Llegué ante esta cinta buscando algo diferente y bizarro. En un principio había oído críticas y opiniones diciendo que es perturbadora, que no merece la pena por tanto ser vista... blablabla. La verdad es que no es perturbadora, aunque sí incómoda en ocasiones, merece la pena ser vista (vaya que la merece) y en general la encuentro muy infravalorada, pues era la primera vez que había oido esta película.

Se trata de un cuento atrayente contado de una manera muy curiosa, con primeros planos increíbles y en general unas actuaciones soberbias. Transmite extrañeza e incomididad, pero nos hace seguir viendóla. Tiene un universo surreal que atrapa y llama mucho la atención.

No se trata de una película "comercial", y es por ello que los que estén acostumbrados al cine habitual de hollywood no la encontrarán satisfactoria. Ellos se lo pierden. Esta película es sin lugar a dudas una curiosa joya difícil de clasificar.

Realmente sobran las palabras ante semejante obra de calidad y arte. Por eso no me extenderé mucho. Mushishi es una obra que todo el mundo debería de ver al menos una vez antes de morir, no importa si te gusta la animación o no. Mushishi transciende todas esas distinciones. No puedo ser imparcial con algo que me ha tocado el corazón con tanta intensidad. Por eso la boca se me hace agua al pensar u oír algo sobre mushishi. Es posiblemente mi serie favorita, sea de animación o no.
Prácticamente todo es perfecto. Todo se mezcla formando un todo único e irrepetible. La música, las historias de gran emotividad, la animación soberbia, los sentimientos que se desprenden, pero sobre todo, la tranquilidad y la paz que se perciben en cada escena.

Mushishi no necesita sangre, ni acción a raudales, ni diálogos elocuentes. Mushishi es Mushishi: Una obra maestra absoluta.

Tatami Galaxy es ante todo un ejercicio de originalidad e imaginación facinante. En un principio puede parecer repetitivo ver al mismo tipo viviendo todas esas existencias paralelas, pero se hace muy ameno y divertido, y siempre hay detalles nuevos. Algunas situaciones que se dan son tan disparatadas y alocadas que no puedes parar de reír, o si no, de sonreír, pensando muy adentro "¿pero qué leches es esto?" y por otra parte reconociendo: "Tiene un gran encanto". La forma de contar las cosas en esta serie es genuinamente hilarante y sofisticada. No hay un instante vacío en toda esa cháchara mental del protagonista que actúa como un eco insidioso e intenso en nuestro cerebro. Esa rapidez, no solo al hablar los personajes, sino al pasar secuencias marchando por toda la gama de colores y expresiones, dan al anime un toque majestuoso de personalidad radiante a la que solo puedes rendirte y reconocer su inmenso valor.

Pero no solo se queda en la forma. La serie tiene CONTENIDO, que en varios puntos depende de la interpretación del espectador. Los dos últimos capítulos son simplemente inmejorables. Realmente me llegaron, y sirven como una gran conclusión de todo lo que hemos visto.

Este tipo de animes merecen estar dentro de nuestra biblioteca, no solo del amante de la animación, sino de los cinéfilos en general. No le pongo el diez porque solo se lo pongo a situaciones realmente especiales, que podrán ser dos o tres en total, pero a esta serie le ha faltado poquísimo para alcanzarlo.

No puedo ser imparcial. Cuando una cosa te sacude con tanta intensidad, y te transmite un sentir que va más allá del mero entretenimiento, todos los supuestos defectos quedan insignificantes. Es lo que me pasa a mí con esta película. Es simplemente una obra maestra, una absoluta e inmejorable obra de arte. Con eso lo digo todo.

Fascinante, original, simpática, tierna, emotiva, desesperada, armoniosa, idílica, divertida, crítica, dramática... y sobretodo ESPERANZADORA.

Esperanzadora para el CINE con mayúsculas, que transmite valores netamente HUMANOS. Esperanzadora para todo el mundo.

No puedo decir más. Estaría echando a perder esta obra de arte.

Probablemente la mejor película que he visto en mi vida... y no exagero.

"Ping Pong" no va solo de ping pong. Si bien este es el deporte que todos comparten y por el que la mayoría dedica la vida y su tiempo, la serie se va centrando progresivamente en el desarrollo psicológico de los personajes así como en su madurez. Es una historia de amistad, superación, pasión y vitalidad. Transmite unas emociones agradables y te deja con una sonrisa en el rostro.

La animación puede parecer anticuada. No obstante, la encuentro bastante dinámica, especialmente en los partidos, en donde se transmite adrenalina pura con muy pocos medios. La música encaja bastante bien y los dos protagonistas, que son como el Sol y la Luna, llaman bastante la atención, y vemos que forman un dúo complementario y bastante bien llevado.

Ping Pong es una de esas escasísimas series de anime que realmente merecen la pena, especialmente por los valores que transmite.