es que no empieza mal, tiene una primera mitad muy decente, pero a partir de ahí...el desastre. Desaprovecha y tira por tierra todo en un tramo central anodino y un desenlace directamente de vergüenza ajena. Porque (aquí viene la plaga del cine del siglo XXI): no se atreve a ser lo que debería ser: un thriller psicológico con toques sobrenaturales, no porque quiere ser una película de agenda, porque tocan mensajitos, "sororidad" y "empoderamiento" y, claro, al final sale un churro. Pues nada, otra película destrozada por la obsesión de convertirlo todo en una cruzada ideológica, otra más. Detalles en el spoiler.

Esta nueva Blade Runner es un ejemplo claro de que algunas secuelas no deberían hacerse nunca. Blade Runner no es una historia que se pudiera o debiera continuar, no sin disgustar a mucha gente. Y los peores presagios se han cumplido: la película de Villeneuve yerra en casi todo.En lugar de expandir el universo Blade Runner se retuerce sobre sí misma indagando en los aspectos filosóficos, existenciales... bla bla bla, osea la parte menos interesante y lo hace además para tocar las narices, empeñándose por los huevos de Ridley Scott, en confirmar algo que en todo caso debía quedar para la imaginación del espectador.
En fin, mal. Al igual que la nueva Star War de Disney, se autoplagia, son los mismos temas, la película original se hace pequeña y se enturbia, hurgando en los mismos asuntos (para mal), en lugar de crecer y expandir el mundo que creó Ridley Scott.
Veo mucho más interesante para estas obras míticas el concepto de universo expandido: en lugar de una estricta continuación, películas conectadas que ocurren en el mismo universo pero con diferentes historias y personajes.

Bueno, pues otra más. De nuevo el cine (con Netflix a la cabeza) al servicio de la agenda woke, de nuevo cine que no es cine sino propaganda. Propaganda feminista, claro.
¿Qué nos venden esta vez? Pues lo de siempre: las mujeres son mejores en todo que los hombres, si no han hecho nada memorable en la historia es porque no las han dejado, los hombres son torpes y estúpidos y en todo inferiores a las mujeres. Muy edificante todo, muy constructivo e inspirador. Pero, oh paradoja, resulta que para lanzar sus mensajes y sus reivindicaciones feministas, tienen que parasitar grandes obras literarias y pisotear personajes icónicos masculinos para ponerlos por debajo de una mujer. Esa es la capacidad creativa de esta gente, que igual te hacen un Aquiles negro, que un rey Arturo mulato, que te sacan una hermana woke de Sherlock Holmes. ¿Pero eso no era apropiación cultural? O sea la obra cultural de la civilización europea SÍ puede ser parasitada, instrumentalizada, pervertida y pisoteada por la secta woke, pero mucho ojo con pintarte la cara de negro.
Y una cosita más ¿a qué viene tanta necesidad de reivindicarse las mujeres como mejores que los hombres? Porque, para mí, lo que denota es un complejo de inferioridad terrible. Cuando uno necesita reivindicarse haciendo de menos a otros o tomándose una revancha absurda y extemporánea con el sexo opuesto, malo. Dime de que presumes... Mucho complejo es lo que hay en este tipo de películas que, en lugar de crear personajes femeninos interesantes, dotarlos de profundidad, interés y personalidad (que sería lo suyo), tienen que estar continuamente midiendo a sus heroínas perfectas (y sin ningún interés, por tanto) con hombres, a los que por supuesto superan en todo.
Siendo por lo tanto un producto ideológico y propagandístico, los aspectos cinematográficos pasan a un segundo plano. Se trata en todo caso de una obra ágil y bien ejecutada, aunque bastante estereotipada y sin personalidad alguna. La actriz principal conserva el carisma y la fuerza que vimos en Stranger Things, pese a encarnar a un personaje con la profundidad y complejidad de un sandwich de atún, un absoluto cliché que parece obligatorio en estos tiempos, (mujer fuerte, luchadora, ultracompetente e independiente). Menos convincente es la elección de Henry Cavill, cuya contundencia y atractivo físicos están bastante alejados de la imagen que podamos tener de Sherlock Holmes. La narración es razonablemente efectiva, pese a algunos giros o acertijos demasiado forzados y artificiosos. Probablemente gustará al público juvenil, a quienes claramente se dirige, y dejará fríos a los más adultos
Conclusión, tenemos la desgracia de vivir una época absurda de falta de libertades y de omnipresente ideología "woke" que no es sino la manifestación de enormes narcisismos colectivos, vinculados a nuevos identitarismos. El resultado es una cultura inerte, ideologizada y encorsetada en los estrechos límites de la corrección política y la ideología dominante. La parte buena es que esto se acabará, la moda pasará y nadie se acordará de ello. Volvemos y volveremos una y otra vez al cine clásico, a los 80, incluso a los 90... pero cuando esto pase nadie se acordará de estos productos cinematográficos representativos de un época ridícula y triste.