Es una pena lo que Scott ha hecho con esta saga. Podría haber avanzado en tan buenas direcciones y sin embargo la han convertido en un refrito de ideas que no parece ir a ninguna parte. Y es que es difícil coser bien esta entrega con el resto de la saga, incluso con Prometheus. Covenant es una extraña mezcla entre la primera película de Alien, Blade Runner y Prometheus, en la que el tono oscuro sirve para esconder un guión entretenido (mejor que el de la anterior precuela) pero endeble, predecible y decepcionante. Y eso pese a que claramente se han esforzado con los diálogos.

La interpretación de los actores es, de lejos, lo mejor de la película; en especial la de Fassbender, que consigue volver interesante lo que podría fácilmente haber sido un personaje insoportable. ¿Y lo peor? Pues bueno... el propio "alien", por desgracia relegado a un muñeco CGI de lo más ridículo, y cuyo misterio es parcialmente pisoteado por Scott y sus guionistas para darle lustre a la que parece ser la nueva estrella de la saga: el robot David.

La película tiene un comienzo prometedor, pero poco a poco piede fuerza a medida que va descubriendo sus cartas y éstas resultan no ser tan buenas como había dado a entender. Es lo que pasa cuando uno quiere cubrir mucho terreno a la vez, que acabas por no hacer nada bien. En fin, otra oportunidad perdida.

Me ha costado decidirme entre puntuarla con un 5 o un 6. Si no fuera un fan de la saga le habría dado un 6, porque como he mencionado la película es entretenida. Pero no me gusta para nada lo que han hecho con el xenomorfo, y al fin y al cabo esta es una crítica personal. Así que le doy un 5.

Con la premisa de la película, bien explicada en la sinopsis de esta web, tenía otras expectativas. Imaginaba una película acerca de los dilemas y la lucha interior que supone el celibato, particularmente en el budismo. Pero no: es más bien una modesta reflexión en forma de cuento tragicómico sobre nuestras tendencias contradictorias al bien y al mal. La historia en sí no conduce a nada particularmente interesante. Lo que logró mantener mi atención es la estética. La mezcla de animación e imagen real está muy lograda, si bien en ocasiones se nota la falta de presupuesto. El culmen de la película es una larga secuencia que relata una de las visiones eróticas del protagonista, y que resulta a la vez inquietante y divertida. Esta secuencia ocurre hacia la mitad, y a partir de ahí todo pierde algo de fuelle. Una pena.