La piel que habito, obra de Pedro Almodóvar, es un filme perfecto para apreciar si se busca calidad, entretener, sentir al máximo y satisfacerse con un par de horas frente un a trabajo cinematográfico.

En dicha producción se puede encontrar desde una historia compleja pero bien desarrollada, hasta un trabajo fotográfico bien ejecutado. Desde que la película comienza ya estás atrapado, intrigado; el manejo de la acción en el guión es perfectamente empleado para que los actores se desarrollen en las escenas con gran fluidez y faciliten al público el sobrellevar lo que al inicio pareciera estar “falto de acción”.

La trama es un tanto profunda, a muchos logra escandalizar cuando por fin encuentran el sentido de la primera hora de película; Almodóvar emplea un tema que sin duda para gran parte de las personas resulta controversial, pero lo añade con mucho cuidado a un grupo de personajes que en la realidad podría ser posible que sucediera cuando éstos tienen problemas psicológicos como los que en la película se muestran.

El trabajo del guión, la dirección y la edición fueron una fusión perfecta que resultó en una cinta con una secuencia de acciones que ayudan a que la película provoque intriga en el espectador, no se ocupa en mostrar el tema de la película y la historia de una manera digerida, sino que induce a que el público por sí mismo vaya atando cada cabo que las escenas van dejando para que al final todos queden conectados y consigan sacar al público una expresión de desconcierto por el grado tan elevado de psicopatía que se presentan en las personalidades de cada actor, y al mismo tiempo satisfacción de las expectativas que desde el inicio de la película se van creando.

Todo el arte utilizado en la cinta es cautivante, desde la fotografía que juega con los planos de las escenografías y con cada elemento de utilería que es bien ubicado en todo encuadre, hasta el decorado de arte que crea el ambiente escenográfico, una casa que muestra la posición económica del personaje que la habita, una recámara con un diseño minimalista que ayuda a transmitir la desesperación y serenidad que la actriz que la ocupa, siente al estar presa.

No cabe duda que esta producción de Almodóvar es digna de ser divulgada a toda persona que guste del cine y también a aquellos que no lo acostumbran. Me atrevo a decir que difícilmente existirá alguien que niegue que a pesar de lo fuerte que para muchos puede ser tratar un tema así, es una película que vale mucho la pena para formar parte del repertorio cinematográfico de cualquiera.

Por todo lo mencionado y más, la califico como EXCELENTE.

En zona de miedo, la palabra que se puede utilizar para definir lo que el filme proyecta, es tensión. De principio a fin, las escenas te encaminan a conocer la historia sin dejar la tensión de lado.

Es una película que retrata la vida de militares en tiempos bélicos, pero de una forma más íntima con respecto a su individualidad como seres humanos y como profesionales, creo que esta dualidad se logró gracias a que el rodaje fue dirigido por una fémina (Kathryn Bigelow), es decir, es más factible que por ser mujer (en el sentido de que dicho género es más susceptible a emanar sentimientos) se haya pensado en incrustar características sentimentales, emotivas, propias de un ser humano, y no sólo enfocarse en utilizar la etiqueta de “fuertes” que los militares tienen.

Se maneja un ritmo en la película extremadamente lento, cuestión que ayuda a expresar y transmitir los momentos que los militares pasan en medio de una guerra de una manera más acercada a la realidad; el filme demuestra que no significa que por ser guerra deba haber aceleración, y que por supuesto la rapidez es un elemento fundamental para el ejército, pero que deben ser cautelosamente pasivos y meticulosos en sus actos.

El hecho de que la película se desarrolle de forma lenta, no propicia a ser tediosa ni aburrida, de hecho el trabajo de dirección que realizó Kathryn Bigelow fue muy atinado para conseguir que el interés del espectador se mantenga de principio a fin.

Existen escenas en que la creatividad añadida fue tan acertada que permiten al público idear un posible desenlace del suceso, pero que al culminar hace que el espectador haya percibido la tensión que en el intérprete y en el acontecimiento de la historia se pretendió mostrar pero llegando a una resolución distinta a la que el público pudo haber imaginado.

Sin duda es un filme que vale la pena ver, tanto porque te permite conocer un poco más a fondo las dificultades que los militares viven en su intento por abolir situaciones riesgosas en la sociedad donde se desenvuelven las guerras (la parte socio-documental que se plasma en el cine), mezclado con su lado humano, sensible, emocional de los que conforman la milicia; como por el trabajo técnico que se produjo y se sintetizó en poco más de dos horas.

Es una película para aquellas personas que no necesitan de fantasía ni ficción para poder disfrutar de un filme. Realizada casi a mitad del siglo XX retratando precarias condiciones socioeconómicas y políticas, emanadas después de la Segunda Guerra Mundial.

La historia es conmovedora pues está descrita en base a la situación que una pequeña familia italiana sufre después del término de la guerra, las condiciones económicas que deben pasar y los esfuerzos que hacen para lograr subsistir día con día. Por supuesto que ellos son sólo una muestra de lo que gran parte de la sociedad (si no es que todos) tuvo que resistir después de tal movilización.

Con respecto a la producción, lógicamente por la época en que fue desarrollada la filmación, resultan muy escasos los elementos fotográficos empleados (artísticos en general); utilizan tomas muy básicas, pareciera que se concentran más en el objetivo de mostrar el escenario y las acciones, sin importar tanto la forma en que lo hagan; las locaciones son totalmente existentes, es decir, no montadas o producidas.

Por lo tanto, estas particularidades de la producción provocan que la película sea resaltada por su historia que puede calificarse de estremecedora y lamentable, y por los personajes principales que consiguen emocionar al espectador, más que por los elementos técnicos.

Es además una narración a la que (aunque resalta un contexto de antaño, de un país especifico) se le puede encontrar tremenda semejanza con la actualidad en otros países.

Por último, en lo personal considero que es un poco tediosa la trama por que maneja de pronto ritmos lentos, y el hecho de ser una película en blanco y negro y con una historia con aspectos de una vida muy cotidiana (a pesar de parecer aventurada por los sucesos que a los personajes principales les ocurren) me hace percibirla como poco creativa. A pesar de todo lo anterior, la trama me hizo estar a la espera de conocer la resolución del problema a lo largo de la película, pero en el final, quedé con muchas expectativas no satisfechas.

En “El Resplandor” se pueden apreciar elementos sencillos pero funcionales para lograr crear miedo al espectador. Incluso una sola toma logra crear la tensión que otros tantos filmes consiguen con muchos más recursos utilizados a la vez.
Un factor más, provocador de emociones, es el que consiguen emitir los colores psicodélicos y los diseños plasmados por el director de arte en las locaciones.
Las actuaciones de Jack Nicholson son tan profundas que dejan al público sensaciones estremecedoras y de miedo, logrando así la intensión del género de la película.

“Fantasía” es la palabra que define el trabajo de Tim Burton, “El gran pez”, lograda no sólo a través de grandiosas historias que llevan a conocer inusuales aventuras y personajes, sino también con gráficos sensacionales impregnados con el peculiar estilo de Burton.

Las locaciones son un componente esencial dentro del filme, ayudan a recrear de forma visual y sorprendente los relatos que los personajes narran en sus diálogos. Es aún más impresionante saber que varios de los lugares donde se desarrolló la historia, debieron ser producidos totalmente por los creadores de la película, sin la intervención de la tecnología para realizar esos espacios mágicos; por otro lado, el introducir algunos efectos especiales fue una pieza muy bien utilizada y nada desperdiciada, ya que en el espectador consiguen dejar gran satisfacción.

Sin duda “El gran pez” es lo indicado para aquellos que quieran pasar un rato agradable con una entretenida historia y un mundo de personajes y terrenos muy bien logrados por el director Tim Burton.