Si la película no fuera animada...
Si Fievel fuera el típico muchacho guapete que genera lástima...
Si el personaje de Fievel fuera una muchacha, la redactora jefa del periódico de su instituto, la que nunca podría aspirar a ser reina del baile...
Esta película tendría una nota superior.
Pero para mí, no sería así.
Esta película es perfecta siendo animada.
Es perfecta siendo Fievel un ratón (ey chavales, sí, ha habido ratones en el cine antes de Ratatouille).
Es el sueño americano. América, ¡qué lugar!, ¡qué lugar!

¿Por qué hay que verla?
Es otro punto de vista de ese espejismo americano.
Es un canto a la esperanza, a la felicidad, a la complicidad.
Rompe con estereotipos. Un gato puede ser amigo de un ratón.
Y una película animada "para niños" puede reflejar mejor una realidad que una película no animada "para adultos".

Sí, así era. Al menos, en los 90, cuando esta serie era emitida por canal plus a las 8 de la mañana los sábados. Y ahí estaba, que madrugaba solamente para poder verla. E intentaba volver a la cama a dormir, pero ya no era posible. Y es que tal vez sea muy ligera, pero con 8-9 años, estas historias te marcaban.
El argumento es bien simple: reunión de amigos a medianoche, en la cual uno de ellos contaba una experiencia que hilaba rápidamente con una historia de medio. Y estas historias iban donde más nos dolía en esa etapa de la vida en la que la niñez quieres que se aleje... protagonistas de sobra conocidos, como la oscuridad, cámaras fotográficas, payasos, perros hambrientos, magia, gnomos, radios... Y es que ver esta serie se asemeja a aquellos correos electrónicos en los que se empeñan en ver formas fálicas en películas de Disney: sabes que hay cosas malvadas con mentes perversas en el mundo, pero tu infancia y su ingenuidad se bate en duelo con abrir los ojos y despertar a la madurez. Y ya no depende solamente de ti decandarte por un dormir profundo o un despertar con dolor de cabeza...
Y ahora, mención especial a la intro de la serie:
segundo 2: bote que se mece en una orilla, movido por... ¿el viento?
segundo 3: columpios que se balancean movidos por... ¿el viento?
segundo 6: ventana que se abre y se cierra movida por... ¿el viento?
segundo 7: sonrisa malvada de... ¿el viento?
segundo 10: se ve un sótano, un monopatín, un payaso, un ventilador que serán propiedad de... ¿el viento?
segundo 14: se oyen unos pasos que se acercan a una puerta que se intenta abrir desde el otro lado... ¡como sea otra vez el viento me lo cargo!

Y para los seguidores de esta serie: la emiten por la noche en clantv :D

Varios hechos indican que el verano llega, a saber:
- Elevadas temperaturas.
- Ropas en tonalidades claras.
- Pelearse por un sitio en cualquier terraza.
- Las gemelas de Sweet Valley en la parrilla televisiva.

Así lo recuerdo yo, desde mi más tierna infancia. Y como tal debe entenderse esta serie. Veraniega, fresca y sin intención de crear un antes y un después en las series juveniles. Llena de típicos tópicos y rompiendo uno muy extendido: una chica guapa no tiene por qué ser tonta. De ejemplo, tenemos a Elizabeth.
Al ver la serie, te asaltan un gran número de dudas: ¿de dónde sacan una casa así? Si se supone que son menores de edad porque van al instituto, ¿dónde están sus padres? ¿Cómo sacan dinero para sobrevivir y comprase tantos y tantos modelitos? ¿Por qué una chica guapa y lista acaba saliendo con un hombre que sólo tiene tiempo para el deporte?
Y ahora pregunto yo... ¿quién no se ha hecho estas preguntas, refiriéndose a la vecina del 2º, a la prima de tu amiga o a la hija de tu dentista? Salvando las distancias, puede llegar a ser una serie con la que te puedes identificar en determinadas situaciones. Y, cuando no es así, es la serie perfecta para ver mientras desayunas en una calurosa mañana de verano.

¡Disfrútenla!

Mi nota es elevada, lo sé, pero han sido muchos años y tiene un valor histórico.

No es fácil para mí escribir esta crítica e intentaré hacerla lo más objetiva posible.

Lo primero que quiero indicar es que si no sabes nada de esta autora, pierdes el tiempo con el visionado de la película. Cada fotograma cobra sentido si has leído su obra, ves su vida reflejada. Sylvia Plath como persona y como personaje, como poetisa, como esposa, como madre. Como una de tantas mujeres que dan todo, que no temen perder su vida, porque ya nada le importa, solamente descansar eternamente.

La música envuelve cada instante, sin quitar protagonismo a la trama, pero acertando con cada nota en cada momento. Los protagonistas están excepcionales. Gwyneth Paltrow interioriza tanto su papel que se mimetiza, es Sylvia la que habla a través de sus miradas, cargadas de reproche y de odio, ¿a quién? Tal vez sea lo que ella siempre quiso saber. Daniel Craig interpreta a un Ted Hughes fiel a la realidad, preocupado por su propio beneficio, con mirada desafiante. Y en este momento debo puntualizar que echo de menos un personaje clave en la historia de estos dos (ya que, al fin y al cabo, la historia de Sylvia es la historia de Sylvia Plath&Ted Hughes). Ese personaje que falta es la hermana de Ted, Olwyn Hughes. No es necesario indagar demasiado en la historia para saber las consecuencia que tuvo Olwyn sobre esta relación...

Desde luego que cualquier parecido con la película "Las horas" no es mera coincidencia. Virginia Woolf y Sylvia Plath compartieron el mismo camino en sus vidas, aunque no con las mismas pisadas. Personalmente, opino que "Las horas" puede ser vista por cualquier persona, sin saber demasiado de su autora, pero "Sylvia" cobra un significado mayor al conocer su vida, lo que me lleva a comentar ese final...

... y no ser diabético, porque esta película es una pastelada pura y dura.
¿Y por qué mi nota es de un 10?
Porque, de vez en cuando, un atracón de azúcar no viene nada mal.

¿Acaso no has olvidado todo lo demás y te has centrado únicamente en un amor al que intentas impresionar haciéndote visible?
¿Acaso no te has ido a enamorar de alguien con quien pasas la mayor parte de tu tiempo?
¿Acaso no has abandonado todo para encontrarte a ti mismo y ha aparecido alguien con el que te entendías, sin necesidad de hablar?
¿Acaso no has hecho daño a la persona que más te quería?
¿Acaso no te has encaprichado de quien no debías?