Haz click aquí para copiar la URL
España España · Valladolid
Críticas de Mrk90
<< 1 2
Críticas 7
Críticas ordenadas por utilidad
6
10 de mayo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Casi 50 años después del estreno del clásico animado homónimo de Disney, Jon Favreau se pone detrás de las cámaras para traer de nuevo a la vida la historia de Mowgli y compañía en un live-action que deslumbra visualmente por su realismo pero que, en lo argumental, poco tiene que decir.

Es encomiable el trabajo del departamento de efectos visuales a la hora de dar vida a unos animales y una selva tan realistas y llenos de personalidad, teniendo en cuenta que la totalidad del fin se rodó en estudio sobre pantalla azul y que Neel Sethi fue el único actor real, siendo este su primer papel en un largometraje, cumpliendo su tarea con creces (y es que no es nada fácil actuar ante “la nada”). Además, el director logra mover la cámara con mucha efectividad y, aunque peca de algunos tics del cine palomitero, realiza un gran trabajo a la hora de llevarnos a la selva y mostrarla en todo su esplendor, en recorrer las copas de los árboles a un ritmo vertiginoso o colarnos en los lugares más inhóspitos y peligrosos.

¿Pero el guión está a la altura de semejante titán visual? La respuesta es que, a ratos, sí, pero cuando llega el momento de arriesgar, la cinta decide detenerse para quedarse en su zona de confort, por no hablar de los constantes homenajes al original que lastran bastante el resultado final. Y es que cuando éste remake se aleja de la versión animada, es cuando mejor funciona: los momentos más realistas y tétricos son los que más vida le dan al conjunto. Sin embargo, rápidamente aparece una situación o personaje del original que nos recuerda que estamos ante una película para toda la familia y hay que repartir contenido para gente de todas las edades… Lo que, para mí, resienta bastante la experiencia. No es un desastre ni mucho menos, pero resulta un tanto desnivelado en algunos momentos, como el que comento en la zona de spoilers.

En definitiva, es una película impactante en lo visual y entretiene de lo lindo, convirtiéndola en una opción muy a tener en cuenta para pasar un buen rato, pero no arriesga demasiado en lo narrativo, lo que supone un lastre que la impide sobresalir por completo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Mrk90
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2
13 de julio de 2013
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cambiar las normas de un género asentado es complicado a la par que arriesgado. Tienes que ser consciente de que todo el mundo conoce las reglas del juego y construir unos nuevos cimientos sobre los que edificar tu historia es una tarea complicada, aunque no imposible. Años atrás, Danny Boyle demostró en ’28 días después’ (’28 Days After’, 2002) que, en lo que a relatos de zombies se refiere, aún se podía dar una vuelta de tuerca más con resultados positivos. Hubo, claro está, quienes echando bilis por la boca afirmaban que esto no eran zombies (y de hecho tenían razón, pues parafraseando a Enjuto Mojamuto, no eran zombies sino infectados) y que era un insulto al género, pero el éxito de esta nueva idea es un hecho y ha sido imitada en numerosas ocasiones. ¿La razón? Que las nuevas reglas establecidas tenían sentido dentro de su propio universo. Ahora, en plena sobreexplotación de los no-muertos, nos llega ‘Memorias de un zombie adolescente’ (‘Warm Bodies’, 2013) intentando añadir algo de originalidad a un género mascado en exceso, pero fracasa estrepitosamente. Ahora, los zombies son capaces de sentir y son conscientes de su propia desgracia. Bajo esta idea, tan absurda como interesante, se intenta realizar un “drama cómico-romántico” en el que se cometen dos graves errores: primero, la película se toma demasiado en serio a sí misma y, segundo y aún más grave, no es coherente en ningún momento y las normas que establece en un principio son pisoteadas a lo largo y ancho del metraje.

Tras su notable trabajo en ‘50/50’ (2011), Jonathan Levine se encarga de escribir y dirigir la historia de ‘R’ (Nicholas Hoult), un joven zombie que mediante voz en off nos relatará su día a día como no muerto y nos mostrará cómo la llama de la vida vuelve a encenderse en él tras conocer a la novia de una de sus victimas, Julie (Teresa Palmer). Así, comenzará una extraña relación entre los dos que hará que ‘R’ se sienta cada vez más humano.
Es un hecho, el argumento de la cinta es absurdo hasta límites insospechados. Pero en buenas manos, puede dar mucho juego y se puede hacer una comedia de calidad. Los avances lo prometían, incluso se intuía una parodia de la saga Crepúsculo (cuya premisa no es muy distinta a la que aquí se plantea), pero al final acaba quedándose a su misma altura o incluso peor.

Empezando por el principio, el propio ‘R’ establece las normas: es un muerto viviente lento, torpe, que se guía por su instinto depredador y que sólo es capaz de emitir una palabra entre decenas de gruñidos, pero es consciente de lo que ocurre en todo momento y de sí mismo. Si esta presentación sucede durante los 5 primeros minutos de la cinta, a partir del minuto 6 empiezan las incongruencias: ahora me muevo torpemente y soy incapaz de realizar movimientos coordinados, pero al momento cojo y te pongo en marcha un tocadiscos con toda la delicadeza del mundo o me pongo a correr como alma que lleva el diablo; ahora me lanzo a por el primer ser humano que veo, aunque no quiera, porque mi instinto me supera y no puedo controlarlo, pero al momento soy el ser más dócil del mundo y no pruebo la carne humana ni por asomo; ahora sólo puedo comunicarme mediante gruñidos, pero al momento soy capaz de hablar por los codos. Y así, durante los 97 minutos que dura la película, veremos cómo sin ninguna lógica las capacidades de los zombies cambian a conveniencia del guión hasta provocar la vergüenza ajena. Y si, he dicho “zombies” y no “zombie”, porque resulta que ‘R’ no era especial y el resto también puede hacer este tipo de cosas según le apetezca al guionista.

Y aquí no acaba la cosa. Por otro lado, tenemos la relación amorosa, tan insulsa como risible. Si sobre el papel resulta difícil creer que un ser humano y un zombie puedan ser pareja, en la película lo es aún más. Además, la película sufre el típico caso de “los protagonistas se enamoran porque se tienen que enamorar” (es decir, se enamoran como se podrían ir a tomar unos mojitos a la plaza de su pueblo. No hay una progresión lógica en la que se vean crecer sus sentimientos, si no que tenemos la escena del consabido flechazo y poco más) y los actores poco pueden hacer por mostrar nada en la piel de estos personajes tan pobres y mal escritos. De hecho, me divierte pensar en Jonathan Levine dirigiendo a los actores: “Bien, eres un zombie… tienes que mirar al vacío… bueno, ahora no, que ahora tienes que mirar a la chica y poner cara de enamorado… no tanto, que se supone que estás muerto… Vale, ahora tienes que andar, bien lento, que te cueste… un poco más rápido… no te pases… Ahora vamos a grabar tu diálogo… ¿Qué por qué antes no podías hablar y ahora si? Em…uh… ¡Luces, cámara, acción!”

En definitiva, lo que parecía que iba a ser una comedia divertida e irónica y una parodia de las películas románticas para adolescentes, ha acabado siendo un despropósito mayúsculo. Los gags no tienen gracia, el romance es un sinsentido, los personajes son idiotas y, lo más importante y que no me cansaré de repetir, establece unas normas para luego pasárselas por el arco de triunfo en conveniencia de la historia. Un claro ejemplo de cómo no se tienen que hacer las cosas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Mrk90
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow