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Críticas de La Taverna del Mastí
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Críticas 204
Críticas ordenadas por utilidad
7
26 de septiembre de 2015
14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
El 'found foutage' es una técnica cinematográfica bastante utilizada en los últimos tiempos en el género de terror. Desde que hiciera acto de aparición en la película (considerada en la actualidad) de culto, "El proyecto de la Bruja de Blair" (Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, 1999)... largometrajes como "[REC]" (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007), "Paranormal Activity" (Oren Peli, 2007), y más recientemente, como es el caso de "Eliminado" (Levan Gabriadze, 2014), se han servido de este recurso para otorgar, con más o menos acierto, un mayor realismo que impacte al espectador.

El director y guionista indio, M. Night Shyamalan, tras estar bastante devaluado por sus últimos trabajos: la infravalorada fantasía épica "Airbender, el último guerrero" (The Last Airbender, 2010) y la floja aventura postapocaliptica con Jaden y Will Smith "After Earth" (Id, 2013); utiliza el recurso antes citado para su última película tras las cámaras, titulada "La Visita", en el que vuelve a la senda del género terrorífico que tantas satisfacciones le ha aportado en el pasado.

Una de las características principales del 'found foutage' es la grabación tipo amateur cámara en mano, que a pesar de conceder un grado de realismo, al mismo tiempo hace que los abruptos movimientos de cámara dejen una sensación de mareo constante; sin embargo, Shyamalan resuelve de manera inteligente ese tema con el personaje principal, una adolescente (interpretada por Olivia DeJonge) que está estudiando cinematografía, propiciando que los encuadres sean mejores y el movimiento de cámara sea más sutil. Con todo, es necesario indicar que posiblemente sea la película que mejor ha empleado esta técnica (en el género de terror, que conste), y sin duda, es uno de sus puntos a favor.

El que Shyamalan haya utilizado este recurso marca un punto de inflexión en su filmografía, ya que a pesar de aportar un toque de frescura al filme que se agradece, hace que pierda el estilo que ha caracterizado desde siempre al director indio: la cuidada puesta en escena y el desarrollo de los personajes. Aunque "La Visita" es su mejor largometraje en mucho tiempo, que con un presupuesto mínimo y mucho ingenio, ha conseguido reconciliarse con crítica y público.

La premisa es bastante sencilla, pero muy efectiva, centrada en una madre que deja a sus dos hijos en la remota granja de sus abuelos, en Pensilvania, durante una semana, los cuales van descubriendo que la anciana pareja está metida en algo profundamente inquietante. El realizador de "El sexto sentido" nos presenta una historia espeluznante y rematadamente muy divertida a partes iguales, en el que destacan sus intérpretes, sobretodo esa adorablemente maliciosa anciana, interpretada de forma soberbia por Deanna Dunagan, que a base de galletas, sonrisas y carreras logra por momentos poner los pelos como escarpias (con algunos sustos muy bien conseguidos); y también el joven Ed Oxenbould, que aporta genialmente los momentos divertidos al filme; asimismo, hay un trasfondo muy interesante en su argumento que trata el tema de los rencores familiares.

En definitiva, "La Visita" supone el regreso a la primera línea de un director denostado en los últimos tiempos, M. Night Shyamalan, con una película realmente fresca, entretenida, inteligente, divertida, inquietante, y por supuesto, recomendable.
La Taverna del Mastí
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8
27 de mayo de 2014
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se puede afirmar que Godzilla es la referencia más popular de la cultura japonesa del siglo XX, debido a las numerosas películas que se han realizado hasta la fecha, desde que se estrenara la primera en 1954. Producida por la legendaria productora japonesa Toho, Godzilla sirvió como pretexto metafórico para representar el miedo que sintió Japón tras el bombardeo atómico sufrido en la Segunda Guerra Mundial a manos de Estados Unidos.

Muchos años después, concretamente en 1998, el director alemán Roland Emmerich realizó un desvirtuado remake sobre Godzilla, siendo la primera vez que se adaptaba en Estados Unidos. A pesar de contar con un extenso despliegue publicitario y un presupuesto holgado, la película no llegó a conocer el éxito pronosticado, y fue rechazada por gran parte de la crítica.

A raíz del fracaso estrepitoso que se llevó la cinta de Emmerich, la emblemática productora japonesa decidió tener el control en la producción de este nuevo remake. Para llevarlo a cabo, apostaron por el director británico Gareth Edwards, que venía de realizar su opera prima, titulada "Monsters", un modesto e interesante filme de ciencia ficción; además de contar con un amplio y notable reparto actoral compuesto por: Bryan Cranston (Breaking Bad), Juliette Binoche (Tres Colores: Azul), Ken Watanabe (El último samurai), Aaron Johnson (Kick-Ass), Elizabeth Olsen (Martha Marcy May Marlene), Sally Hawkins (Blue Jasmine), y David Strathairn (Buenas noches, y buena suerte).

Esta nueva versión de Godzilla, a diferencia de la perpetrada por Emmerich, sí que mantiene la esencia del personaje de la Toho, la cual el enorme dinosaurio mutante genera y salva, a partes iguales, del caos al mundo. Para ello, se enfrenta a unas malvadas criaturas, animadas por la arrogancia científica de la humanidad, por el cual se le puede considerar como una especie de antihéroe.

Me ha gustado mucho el desarrollo de la historia, está muy bien planteado y relatado a fuego lento, en el que Gareth Edwards se aleja de la "charlotada" visión de Emmerich, para ofrecer una visión seria y más acorde con su homólogo japonés de 1954.

Asimismo la factura técnica es brillante, destacando los efectos especiales, que son sencillamente espectaculares, con un acertado diseño de las criaturas, y una impresionante recreación del caos que genera por donde pasan; por añadidura se puede destacar la estupenda banda sonora compuesta por Alexandre Desplat, que ensalza el dramatismo de la historia.

Por contra, puedo decir que, sin ser una película excesivamente larga (dos horas), ese desarrollo algo lento de los acontecimientos hace que en ocasiones decaiga el ritmo. También se puede decir que está bastante desaprovechado el talento de algunos grandes actores, tales como Bryan Cranston, y sobre todo de Juliette Binoche; aunque en este tipo de propuestas, el trabajo actoral quede relegado a un segundo plano.

En definitiva, Godzilla es una película notable, muy entretenida, interesante y recomendable; que mantiene la esencia del famoso personaje japonés, y realiza un sensacional y brutal despliegue de efectos visuales que quitan el hipo.
La Taverna del Mastí
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7
17 de diciembre de 2016
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la clásica sinopsis escrita en letras grandes tras el inicio de cada entrega galáctica, concretamente en la primera, la mítica "La guerra de las galaxias" (Star Wars, George Lucas, 1977), mucho antes de que le pusieran el apelativo de los episodios y esperanzas varias, decía:

«Hace mucho tiempo, en una galaxia lejana, muy lejana... Nos encontramos en un periodo de guerra civil, las naves imperiales rebeldes atacando, desde una base oculta, han logrado su primera victoria contra el malvado Imperio Galáctico. Durante la batalla, los espías rebeldes han conseguido apoderarse de los planos secretos del arma total y definitiva del Imperio, la Estrella de la Muerte, una estación espacial acorazada, llevando en sí potencia suficiente para destruir un planeta entero. (...)»

Aquel prólogo ha servido para el primer spin off cinematográfico desde que la factoría Disney adquiriera sus derechos. Con una premisa más bien clara, que un cineasta como Gareth Edwards (responsable de la infravalorada "Godzilla" —Id., 2014—), logre mostrar algo distinto, pero manteniendo el espíritu esencial de la historia, es algo a decir verdad muy meritorio.

"Rogue One" ha conseguido lo que George Lucas no pudo alcanzar con los mastodónticos y quiméricos tres primeros episodios; relatar una historia con las dosis necesarias de nostalgia, que expanda el universo conocido sin perder su esencia, sin incongruencias y ramalazos infantiloides y patéticos.

A los hechos ya conocidos de sobra por todos, podemos agradecer que haya tenido la capacidad de introducir nuevos personajes interesantes, tales como el nuevo robot K-2SO o el teniente Orson Krennic. Por lo que respecta al nuevo androide (al que pone voz Alan Tudyk), aporta las dosis justas de humor inteligente al más puro estilo C3PO; por otro lado, Ben Meldensson encarna de forma brillante al malvado teniente Krennic, siendo un antagonista con personalidad y carisma.

Hay que destacar también a ese particular grupo de antihéroes rebeldes suicidas, que personalmente me han recordado a los propios del filme 'marvelita' "Guardianes de la galaxia" (que a su vez estaba influenciada por la clásica saga galáctica). Una 'troupe' repleta de personajes interraciales y de distinta índole, como la protagonista femenina Jyn Erso (encarnada por una solvente Felicity Jones); el oficial de inteligencia rebelde Cassian Andor (que da vida el actor mexicano Diego Luna); los monjes jedhianos Chirrut Îmwe y Baze Malbus (interpretados por el hongkonés Donnie Yen y el chino Wen Jiang); y el piloto desertor de la alianza Bodhi Rool (encarnado por el británico Riz Ahmed. Todos ellos se ven complementados por las apariciones puntuales y estelares del villano por antonomasia Darth Vader o estupendas resurrecciones digitales como la de Peter Cushing, actor británico que lleva fallecido más de veinte años.

A su vez, Gareth Edwards nos deleita con un despliegue técnico espectacular, y es que la galaxia muy muy lejana nunca había lucido tan bien. Hay que mencionar además, que el último tercio del filme es verdaderamente impresionante, el cual realiza un sentido homenaje a la maravillosa "El retorno del Jedi" (Star Wars. Episode VI: Return of the Jedi, Richard Marquand, 1983), con una batalla a tres bandas apabullante.

En definitiva, "Rogue One: Una historia de Star Wars" es una película notable..., es como aquella canción que ocupa la Cara B de un single de tu banda favorita, que cuando la escuchas, acaba siendo mejor que el éxito principal..., también es todo aquello que deberían haber sido los deslavazados episodios 1, 2 y 3 del tito Lucas..., y por descontado, es la mejor entrega de la saga galáctica desde 1983. Sin duda, un clásico instantáneo.
La Taverna del Mastí
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7
24 de mayo de 2016
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la segunda incursión tras las cámaras del casi desconocido director francés Yann Gozlan, el realizador deja de lado el terror de su opera prima "Captifs" (Id, 2010), para conformar una historia que gira en torno a un joven escritor frustrado que se apropia del manuscrito de un anciano solitario que acaba de morir, convirtiéndole en la nueva promesa de la literatura francesa; sin embargo, con el tiempo las presiones de la editorial por escribir una segunda novela, y las de alguien que conoce su secreto, le harán entrar en una espiral de mentiras que le obligarán a tomar decisiones drásticas para preservar a toda costa su secreto.

Cabe decir que la premisa del filme de Gozlan no prima por su originalidad que digamos, ya que recuerda bastante a otras películas como "El ladrón de palabras" (Brian Klugman y Lee Sternthal, 2012), "Deathtrap" (Sidney Lumet, 1982), "Conocerás al hombre de tus sueños" (Woody Allen, 2010); así como a algunas novelas de Patricia Highsmith, tales como "Las dos caras de enero", que fue llevada a la gran pantalla por Hossein Amini en 2014; o también "El talento de Mr. Ripley" que ha sido adaptada de forma exitosa en dos ocasiones, siendo la primera en 1960 con "A pleno sol" (Plein soleil, René Clément), filme que llevó al estrellato al gran Alain Delon, y la segunda en 1999 con "El talento de Mr. Ripley" (The Talented Mr. Ripley, Anthony Minghella). Pero a pesar de su falta de originalidad, Gozlan (que también firma el guión) nos relata una historia muy bien orquestada, la cual hay dos partes bien diferenciadas. La primera es una larga introducción donde procede a presentarnos al protagonista, mostrándonos su falta de talento que le imposibilita salir de su mediocridad literaria... y que tras un oportunista golpe de suerte (según se mire), le lleva a usurpar la identidad de otro escritor que le cambia radicalmente su existencia. Por otro lado, en la segunda parte, la película vira hacía un más que efectivo thriller, en el cual nuestro protagonista se verá obligado a realizar cualquier cosa para preservar su mascarada, introduciéndose sin remisión en una espiral de mentiras y crímenes, que a medida que avanza le será cada vez más difícil salir de ella.

Pierre Niney, que vuelve a demostrar que es una de las jóvenes promesas del cine francés, tras protagonizar "Yves Saint Laurent" (Jalil Lespert, 2014) película por la cual estuvo nominado en los César, encarna al joven Mathieu, protagonista absoluto del filme que recuerda muchísimo al Mr. Ripley de las novelas de Highsmith; no obstante, no llega a los niveles intelectuales del mismo, siendo algo más ingenuo, y que personalmente me ha recordado bastante al Chris Wilton que Jonathan Rhys Meyers encarnaba en la soberbia "Match Point" (Id, Woody Allen, 2005), y en algunos momentos, también se han visto trazas del Norman Bates que el gran Anthony Perkins interpretó en la obra maestra de Alfred Hitchcock, "Psicosis" (Psycho, 1960). El hecho de que se equivoque tanto en sus decisiones, propicia que se mantenga la opresiva atmósfera de tensión 'in crescendo' hasta su final, que aunque sea coherente y certero, se intuye de lejos por ese desafortunado y sobrante 'cliffhanger' del inicio.

Es necesario indicar que a pesar de ser su segunda película, Gozlan demuestra dominar a la perfección los mecanismos del thriller, imprimiendo una puesta en escena elegante y sofisticada, con claras influencias al cine del maestro del suspense Alfred Hitchcock (con el tema del crimen perfecto), así como ese genuino cine francés de los setenta, con las intrigas de Claude Chabrol a la cabeza, que le convierten en un director muy prometedor y del que habrá que seguirle la pista en filmes venideros.
La Taverna del Mastí
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Janis
Documental
Estados Unidos2015
6,8
1.554
Documental, Intervenciones de: Janis Joplin, Cat Power, Peter Albin, Dick Cavett ...
8
6 de marzo de 2016
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se puede afirmar perfectamente que en estos últimos años el documental musical está atravesando un buen momento, ya que se han realizado numerosos filmes muy interesantes que acercan al gran público (además de retratar) a los artistas en cuestión. Pueden servir como ejemplo excelentes documentales como el oscarizado "Searching for Sugar Man" (Malik Bendjelloul, 2012) centrado en la figura de Sixto Rodríguez; "Queen: Days of Our Lives" (Matt O'Casey, 2011) sobre la banda británica Queen; "Marley" (Kevin McDonald, 2012) sobre la figura del reagee Bob Marley; "George Harrison: Living in the Material World" (Martin Scorsese, 2011) centrado en el ex-Beatle; o los más recientes "What Happened, Miss Simone?" (Liz Garbus, 2015) sobre la cantante de soul Nina Simone, y el ganador como mejor documental en la pasada edición de los Oscar "Amy (La chica detrás del nombre)" (Asif Kapadia, 2015) sobre la carismática Amy Winehouse. Es necesario indicar que han ido pasando los años y para Janis Joplin no se había hecho ningún biopic (pese a que su historia de superación, fulgor y combustión prematura es puramente cinematográfica), ni tampoco un nuevo documental (desde aquel "Janis" canadiense de Howard Alk, estrenado en 1975). Así que la reputada cineasta estadounidense Amy Berg ha puesto punto final a la incertidumbre, realizando uno de los documentales más esperados de la historia, titulado "Janis: Little Girl Blue" (que traducido al castellano viene a decir "pequeña chica triste"), centrado en la cantante con la voz más rasposa de los años sesenta, que triunfó en el rock, pero que su blues personal acabó condenándola a morir joven.

Hablar de Janis Joplin es hacerlo sobre una de las mejores cantantes de rock de todos los tiempos. Una auténtica pionera que influyó (y aún en la actualidad sigue influyendo) a muchísimas artistas a lo largo de la historia musical. Atesoraba una potente voz desgarrada y muy característica; y cabe decir que su agitada vida, repleta de drogas y excesos, unidos a su prematura muerte a los 27 años de edad, le han llevado a ocupar un puesto de honor entre los grandes mártires de la música moderna, formando parte del famoso y fatídico "Club de los 27"; de hecho, el impulso para la creación del citado club fueron las muertes de Joplin, junto con las de Brian Jones (guitarrista y multi-instrumentista de la banda The Rolling Stones), Jimi Hendrix (considerado como el guitarrista más grande de la historia), y Jim Morrison (legendario vocalista de la banda de rock psicodélico The Doors), todas ellas comprendidas entre 1969 y 1971. Huelga decir que más tarde se agregaron a la lista artistas como el genuino bluesman de los años 30 Robert Johnson; el mítico líder de Nirvana Kurt Cobain; y la genial cantante de pop Amy Winehouse.

Para llevarlo a cabo, su directora Amy Berg, con una amplia experiencia en el género, siendo responsable de los notables documentales "Líbranos del mal" (2006), "West of Memphis" (2012) y "An Open Secret" (2014); confecciona una completa pieza sobre la icónica cantante. La premisa se sostiene en un triángulo de investigación consistente, archivo en directo y documentos íntimos para mostrar una historia familiar y singular: aquella de la moza ambiciosa, y rebelde por naturaleza, que huye de su hogar para buscar fortuna y sentirse valorada. Es digno de mención que la cantante de folk alternativo Cat Power presta su voz, leyendo (a modo de 'voz en off') las cartas personales que Janis escribía a su familia; asimismo, contiene entrevistas deslumbrantes y meticulosas, en el que algunos de los entrevistados se han visto por primera vez aquí, como los hermanos pequeños de la artista; además de sus numerosos amoríos (que narran con candidez la experimentación sexual de la cantante tejana); y por descontado, los miembros de "Big Brother & The Holding Company", la banda que le dió la oportunidad de subirse a un escenario. El filme incluye mucha música, siendo una auténtica gozada ver imágenes en los estudios de grabación en el que Janis y su banda daban forma a grandes temas como "Summertime" o "Piece of my heart", al igual que diversas entrevistas televisivas, como las grabaciones en el backstage y actuaciones en vivo, de los míticos festivales de "Monterrey '67" y "Woodstock '69"; sin embargo, también resalta a la mujer detrás del mito, respetando su figura con afecto, profundidad y sin la menor morbidez. En resumidas cuentas, se trata de un apasionante, honorable y riguroso tributo que se postula como el definitivo.
La Taverna del Mastí
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