Comienzo diciendo que la interpretación de Natalie Portman es muy buena, sobresaliente, así como el trabajo de los secundarios, que hacen un gran papel; si destacamos también la fotografía y la banda sonora (impecables) y el trabajo del director (en cierta forma brillante) debería de quedarnos una gran película, pero para mi no lo es. La película juega excesivamente mezclando la realidad con la paranoia, hasta el punto que descentra y despista al espectador, confundiéndolo, tanto o más que la propia vida de la obsesionada bailarina protagonista y llevándolo a un final aún más paranoico.

Sinceramente, no entiendo por qué tantos premios y nominaciones, parece ser que cuando alguien juega a confundir al espectador, ésto es considerado como un signo de originalidad e inventiva y por eso hay que premiarlo, nos dejamos deslumbrar fácilmente. Cuando en el cine, está todo inventado. Conclusión, en general, para mi: buena película sin más, podria ser mucho mejor.

Como diria Mourinho, teatro del bueno. Excelente, muy buen teatro, con unos actores estupendos: Colin Firth en su línea de grandísimo actor muy bien acompañado por el trabajo impecable (e impagable) de Geoffre Rush, así como de Helena Bonham y los demás actores secundarios. Todos ellos hacen su trabajo a la perfección, con una calidez que sólamente puede apreciarse en el teatro, poco habitualmente en el cine. Un guión estupendo y muy bien estructurado que hace que la película te envuelva paulatínamente en una agradable sensación de calidez que no te deja hasta el final. La fotografía y la música son impecables.

La película comienza sensacionalmente bien, con las escenas de tsunami, una entrada fulgurante (al estilo de la 1a de Indiana Jones) pero a medida que avanza, entrelazando las diversas historias, va perdiendo interés. El tema promete muchísimo, pero el guión lo trata como si fuera un documental sobre experiéncias de personas que han estado clínicamente muertas y el resultado final, la sensación que queda, es de una gran ocasión desaprovechada por un gran maestro como es Clint Eastword. Es sorprendente el poco jugo que le saca a esta película, cuando es uno de los mejores directores (sino el mejor) del cine actual norteamericano. Quizás es que nos tenía mal acostumbrados con todas sus anteriores películas (buenísimas todas) y aquí se ha relajado un montón. Hay que salvar la banda sonora y la fotografía y descalificar sobre todo el guión.

Me pregunto ¿qué quería hacer exactamente éste director?, porque la película no ofrece absolutamente nada. El argumento es estúpido, con un guión y un desenlace final que es un insulto contra la inteligencia humana. La música es ostentosa y no viene a cuento, parece que quiera ofrecer algo a toda costa para suplir la imagen que no ofrece absolutamente nada. Y qué decir del trabajo de los protagonistas: Angelina Jolie parece una Barbie ambulante, luciendo modelitos constantemente, en un eso sí, marco incomparable de Venecia; ya nos tiene acostumbrados a interpretaciones horrorosas, solo salvada como actriz por Clint Eastwood en "el Intercambio", pero Johnny Deep es un excelente actor que no entiendo como aceptó este papel, supongo que ahora, visto el resultado no lo aceptaría.

Películas como ésta hacen que te plantees muy seriamente volver al cine. ¿Cómo es posible en pleno Siglo XXI perder el tiempo creando este tipo de películas?. Creo que el director debería estar en la puerta del cine pidiendo disculpas a todos los espectadores. Evidentemente, el cine americano está inmerso en un pozo negro de creatividad. Afortunadamente, para los amantes del buen cine, siempre podemos refugiarnos en el cine oriental.