The Blood on Satan's Claw es una película divertida y entretenida para verla con los colegas, pero tiene muchos problemas debido a su presupuesto y su guión.

Se manejan ideas interesantes, que no originales, y los actores (sobretodo los niños) y los escenarios consiguen crear una atmósfera extraña que suma muchos enteros a la película.

El problema es el guión que hace aguas, sumado a un montaje que hace lo confuso aun más confuso. Dicen que se mezclaron tres guiones en el final de esta obra, y en muchos casos se nota.

Puro cine de serie Z británica y setentera (Tigon, vamos), y desde luego a los amantes de algo tan específico, les encantará.

Sin duda tiene muchísimos puntos positivos, muchísimos: grandes interpretaciones, sobre todo de los más jóvenes, una historia construida con cariño hacia sus personajes y que nos dan lo suficiente para que nos preocupemos por ellos, rodada con aplomo y tiene un genial diseño de producción en general…

…pero me jode que tenga algunas decisiones en su guión que hacen que me resulte complicado meterse en la cinta y suspender mi incredulidad en ciertos puntos. Decisiones que habría sido muy fácil cambiar y que para mi manchan lo que podría haber sido la mejor película del año.

Menudo sorpresón me he llevado con Spencer. Pensaba que me iba a encontrar con el típico biopic ensalzando la figura de una cara tan conocida como la de Diana, pero aunque obviamente se posiciona a favor de esta, la cinta prefiere más viajar por la ruta del “estudio de personaje” mostrándonos uno de los momentos más crudos y complicados de la vida del personaje, reflejando gran parte de sus fallos como de sus bondades.

Además estilísticamente hablando se acerca mucho más al cine posmoderno o incluso al cine dogma en cuanto a la elección planos y movimiento de la cámara, que no dejará prácticamente ni un segundo respirar a la Stewart en un papel algo exagerado, pero si bastante funcional.

La música de Jonny Greenwood (como no) es fantástica.

A veces enfrentarse a este tipo de clásicos ochenteros puede suponer una gran decepción,...pero otra veces te llevas una grata sorpresa.

Si bien es verdad que Muertos y Enterrados no pasara a la historia como una de esas grandes películas de terror de los ochenta, lo cierto es que al menos consigue crear una atmósfera opresiva que acompaña de forma espléndida la increible y tenebrosa historia que quiere contar.

Se siente nueva y fresca incluso a día de hoy a pesar de sus obvias influencias. en especial a Stephen King.

Partiendo de la base de que nunca superaría a su predecesora (una de las mejores cintas del género de los 80 y la historia), como secuela funciona bastante bien y su premisa es, como poco, curiosa. Eric Stolz y Daphne Zuniga estan adorables, los efectos en su gran mayoría funcionan bastante bien y hay varias momentos realmente crueles e impactantes. Se deja ver y divierte.