Está claro que no nos encontramos ante una gran película. No es una obra maestra que estemos deseando volver a ver, pero si nos la planteamos como una película para pasar un buen rato y reirte con alguna escena, quizás más de lo esperado, podemos calificar esta película como pasable. Lo mejor de la película es la escena donde el cómico Tim Allen se pone botox antes de ir a cenar a un restaurante. Sinceramente, creo que no me había reido tanto desde hacía mucho tiempo. Y eso es, precisamente, lo bueno de esta película. Por que muchas veces, nos olvidamos de lo importante que resulta reír.

Había leido la sinopsis y el guión me parecia una idea extraordinaria. Además, el hecho de que uno de los actores fuese Mick Jagger, hacía que sintiese más deseo de verla. Solo era por curiosidad, no esperaba tampoco mucho, pero me he encontrado con una película que desde el principio consigue enganchar al espectador. Andy Garcia realiza un papel extraordinario, aunque el mejor del reparto sin duda es un Mick Jagger que sorprende desde su primera aparición, con un papel totalmente alejado de lo que representa con los stones y que demuestra que además de ser una estrella del rock puede llegar a ser un actor que hace sombra al mencionado Andy Garcia, a Angelica Huston o al mismo James Coburn.
Lo que menos me ha gustado de la película y por lo cual la he bajado puntos, han sido los últimos 15 minutos. Por un momento, la película da un giro drástico y parece que el final sorprenderá a todos los espectadores, pero de pronto ocurre lo que en muchas otras películas americanas, convirtiendo lo que podría haber sido una obra maestra de George Hickenlooper en otra fábula de las que ya hemos visto miles.

Tenía mucho miedo de enfrentarme a esta película, pues normalmente, no suelen gustarme las adaptaciones de libros al cine, pero me sorprendí muy gratamente cuando me encontré con una película bastante dura que, pese a algunos cambios de última hora en el guión y algunos fragmentos del libro que no aparecen, muestra una adaptación muy buena de la obra de Saramago.
Para todos aquellos que no hayan tenido el placer de ver esta película en el cine, solo un pequeño consejo. Antes de verla apagar todas las luces de la habitación y verla a oscuras.

Hacía mucho tiempo que no veía una película con un guión tan original como esta. Una historia preciosa pese a un final que no terminó de convencerme, pero que sin duda, es una película recomendada para ver en cualquier momento.

Si vemos Ed Wood solo como una historia de un joven director de cine al que la suerte no le acompañaba, disfrutaremos de una de las mejores películas de Tim Burton. En cambio, si lo que pretendemos es ver una película biográfica sobre Ed Wood y Bela Lugosi, nos encontraremos con una historia en la que no han logrado acercarse mucho a la realidad.