Lamentable desperdicio de celuloide dedicado al mercado adolescente más descerebrado.

No obstante, si te van los efebos con cuerpo danone, puede que te interese. En otro caso es preferible ver Gran Hermano o Sálvame.

Por supuesto, que nadie la saque de un vídeoclub. Es preferible gastar el dinero en supositorios.

Estás avisado.

No, no es una película americana. Si lo fuese seguramente sería menos explícita.

Además tendría grandes estrellas y mucho más "glamú". Me acerqué a esta peli para ver a mi adorada Bimba y... me encontré muchas más cosas.

Un Mollá excelente en su papel, un fiel retrato de una época, el martirio interior de un poeta sublime, por supuesto, todo ello aderezado con las consabidas raciones de morbo y los lugares comunes que se tocan habitualmente en torno a la homosexualidad.

La vida de Biedma es magnética de por sí: sujeto contradictorio, burgués y revolucionario, conformista y transgresor... Como alguien dijo, Gil de Biedma baja a limpiar su alma en el fango. Un espíritu atormentado debatiéndose en su poligonal personalidad.

Si la intención de este film era retratarlo, lo ha logrado. Si alguien pretende encontrar morbo duro, que se ahorre el trámite y vaya directamente a Fassbinder.

Una hermosa galería de personajes, alguno sobreactuado, otros demasiado planos, pero eso no desmerece el resultado final. Consigue divertir, consigue a ratos emocionar y termina con una -al menos en mi caso- enorme empatía con el protagonista.

Pues eso, un bodrio. Un verdadero bodrio.

Sólo podría ser peor si Steven Seagal fuese el protagonista y los efectos especiales los hiciese yo en mi ordenador. ¿Argumento? Mi ahijada de dos años escribiría uno muchísimo más elaborado. Mi perrita, al ser una Schnauzzer, es mucho más inteligente que el director de este desperdicio de bits. La puntúo con un dos porque tal vez algún publicista de calzoncillos pueda sacar ideas para un spot o una inserción en XL Semanal.

No malgastes dos horas de tu vida en esto.