La edición que España ha hecho de "Rolling Thunder" es patética. Parece que algún realizador macabro ha encargado un pésimo doblaje y ha tratado penosamente la banda sonora del film. Sin embargo, lo más desternillante es la traducción del título: El expreso de Corea. En 1977 de la única guerra de la que venían era de la de Vietnam, además que en un cartel de homenaje al General aparece claramente el lugar donde fue retenido como prisionero de guerra: Hanoi.

No sé si se habrán confundido al ver los guerrilleros del Vietcong y se habrá pensado que eran coreanos, pero bueno, un ejemplo más de las absurdas traducciones de los títulos en español.

Napola me ha sorprendido. No sólo por tocar un tema poco utilizado en el cine de temática nazi, las brutales escuelas de élite donde preparaban a los jóvenes arios para gobernar el mundo, sino por la delicadeza con la que se narra la historia.

La dureza y la sutilidad que encarnan los muchachos protagonistas se unen en busca de cobijo, envueltos en medio de la absurda situación política a la que había llegado el régimen nazi y que descuidadamente va destruyendo la humanidad de la juventud atónita ante la muerte.

La estética nazi se ve reducida en este film por la estética de la vida, poco a poco va desplazando los uniformes y el onanismo autoritario para dar paso a unas escalofirantes y deliciosas escenas, donde sólo tienen cabida las pasiones humanas.

El cine se aleja de su ser un entrenimiento con efecto somnífero para pasar a convertirse en un arma combativa contra el orden establecido. Vals con Bashir, Che: El argentino son algunos de los estrenos del último año que lejos de demonizar el terrorismo o las guerrillas como se ha hecho hasta ahora, trata de ahondar en sus principios y entender el proceso revolucionario de estos movimientos y ver a sus componentes como humanos.

Líbano, Bolivia, quedan demasiado lejos. En cambio, la RAF agita los cimientos de la "bienintencionada" europa, mostrando sin escrúpulos cómo el gobierno alemán obliga a unos estudiantes que no quieren que su país vuelva a mancharse de sangre las manos a convertirse en una guerrilla urbana sin precedente.

Un film que habla por sí mismo con grandes actuaciones que llega desde Alemania con deseo de hacer una verdadera Memoria Histórica.

Nunca sabremos si Herzog en realidad trataba de rodar una comedia sobre el absurdo del ser humano.

Que conste que vi la película en inglés con subtítulos en polaco, por lo que se me escapaban muchas cosas de los diálogos, pero dividir una película en dos actos con un corte tan brutal e inesperado impresionó hasta al espectador que refunfuña porque la peli se le hace larga.

Las protagonistas, tan antagónicas en los dos actos, nos sorprenden en cada instante, y Tarantino desarrolla la personalidad de cada una hasta límites insospechados saltándose todos los cánones típicos que representan normalmente a la mujer en el cine.

Durante el desarrollo de la trama, Tarantino prueba una nueva estrategia totalmente distina al chorro de violencia al que nos tiene acostumbrados y alarga las escenas costumbristas manteniendo la tensión hasta que de pronto: PUM, violencia de pura sangre, sobresalto de la butaca, y por favor, un chute de adrenalina que me he quedado sin.

Personalmente, no es una película recomendada para aquellos que estén acostumbrados al viejo Tarantino, con la necesidad de demostrar en cada escena lo bestia que puede llegar a ser.

Bienvenida la nueva etapa en la que elegantemente extermina sin dejar rastro de compasión.