Salvaría dos personajes de esta película el profesor (Burt Lancaster) y Erminia (Elvira Cortese), junto con ellos a sus respectivos dobladores de voz, los demás personajes me parecieron muy artificiales y poco creíbles.

En cuanto al guión bastante malo, salvo el principio donde ya se presume la temática del mismo todo lo posterior es más de lo mismo o carente de interés.

La iniciación, la promiscuidad, los celos obsesivos y la obsesión en general por el sexo de esta pareja protagonista, todo ello representado en continuas escenas de actos sexuales y otras depravaciones añadidas de las que no tengo nada en contra salvo su reiteración constante durante toda la película.

No se si a alguno de los actores su interpretación le marcó en posteriores trabajos pero yo casi sentí pena por ellos, por lo que esta cinta les obligó a interpretar.

Como rasgo positivo me gustó los canturreos de Tatsuya Fuji, teniendo en cuenta que ignoro su traducción, no se si haría esta apreciación en caso contrario.

No es comedia, no me he reído ni una sola vez, lo que podia parecer risible como la colección de pelos del c. y la rata me dió verdadero asco.

Si al principio me gustó la pareja catalana y su interesada causa (quizás la más sincera) luego, al no ver una continuada versatilidad me produjo apatía.

Y llegamos a la sátira, crítica a la nobleza a través de una degeneración sexual y por el cobro del uso de sus privilegios, al clero a través de forzadas prebendas, a los políticos por las comisiones ilegales que cobran a los empresarios si quieren prosperar a lo grande, pero esta sátira es vulgar, muy vulgar.

Este sueño-pesadilla-crítica del sistema judicial, como dirían los colombianos, "me mamó".

Después de la primera media hora quise apagar el DVD, pero aún no había visto a mi Romy Schneider. No entiendo como artístas de este calíbre aceptan guiones como este, muermos como este.

La única crítica que encontré interesante es cuando manifiestan esa sumisión tan grande del cliente al abogado. Pero el guión es infumable, un mal sueño hecho guión, y como los sueños llenos de significados ocultos, incomprensibles muchas veces, cuyo efecto es deprimente.

¿Libertad sexual? se podría decir que sí al menos entre los hombres libres: prostitutas, damas de alta alcurnia y moral relajada, lesbianismo, aqui te pillo aquí te mato, incesto.

¿Cleopatra? ¡Qué decepción! Decepcionante el personaje de Cleopatra tanto físicamente como su papel dentro de esta serie, así mismo la representación de todo lo relacionado con Egipto me pareció bastante pobre, sobre todo si lo comparamos con los magníficos decorados, el vestuario y los personajes romanos, donde sí se ha derrochado mucho dinero, trabajo o ingenio.

¿La política? Interesante, en estos momentos tan convulsos en España todo lo que suene a política lo comparo directamente con la actualidad. ¿Un senado de nobles donde poco a poco entran gente plebeya? Actualmente me preocupa los políticos incultos y de moral relajada con lo ajeno que puebla cada vez más el hemiciclo, los consistorios, etc. que embrollan la vida ciudadana en vez de despejarla, que son incapaces de un diálogo constructivo. Y cómo a los buenos estadistas se les quita de en medio.

He leído críticas en contra de la rigurosidad histórica, no es mi fuerte por lo que a mi me pareció bien que nos contaran algo de la historia de Roma. A pesar de la buena ambientación, vestuario, buenos personajes me pareció un final algo forzado y en el transcurrir de los capítulos, hacia la mitad de los mismos decaía un poco mi interés, y volvía a resurgir al principio del siguiente, es decir, al guión le faltaba algo más de consistencia.