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Críticas de Gilgamesh
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Críticas 12
Críticas ordenadas por utilidad
3
28 de marzo de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El rapero de nombre codificado LL Cool J se erige en protagonista de esta enésima memez del finlandés afincado en EE UU Renny Harlin, en la cual un grupo de aspirantes a agentes especiales del FBI se enfrentan a una serie de atroces asesinatos durante un ejercicio de entrenamiento en una siniestra isla incomunicada. La presunta novedad es que ellos mismos son a la vez las víctimas y los potenciales asesinos, lo que provoca la consiguiente confusión sangrienta en la que todos sospechan de todos. Claro que el ex de Geena Davis no consigue ni de lejos los magníficos resultados que, con parecidos mimbres, logró John Carpenter en el clásico “La cosa” (The thing, 1982). Los mediocres actores Val Kilmer y Christian Slater pusieron sus lustrosos nombres en el cartel para ver si la taquilla funcionaba, pero ni por esas. Lejanos ya los días del éxito de “Jungla de cristal 2” (1990) y “Máximo riesgo” (1993), y tras el legendario batacazo comercial de “La isla de las cabezas cortadas” (1995), al pobre Renny los estudios ya no le confían los grandes presupuestos que necesita para sus pirotecnias, lo que se nota en sus últimos filmes. En éste concretamente hasta se tuvo que ir a rodar a Holanda para ahorrarse unos dólares en impuestos.
Gilgamesh
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3
18 de junio de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si quieren ver películas con criminales de verdad, con polis de verdad y un realismo escalofriante, mejor prueben con el fascinante film brasileño “Tropa de élite” y su reciente secuela. Dicho esto, “Gangster Squad” no pasa de ser un fallido intento de retomar viejos clichés del cine policíaco en la línea de la muy superior “Los intocables de Eliot Ness”, de Brian de Palma, o la infinitamente mejor “L. A. Confidential”, de Curtis Hanson. Es una lástima que un reparto a priori tan espectacular naufrague con un film tan mediocre. Basado en hechos reales reproducidos en muchas películas (Aparte de las dos mencionadas, merece destacarse la irregular “La brigada del sombrero”, de Lee Tamahori, también con Nick Nolte en el reparto principal), “Gangster Squad” ofrece una cuidada ambientación, que recrea con acierto (mérito del diseñador de producción Maher Ahmad) la atmósfera convulsa del Los Ángeles de finales de los 40, en el que convivían el lujo y el glamour del Hollywood dorado con el crimen y la corrupción generalizada, amalgamados por la enorme prosperidad económica de los EE UU de posguerra.

Sin embargo el guion es flojo, ramplón y, por si fuera poco, repleto de matices racistas y fascistoides. Ejemplos: cuando el jefe de policía interpretado por Nolte afirma que “sus antepasados conquistaron Los Ángeles a indios salvajes y bandidos mejicanos” (como si la brutal agresión yanqui de 1847 contra el Estado soberano de México tras la cual les arrebataron todo el norte de su país desde California a Tejas, hubiera sido una especie de safari); o la presentación del personaje mejicano de Michael Peña como evidente ciudadano de segunda (tutelado por el paternal y bigotudo sheriff encarnado por Robert Patrick, rubicundo “hombre de frontera, blanco, anglosajón y protestante”, y por tanto “superior” en todos los aspectos a su protegido), que ni siquiera sabe beber “como un hombre”, lo que provoca la hilaridad del grupo.

En el equipo, que parece sacado de los viejos comics del Sargento Furia, por su hipócrita intento de mostrar el “arco iris” racial de la sociedad yanqui unido por un objetivo común, también figura un poli negro cuando en la realidad un negro trabajando en igualdad de condiciones y encima sacudiendo a blancos en el Los Ángeles de 1949 no es que sea poco creíble, es que entra de lleno en el campo de la ciencia ficción. En ese sentido también destaca la escena en que Josh Brolin, con su pelo engominado hacia atrás, su camisa parda y sus tirantes dice aquello de “La guerra me lo enseñó todo. Eso estuvo bien…” Sin duda, a Hitler se le hubieran humedecido los ojos. La guinda la pone el personaje de Sean Penn, del cual se recalca constantemente su origen judío con obvios fines peyorativos, además de llevar un maquillaje tan caricaturesco que parece inspirado directamente en “El judío Süss”, el brutal film de propaganda antisemita que era de obligada exhibición en los cines alemanes durante el Tercer Reich.

Además, debo decir que el sobrevalorado Ryan Gosling, por mucho que se ponga un pitillo en la boca y se baje el ala del sombrero, no da el pego como tipo duro al estilo de Cagney o Bogart ni de coña…
Gilgamesh
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5
29 de marzo de 2011
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Translación a la gran pantalla de la famosa serie de TV de los setenta, protagonizada por Richard Roundtree, cuyo éxito en Estados Unidos propició el auge de las series y películas hechas por y para la gente de color conocido como Blaxploitation. Las andanzas del justiciero negro encargado de limpiar de escoria las calles de Harlem sufren una revisión y puesta al día por parte del director John Singleton, el cual junto a Spike Lee, Bill Duke y, en menor medida, los hermanos Melvin y Mario Van Peebles, formó parte de la generación de directores negros que protagonizaron una especie de resurrección de la Blaxploitation (aunque con un carácter mucho más reivindicativo) en los noventa.
Los cambios respecto a la serie original son sustanciales: empezando por el protagonista, el tarantiniano Samuel L. Jackson, con una imagen más cool que Roundtree, pero también mucho más violento y sin el sentido del humor que caracterizaba al héroe televisivo. Por otro lado, el guión no pasa de ser una aceptable historia policíaca aderezada con connotaciones sobre el conflicto racial en EE UU, en el que irrumpen con fuerza los hispanos, que son presentados como es habitual en el cine USA como una comunidad de vagos, delincuentes y traficantes de drogas sin redención posible. La película, no obstante, resulta pasablemente entretenida, aunque contiene escenas de gran violencia. Destaca el magnífico tema principal de la banda sonora, adaptado del original de Isaac Hayes para la serie televisiva.
Gilgamesh
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6
25 de agosto de 2014
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Cine eficaz y contundente que recuerda en algunos momentos el neorrealismo italiano de los años 50. La cámara nos muestra a unos personajes desesperados en el escenario devastador de una ciudad arruinada que una vez fue llamada La Perla del Caribe. Los actores principales están correctos aunque se les nota mucho que son novatos en esto, no cuidan la entonación y los diálogos les salen atropellados con un acento cubano tan cerrado que requiere subtítulos incluso para públicos hispanohablantes. La directora neoyorquina Lucy Mulloy ha recibido sin duda las enseñanzas de su mentor Spike Lee en lo que al naturalismo urbano se refiere, ya que las escenas de la vida cotidiana en La Habana son de lo mejor del film.

La película se ve con interés especialmente gracias a su espléndido enfoque casi documental, que refleja sin concesiones la cruda realidad de la Cuba de los hermanos Castro: viejos coches desvencijados, calles decadentes, edificios en ruinas que siguen habitados por quienes no tienen a dónde ir, alcohol y sexo barato y cutre por doquier y privilegios exclusivos para los turistas extranjeros terminantemente prohibidos para los propios cubanos. Ante tal situación, son muchos los jóvenes cubanos que ven la emigración como única salida. Y teniendo Miami a solo 90 millas náuticas (145km) no son pocos los que se arriesgan a cruzarlas en cualquier cosa que flote con el triste resultado de la pérdida de miles de vidas cada año (a ver cuándo alguien se anima a hacer una película sobre las condiciones de vida en el Magreb que explique al público europeo con honestidad y sin clichés el amargo trasfondo de desesperación que hay detrás de las pateras), en busca de la idealizada Miami. Un sueño tan falso como las promesas del castrismo.
Gilgamesh
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7
29 de marzo de 2011
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El aclamado director de “Memento” se hizo cargo de esta nueva entrega de las hazañas del famoso personaje creado por Bob Kane para DC Comics en 1939, con la intención de retomar la historia partiendo de cero. Es decir, contar al público el origen mismo de Batman y diseccionar las motivaciones por las que un multimillonario como Bruce Wayne tendría que salir a jugarse la vida por las noches luchando contra criminales disfrazado de murciélago. A pesar de que los esfuerzos de Nolan por explicar racionalmente una premisa tan disparatada provocan cierto aburrimiento, hay que reconocer que la película está muy bien hecha, los efectos especiales son estupendos y el reparto (casi exclusivamente masculino) es fantástico, con una excepcional galería internacional de actores: los británicos Michael Caine (en el papel que rechazó Anthony Hopkins), Liam Neeson, Tom Wilkinson y Gary Oldman, el holandés Rutger Hauer, el japonés Ken Watanabe y el americano Morgan Freeman. Christian Bale fue el elegido para encarnar en esta ocasión al Caballero Oscuro, y como todos sus predecesores, el actor galés tuvo que pasar por un programa de varias semanas de dieta y gimnasio hasta alcanzar la musculatura adecuada para llenar el famoso traje de neopreno. Bale es un actor competente y cumple con solvencia en su interpretación del atormentado Bruce Wayne/Batman. Asimismo, en esta nueva revisión del personaje, conocemos a espectaculares villanos habituales de los tebeos, como “Scarecrow”, “Carmine Falcone” y “Ra´s al Ghul”. Sin embargo, el resultado de todo ello es un film correcto aunque más bien frío, en el que brilla por su ausencia el sentido del humor que imprimían villanos tan caricaturescos como los interpretados en su día por Danny de Vito, Jim Carrey, Tommy Lee Jones, Uma Thurman o Arnold Schwarzenegger. A pesar de lo odioso que siempre resultan las comparaciones, ninguna versión de Batman ha superado a la de Tim Burton de 1989. Con su lograda fusión del peculiar mundo del director con las lóbregas viñetas de Frank Miller, Burton creó una Gotham tan fascinante como sombría y diseñó una puesta en escena de la que todas las demás secuelas, incluida esta, son deudoras. Y además, en aquella película salía Jack Nicholson…
Gilgamesh
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