Me da la sensación que el guión es un tanto confuso, no hay nada construido, digamos que las situaciones se van sucediendo una tras otra, sin que ello implique nada realmente muy importante:

Moi es muy plano desde el primer momento en que aparece entrando en el caserón hasta el final; la muerte de un ser querido puede adolecer, pero se me hace difícil que lleve a una 'locura transitoria' por mucho que aparezca un ser despreciable y provocador.
La escena de sexo entre Mía y su ex-pareja es tan fundamental como el tiempo que se le dedica a ello (la magnificencia del cine patrio en estado puro), porque si nos paramos a pensar, lo único necesario es el sonido que ha de escuchar Moi para 'enloquecer', pero si lo explicitamos, ya tenemos dos desnudos y dos minutos más de metraje (superfluo)...
...Tan (superfluo) como la llamada telefónica de la ex-pareja de Mia a cualquier persona...
...Tan (superfluo) como el "supuestamente bello" sueño de Mia al final de la película (así aprovechamos para verla desnuda)...
...Tan (superfluo)...

Borja no es director de cine, ha grabado una película sobre unas letras y con voluntad de contar algo interesante; pero como el cine patrio es tan flojo, podríamos decir, que en conjunto, al no ser una película pretenciosa, sale hasta airoso.

Ricardo Gómez, Eneko Sagardoy y Joe Manjón, (a mi modo de ver) están muy bien (Ricardo Gómez con altibajos, ya que su personaje es el menos trabajado en guión (y la planificación no le ayuda en algunos momentos, como en su presentación, que resulta hasta ligeramente cómica con la elección de un plano general*), pero es el más trabajado en interpretación); y Bruna Cusí, quizá la más floja de los cuatro, hace un buen papel, aunque por su personaje, poco más puede hacer.

Con todo esto, tengo fe en que Borja llegue a hacer algo estimable, si es una persona humilde y cree en la autocrítica.

*esto lo hacían muy bien los expresionistas, pero era otra "liga".