Mi interpretación.

En mi forma de verlo habla principalmente del miedo y de la confianza, del amor y los celos, con final feliz.

En la madriguera hay algo de calor y luz, y cuando uno entra suenan aplausos, como si cada vez que vuelven a casa fuera un logro y, aunque parezca que nadie reacciona, es celebrado con alegría y felicidad en algún lugar invisible. Incluso a veces parece que el conejo sale sólo para volver a entrar y oír los aplausos. El conejo oye pasos y sale, como si se adelantara a sus propios pasos, aunque enseguida vuelve; a las conejas las veo como dos caras de un sentimiento, que no explicaré porque ya quedó bastante larga la crítica tanto para quien lea si es que alguien lo hace, como para mí que escribo.

La llamada de la que hablan es el sentimiento de peligro del que nacen los celos; él dice que no van a ninguna parte, a la vez que salen de la habitación, y luego vuelven entre aplausos. Cuando el teléfono suena tardan en contestar, y cunado él lo hace, no parece que haya nadie al otro lado en realidad, mientras ellas comentan que no hay luna esa noche, que no saben dónde está él, que sigue lloviendo.

No se oye qué ocurre en la llamada, parece no haber habido conversación alguna, pero cuando ella vuelve a la habitación él no vuelve, y ella dice que algo va mal.

Habla de la oscuridad que está fuera, pero la ventana rota después de los dientes y las lenguas sonrientes, hace que la oscuridad entre. Cuando la luna no ilumina la noche, porque el amor está en otro lugar. A la vez menciona lágrimas verdes, y sangre ebullendo, las lágrimas pueden ser el consentimiento (en un lugar donde ella no está) o la esperanza en forma de lágrima, la sangre congelada y evaporada, la rabia y la impotencia características de los celos.

Cuando él vuelve, le dice que recuerde lo que le dijo. En mi interpretación, significa que recuerde que la quiere. Al otro lado de la puerta se ve una luz parpadear hasta apagarse mientras suena un grito femenino, y los tres conejos se abrazan en el sofá, diciendo que era sólo un hombre con un abrigo verde.

Así que el color verde, era sólo una vestimenta, no una lágrima de su cuerpo, y los destellos y el grito fuera son las demás relaciones amorosas que no tendrán lugar porque ese lugar ya está ocupado.

Es muy difícil explicar con palabras sin que quede demasiado largo, otros quizá lo enfoquen de otra forma en la que también encaje todo. Con las cosas de David Lynch, todo encaja tan bien que me parece que no puede ser de otra forma, pero tras un par de vueltas, otras interpretaciones encajan otra vez con exactitud. Por eso me gusta tanto.

Lo que veo en esta película es cómo, tras atravesar una situación extrema (representada por el rayo que le cae al protagonista), la persona se desdobla y nace en él un "yo" más joven que sabe cosas que normalmente no podría saber, sin dejar de ser el anciano que era.

Las rosas, que no me parecen especialmente relevantes, pero tienen su jugo, simbolizan para mí esa parte de nosotros que no se cree lo que pasa, cree que las rosas son imaginaciones suyas. En parte lo son, sin embargo siguen ahí cuando él muere.

El personaje muere el mismo año que había nacido, como sucede con toda nuestra historia, que a pesar de la experiencia acaba por volver a repetirse como si nunca hubiera pasado o fuera un ciclo que vuelve al punto de partida.

Al principio de la película los nazis le buscan, no sólo por sus investigaciones sobre la comunicación humana, sino porque extrañamente el rayo no le mató como a la mayoría, sino que le hizo más fuerte, como ocurre la menor parte de las veces.
Esto le impide hablar con nadie ya que no sabe quién es un espía que intenta capturarle.

La mujer, a quien también le cae un rayo, retrocede aún más en el tiempo, contribuyendo al estudio del protagonista al mostrarle el lenguaje de otras épocas. Cuando ella llega a épocas menos conocidas, habla un idioma cada vez más desconocido, lo que nuevamente les dificulta la tarea de hablar. (Al igual que en la realidad, las cosas son difíciles de explicar mientras aún nos afectan, tanto como cuando ya no nos afectan y dejan de ser accesibles)

La mujer (los dos personajes que encarna la actriz) muestra cómo el progreso nos separa del amor, como si nos cayera un rayo, al mismo tiempo que nuestra ilusión (que no deja de ser una forma de amor) se rompe si lo rechazásemos. En los dos tiempos, el primero en que ella le deja porque él ama demasiado su investigación, y el segundo en que a ella también le cae el rayo y le ayuda a investigar, ambos caminos llevan a un éxito junto a un corazón roto. Habría que decir que no a algo que deseamos para tener lo otro, tanto de una forma como de la contraria.

Es una de esas películas que, si quisiera analizar a fondo, no terminaría nunca, ni serviría de nada, pues quien lo ve ya lo ve, y quien no se aburriría leyendo, así que aquí lo dejo. Para quien no la haya disfrutado no será muy útil, pero bastará para quien también haya visto en ella una gran película, y quiera contrastar opiniones.

Cada capítulo genera circunstancias muy creativas, a veces a partir de cosas aparentemente insignificantes, como que alguien pierda un boli o que se acaben los filetes de pollo.