Serie española para que pase el rato el público menos exigente, que debió adaptarse a los nuevos tiempos y finiquitarse en una o, como mucho, dos temporadas (se viene una cuarta), alargada en demasía, con unos personajes y una narrativa ya encajada con bolillos, que zigzaguean en una praxis totalmente inverosímil y llena de incredulidades donde el narcotráfico campa a sus anchas en un barrio de Madrid.

En cuanto al reparto, solo se salva de la quema Coronado en su papel de Tirso Abantos, un Clint Eastwood patrio, que bien recuerda, en sus inicios, al Walt Kowalski de Gran Torino (2008). Todos los demás naufragan con mayúsculas. El siempre resolutivo Luis Zahera está más sobreactuado de lo que ya acostumbra en su eterno rol de Jekyll-Hyde. A partir de ahí, la protagonista por la que gira toda la historia, la exótica y guapísima Nona Sobo, puede tener muchos talentos (música, baile...), pero, sin duda, no es el de actriz uno de ellos. El que hace de su novio Nelson (Felipe Londoño) podría pasar por un monitor de bachata más que por un traficante asesino (de buen corazón y fondo, por supuesto). Por no hablar del resto de la banda, unos niñatos vestidos de "bakalas-tuning" con aros, cadenas, navajas y tatuajes, por doquier, que tienen atemorizado al barrio de Entrevías, liderados por Nata, que por muy de malota que vaya y aunque hable con la "J" más que Pepe Bono, no se cree absolutamente nadie que pueda mandar sobre una turba de machos alfa semi-delincuentes, pistola en mano, emulando al cartel de Cali en pleno Madrid.

Y como toda serie autóctona, tiene que haber un bar con sus chismorreos, la mujer de barrio pobre pero trabajadora y honrada que enamora al protagonista, la abuelita que todos tuvimos, la cuota obligada de relación lésbica metida por ahí con calzador y si esto era poco, en la tercera llega una Kung-Fu Panda a lo Lara Croft, capaz de tumbar a un oso de dos metros de dos patadas (Michelle Calvo, del Grand Prix de Ramonchu, para flipar). Y también fichan a un, hasta ahora aceptable en papeles secundarios, ex-torero Oscar Higares, para hacer de un comisario corrupto, personaje que no se le cree ni el que lo diseñó. El papel de la policía aquí es ya para mear y no echar gota. Los guionistas han debido leer por ahí que "a la policía cada vez se la tiene menos respeto" y les pintan de pringados para arriba, pero eso sí, con su dosis delictivas, como puede verse en un simple cacheo donde un agente aprovecha para meter mano o cómo un paisano de a pie entra en comisaría llamando imbécil a la cara al que regenta la entrada, sin consecuencia alguna.

En fin, que Entrevías hace 15 años, cuando "Sin tetas no hay paraíso" o 25 cuando El Comisario" probablemente hubiese sido puesta en un pedestal de la ficción televisiva de nuestro país, pero en pleno declive de la TV en directo y el auge de las plataformas, el crecimiento del formato de la mini-serie, donde el espectador quiere consumirse 6 capítulos y dar carpetazo para elegir entre las cien novedades salidas de los hornos de todo el planeta la semana siguiente, es imposible halagar este proyecto de Gabilondo (Patria) y Bermejo (Los hombres de Paco). A esto hay que sumar el maltrato de Telecinco con sus cambios de parrilla y la eterna publicidad, la espera de un año para verla en Netflix y el propio sindiós del argumento donde te mezclan Narcos con Médico de Familia. Para públicos poco exigentes, sin duda.

Una idea muy bien llevada a escena por Joe Carnahan en la que destaca el gran reparto de actores con un Ryan Reynolds soberbio sobre todo en la trama final en la que adquiere todo el protagonismo. Film de mafiosos, matones a sueldo, FBI... una gran ensalada en la que se mezclan por un objetivo claro y llevarse así su recompensa. Con un humor espectacular en el momento adecuado, con tacos y que te hace echar la carcajada en el instante preciso, sumado a una dosis de acción y unos grandes dialogos hace de Ases Calientes una película muy buena para el espectador. Ray Liotta y Andy García son los veteranos del reparto y lo bordan. Ben Affleck aunque le pongan el primero en la lista de actores hace un papel bastante secundario. La seducción de Alicia Keys y el gran papel de Jeremy Piven completan este excelente reparto. PD: Sale Mathew Fox, Jack en Perdidos, en un papel secundario y totalmente disfrazado en el que es difícil reconocerle.

Cine español de altísima calidad que muestra la cruda realidad de la vida de un chico en su llegada a la adolescencia donde descubre que el sexo no es como lo pintaban, los padres no eran los mejores del mundo o ese amor imposible por la vecina, años mayor que él. Es una historia de perdedores donde un primerizo Víctor Gª León muestra a todos los personajes como imperfectos. Hasta los que más lo parecen tampoco lo son.

Un Biel Durán muy joven se muestra como un actor de mucho futuro. En ocasiones hace reir con su extremada timidez. Es un detalle cómo viste con las camisetas de publicidad de la bollería de su padre y para ocasiones especiales viste alguna camisa que le queda realmente grande.

Bárbara Lennie (Gloria) que luego protagonizaría "Obaba", "Las trece rosas" o la serie "Cuenta Atrás" aparece aquí como la chica de al lado, misteriosa y sensual a la vez.

Enrique San Francisco borda su papel de profesor de gimnasia donde la vida le ha dado la espalda tras un pasado glorioso.

María Galiana (Cuéntame), la eterna abuela, hace aquí de una anciana de mal genio y cada vez se le va más la cabeza. Los padres son de esa clase humilde cuyos problema se basa en llegar a fin de mes y vivir el día a día cotidiano. La que hace de hermana mayor se atiborra a comer y a ponerse como una foca, tiene novio formal y con eso le basta. El pequeño es la esperanza de toda la familia ya que tiene condiciones para el fútbol pero él pasa de toda la presión y le gusta ver la TV o la lectura.

En resumen es una crudísima realidad de la vida misma, una historia de perdedores de grandísimo nivel, a veces drama a ratos comedia. Es nuestro "American Beauty" patrio.

La verdad es que es un film demasiado simplón de terror con cuatro o cinco personajes nada más pero que la presencia ya de Óscar Jaenada merece la pena porque es uno de los más grandes, para hartarte de reir con su papel. ¡¡Qué grande!!

Nueva adaptación de ´Moby Dick´ a la gran pantalla esta vez dirigida por el popular Ron Howard (Cinderella Man, Una mente maravillosa, Rush). Al contrario que la cinta de 1956 de Huston, ésta no narra la obsesión por cazar al monstruo y sí más bien el relato de un nufragio.

Es una buena película de aventuras marinas, que seguramente no alcance todo su esplendor en TV como en el cine, y que no llega a la excelencia porque no profunda en la ofuscación con la ballena de Gregory Peck y a la vez está lejos de la crudeza que supone un hundimiento como mostró Zemeckis en Náufrago (2000).

Chris Hemsworth no es Tom Hanks pero cumple en un papel para el que tuvo que adelgazar en consecuencia.
Rodeado por Tom Holland (el nuevo Spiderman y el niño de ´Lo Imposible´) y por otros rostros conocidos como Cillian Murphy (Origen), Blendan Gleeson (Braveheart), el español Jordi Mollá, que está haciendo carrera secundaria en Hollywood, y los televisivos Frank Dillane (FEAR The Walking Dead) y Michelle Fairley (Juego de Tronos).

Filme ocular para el espectador, de aventuras de época, contra los peligros del mar, con buenos efectos y fotografía, con alguna escena desgarradora y otras que pudieron ser y no lo fueron y se quedan tratadas de forma baladí.