No sé lo que acabo de ver. No sé definirlo, quiero decir. O sea, tengo claro que acabo de ver un film... ha durado 109 minutos, o sea, un capítulo de una serie no era. Pues tenía toda la pinta de ser un capítulo de una serie.
¿Qué acabo de ver? Recuerdo haber empezado viendo una película sobre Artes Plásticas Contemporáneas, y el snobismo morboso y la estupidez deshonesta de sus críticos, marchantes, coleccionistas y demás maleantes. La farándula es lo que tiene...
Pego una cabezada de puro aburrimiento y al abrir los ojos, tras cinco escasos segundos, me encuentro con un largometraje de Serie B, supuestamente de Terror. Ufffffffff... he tenido antes esas sensaciones, sobre todo a causa de la resaca tras una noche cojonuda.
¿Alguien puede definir esto que acabo de ver? Estoy perplejo porque me pareció ver entre esa gentuza a Mr. Gyllenhaal, a Mrs. Collette, a Mr. Malkovich y a la estupenda (y bienvenida) Mrs. Russo. Siempre que como pescado azul tengo unas pesadillas de muerte, pero... ¿es este el caso?
Género Slasher, me chivan por aquí... ahhhh, OK. Pero sólo en su segunda mitad, no?
Vosotros mismos... sí, sí, vosotros, compañeros usuarios. Pasad y contemplad este engendro que pasa de Comedia a Terror en cero coma... y por ahí he leído que es una sátira de nosequé...
Pamplinadas. Ya no saben qué inventar.
Pero cuidadito conmigo, esta no os la perdono... yo exijo, como mínimo, entretenerme. Me habéis timado, así de claro. Semejante elenco para semejante esperpento. Eso es una cuchillada trapera por la espalda...
Y pensar que he dudado entre ésta y "La Librería" (Isabel Coixet, 2017)...

Soy un absoluto fan de este director, en base a sus anteriores films, de los cuales destaco sobremanera "Shame". Su sensibilidad y el color de fondo son las facetas que más me conquistan de él.
Me ha sorprendido un poco el guión, en el cual también participa el realizador. O bien mis expectativas eran desmesuradas, o bien he pecado en idealizarle. Sea como sea, la historia aquí narrada es un tanto vulgar, en comparación con sus otros films. Es una película de Acción, de Polis y Ladrones, de "buenos" y "malos". Cómo me ha recordado "American Gangster", aunque al revés... no esperaba tanto de Ridley Scott.
Pero ambas, películas del montón en su género.
Las interpretaciones están bien, pero a la altura de la historia. Es imposible lucirse con semejantes papeles en semejantes historias. A pesar de ello, Viola Davis destila su talento natural, pero desperdiciado, como el resto de actores/actrices. Farrell está a la altura... el tío es un TodoTerreno.
Ahora bien, MENOS MAL que Mr. McQueen imprime algo se su estilo personal, y con ello salva la película.
Admirables las escenas imaginadas por la protagonista fruto de la nostalgia.
Y brutales las canciones seleccionadas para abrigar dichas escenas.
Mi Nota (7) es más por fanatismo que por convencimiento.

Mr. McQueen, please, give me another Masterpiece!!!!
Yes, You Can !!!!

Me ha encantado la película. Me ha emocionado muchísimo, y por supuesto que ha espoleado mi sentido de la justicia hasta sentirme avergonzado. Los límites al Amor no sólo los ponen los gitanos... ellos quizás lo manifiesten con más sonoridad. Todos participamos de esa mordaza a los sentimientos procedentes de lugares no certificados, sin D.O.
Nos mofamos hasta la saciedad de expresiones sentimentales que, por definición, son más arriesgadas, o sea, más honestas y auténticas.
La sociedad es un rebaño.
Descubrámonos ante este derroche de realismo, gracias a ese toque documentalista; ante ese aluvión de talento que brota de la realizadora y guionista novel y de las actrices noveles; ante esa historia, brutal porque también es novel.
Esas miradas, esa ansiedad ante la ausencia, esos besos... Es una película preciosa, de una belleza bestial. Las protagonistas, metidas hasta el fondo en sus respectivos papeles, adquieren una guapura especial. Son los personajes más bellos que he visto en el cine desde hace mucho tiempo... creo que desde que admiré a Maggie Cheung en "In the Mood for Love" (Wong Kar-Wai, 2000).
Brindo por Mrs. Echevarría, brindo por "Carmen" y por "Lola"... brindo por el Amor

Me gustan los realizadores cinematográficos sensibles. No puedo evitar que yo, ser sensible hasta la paranoia, me vea reflejado y comprometido en films que narran la Historia de la Injusticia, el lobo que la Humanidad no cesa de alimentar.
Pero si además de sensibles son objetivos paso del reflejo a la admiración más absoluta. Para un ser sensible, y más para un director, o un equipo, cuya obra va a ser pública y muy probablemente vista por miles de personas, debe resultar dificilísimo no recrearse en los instrumentos del Mal, sólo ceñirse a los hechos. Algo parecido a esta observación pude ver en "El Último Rey de Escocia", aunque el paisaje geopolítico ugandés, por sí mismo, es subjetivo. Pero tratándose de esa caverna con over booking de trogloditas llamada EEUU, pues la cosa tiene su mérito. Desmentir la Ley Patriótica, esa venganza colectiva disfrazada de Justicia Nacional, es arriesgado, pero igual que ocurre en un juicio criminal, las defensas o los fiscales ganan aportando hechos irrefutables (casi siempre).
Ese ejercicio de objetividad lo logra Macdonald únicamente armado con su cámara, con un único objetivo: Mohamedou Ould Slahi, en la piel de Tahar Rahim... o viceversa, porque hay momentos en los que no lo tengo nada claro.
Rahim me dejó con la boca abierta en aquella sencilla pero brillantísima "Un Profeta" de Jacques Audiard. Yo ya incluyo a este hombre en mi lista de camaleones interpretativos, junto a Daniel Day-Lewis, Karra Elejalde, John Wayne, Matthew McConaughey y un moderadísimo sinfín de actores más. Rahim no sólo se come la pantalla, sino que se traga al resto de personajes, a Guantánamo y a los mismos EEUU. El binomio realizador/protagonista es perfecto.
La cámara, en todo momento, incluso en las escenas en las que no aparece, está dentro no de Rahim, sino de Mohamedou, en un mágico fenómeno artístico que por momentos te hace creer que el mauritano se interpreta a sí mismo. El resto del elenco es cómplice de esta magia, y magistralmente actúan, como satélites, alrededor de Rahim/Mohamedou. La cámara nos muestra la introspección, la desorientación, la templanza, el horror... el amor filial. Flash Backs que me recuerdan a Terrence Malick, bellos, color pastel, impresionistas... impresionantes. La iluminación es soberbia. La puesta en escena increíblemente perfecta, aunque nos pasa desapercibida porque, repito, Mohamedou llena la película.
Macdonald no intenta explicarnos la razón del hijoputismo colectivo que sufren los EEUU, aunque sí me ha parecido muy interesante la explicación del porqué de la ubicación del matadero. Al final, me ronda la injusta idea de que todos son víctimas, hijoputas y secuestrados. Macdonald no está interesado en dibujar la mano que mueve los hilos, sino en desgranar la mente de un ser humano que vive al límite tanto la felicidad como la tortura.
Un Ser Humano que cree que su dios le obliga a perdonar, cuando esa capacidad la posee él mismo desde que nació.
Aún sin haber visto Nomadland, esta es, para mi modesto juicio, la mejor película post pandemia.

Recórcholis con la peliculita... mi más sincera admiración hacia mí mismo por haber visto todos y cada uno de sus insufribles 95 minutos. Me he trabajado la paciencia que no veas. Y todo por amor a este arte.
Bueno, qué puedo decir... para los amantes incondicionales del género pues imagino que se puede ver. Típica película de esas en las que la estupidez humana vence a la razón, y la prepotencia racial vence a los sabios consejos. La ignorancia, mezclada con drogas y alcohol, aderezada con codicia y al lado de dos mozas (novia y cuñada) da lugar a masacres y baños de sangre, lo sabe cualquier ser humano medianamente aficionado al cine.
Mr. Perrier (buenísima agua con gas, por cierto), en un alarde de generosidad, nos hace llegar este bodrio, su segundo bodrio ("The Ante", 2006) aunque en esta bendita web sólo conste este en su filmografía. El color me ha parecido horroroso, y el uso de la cámara vulgar. El montaje, un despropósito, y la puesta en escena lamentable. Durante más del 50% del film, los protas viajan, pero total ausencia de RoadMovie, que el fulano este podía haber aprovechado para sacar más jugo a los personajes (que tienen tela de jugo del que al final lo desconocemos todo). No se dirigen la palabra en todo el interminable y tedioso viaje... en un osado cálculo mental de los kilómetros recorridos por los personajes me atrevo a decir que unos 250 en fregoneta, y unos 1500 en patera. Al protagonista NUNCA se le acaban ni el Bourbon ni los cigarrillos, excepto al final cuando ciertas dificultades orgánicas-músculo-esqueléticas-corporales-hemorrágicas-marronales se lo impiden, sólo faltaría eso.
Hablando del protagonista, Jared Cohn... el tío es director-productor-actor, y tiene una ristra de trabajos larga, aunque no sé si importante. Pues lo hace fatal, como el resto de actores/actrices.
La historia... pues nada, que dentro de su género, pues supongo que no está mal. Al parecer, según he leído por ahí, hay cierta inspiración en unos cráneos de barro encontrados en las ruinas de la neolítica ciudad de Jericó. Y como ya comprobaréis los amantes del género y algún que otro insensato, hay un popurrí de leyendas americanas que pretenden lo obvio: "que nadie salga vivo de aquí". El tal Perrier también es guionista, y no sé qué se le da peor.
Entre que no me gusta el género (pero no me pierdo una, tiene cojones) y que considero la película mala (que no muy mala, y eso es un éxito tratándose de este género) pues le pongo ese DOS.