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Críticas de Francesc
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Críticas 91
Críticas ordenadas por utilidad
7
3 de abril de 2020
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Hitchcock creía que la película "El hombre que sabía demasiado" que había rodado en 1934, no había quedado del todo como a él le hubiera gustado, a pesar de que para quien suscribe esta crítica, es una película excelente. Decía que aquella era la película de un buen aficionado al cine, y ésta la de un buen director. Por ello, años más tarde, decidió rodar un remake, cambiando las localizaciones (ahora es Marruecos, anteriormente fue Suiza) y demás aspectos del film: en ésta la pareja protagonista tiene un hijo y en aquella tenían una hija. En cuanto a las profesiones de los personajes femeninos también hay cambios evidentes (cantante en ésta y tiradora en aquél). También cambia el blanco y negro de aquella por el uso del color en ésta (y vaya que si le saca partido al color).

Sin embargo, y excepto por la magnífica escena del intento de asesinato en el Royal Albert Hall (que por sí sola merece el visionado de la cinta y es uno de los mejores ejemplos del uso de recursos cinematográficos para crear suspense), la película no es gran cosa, y para mí, es de las más flojas de su director en lo que respecta a la etapa americana, por los siguientes motivos:
- Es una película casi infantil: el niño tiene un papel fundamental y, en lugar de la carnal Kim Novak, la protagonista es la matriarcal y poco sexual Doris Day. Jimmy Stewart también hace bastante el payaso, lejos de la notoria seriedad de "Vértigo" (véase por ejemplo, la escena cuasi cómica de la cena en el restaurante marroquí con la pareja de ingleses).
- Hay un uso demasiado evidente y poco cuidado de las transparencias (algo habitual en Hitchcock), sobre todo en las escenas de exteriores en Marraquesh. Es una pena que el maestro del suspense no lo fuera a la hora de rodar en exteriores e incorporarlos correctamente al montaje.
- Los actores no están al nivel de otras películas de Hitchcock (Daniel Gélin, por ejemplo, no consigue transmitir la necesaria intriga en su personaje del agente doble Louis Bernard, que descubre el secreto por el cual lo matan).
- Los secundarios no son de los mejores de las cintas del maestro.
- Le faltan escenas con el doble lenguaje tan típico de las películas del director británico.
- Muchos de los diálogos están metidos con calzador, y no enriquecen el guión, sino que lo alargan innecesariamente.
- Los malos (excepto Reggie Nalder) no infunden el temor ni tienen la clase que se presupone en una malo de Hitchcock. Qué lejos queda el Peter Lorre de la anterior versión.
- No aporta casi nada que mejore a la película de 1934, excepto la escena en el Royal Albert Hall.

Si a esta película la puntúo con un 7 es por dos razones: la primera, es por el hallazgo de casting del pistolero encarnado por Reggie Nalder. Está perfecto sin decir palabra (como buen malo) y realmente su rostro es amenazante. La segunda es por la larga escena del intento de asesinato en el Royal Albert Hall: es como una mini película dentro de la película. En ella todo es magnífico: los encuadres, los rostros, el tempo, la planificación, etc. Es la muestra más representativa, quizás, del porqué a Hitchcock se le conocía como el mago del suspense.

Pero en definitiva, un innecesario remake, que no aporta prácticamente nada a la filmografía del maestro y que sólo contentará a los fans del orondo director inglés, de la actriz-cantante Doris Day ("que será, será") y del espléndido actor Jimmy Stewart.
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Francesc
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6
25 de marzo de 2020
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Más que correcto film, mezcla de drama amoroso y deporte, en el que una pareja que, en principio no se soportan, deben unir sus fuerzas para intentar conseguir la medalla de oro olímpica (seguro que el argumento les suena, por harto repetido en muchas cintas estadounidenses para jóvenes de los años 80). La película cuenta la evolución de la pareja hasta llegar al clímax final, con un guión bastante correcto (aunque previsible), y unos intérpretes magníficos (Moira Kelly es, sin duda, una de las mejores intérpretes de su generación, y en esta película, a pesar de ser uno de sus primeros papeles, saca ya buena parte de sus recursos interpretativos y físicos).

Es una película que me recuerda mucho, no sé porqué, a las anteriores "Flashdance" (1983) y "Días rebeldes" (1986), aunque "Pasión por el triunfo" es peor que la primera y está mucho mejor hecha que esta última, pues "Días rebeldes" es quizás más de estética videoclip, y sus interpretaciones no están tan logradas.

Lo mejor: Las interpretaciones de los dos actores principales y los diálogos. La escena en la que los dos se dan los regalos de Navidad (la descripción psicológica de ambos está muy lograda ahí). El clímax de la escena final, difícilmente superable para una película de bajo presupuesto.

Lo peor: A veces es demasiado "americana" (y no lo digo sólo porque la bandera estrellada aparezca en más de una ocasión en la película, sino sobre todo por el argumento y desenlace). Las imágenes de la competición de patinaje no están a la altura (y es una pena, porque Moira Kelly es una excelente patinadora en la vida real, y se le podía haber sacado mucho más partido). En alguna ocasión parece que le falte presupuesto.

Le pongo un 6 porque es una película con la que pasar agradablemente una tarde de domingo, y porque la primera vez que la vi (con mis 25 años) me gustó mucho (más que ahora, es cierto).
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Francesc
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4
25 de marzo de 2020
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Improbable comedia italiana pseudo-erótica de enredos, protagonizada por el siempre divertido Alvaro Vitali (conocido por sus papeles de "Jaimito"), el correcto Eligio Zamara (quien destacó sobretodo por su papel en "La supplente"), y la otrora diosa del cine erótico y porno alemán Karin Schubert, en el papel de la doctora del título.

La película es bastante floja, pues está filmada con escasos medios, el guión es pueril, la banda sonora no existe y parece que el director sea amateur.

Sin embargo, sí son destacables dos escenas:
- La primera es aquella en la que nuestro protagonista sueña que es visitado por la doctora del título, la cual sólo lleva la ropa interior minúscula debajo de la bata blanca (si algunas doctoras visitaran así la Sanidad en este país estaría colapsada!), y ésta, debido a la estrechez de la bata y a lo diminuto del sujetador, se le sale una teta en pleno reconocimiento del paciente. Lo mejor es lo que viene a continuación, después de que la doctora le pregunte al paciente "dígame dónde le duele", que no desvelo para no estropear la crítica y para no hacer un spoiler.
- La segunda es una escena muy divertida en la que dos estudiantes de medicina (Vitali y Pellegrino) se hacen pasar por médicos y realizan una exploración a la sirvienta de la casa del amigo de uno de ellos. Los diálogos de esta escena son lo mejor de la cinta ("yo le pondría una inyección de míoduro"..."y del mío también").

Lo mejor: La interpretación del secundario Angelo Pellegrino, en el papel de improbable estudiante de medicina. Está muy divertido y sus frases son muy ingeniosas.
Lo peor: No deja de ser otra italianada de la época, que pasará a la historia sin pena ni gloria.

Y sí, no aparece ni Edwige Fenech (la auténtica "doctora" del cine erótico italiano) ni Gloria Guida (la auténtica bomba del cine erótico italiano de la época).

Le pongo un 4 porque, a pesar de que contiene algunos momentos divertidos, ello no es suficiente para aprobar.
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Francesc
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10
6 de marzo de 2020
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Espléndida y elegante película del mago del suspense, rodada al principio de su mejor etapa, para que se luciera su princesa Grace Kelly, en lo que lo más importante, como sucedía siembre en las películas de su autor, no es lo que se cuenta (la sospecha de un posible asesinato), sino cómo se cuenta (es decir, cómo utiliza Hitchcock los recursos cinematográficos para contar una historia que ocurre en un sólo lugar y en un solo plató, algo que el maestro ya había experimentado en sus anteriores "La Soga" o "Náufragos").

Lo cierto es que esta pequeña joya recoge a la perfección cómo es el cine según Hitchcock, pues reúne todos los ingredientes de su filmografía: El protagonista, James Stewart (con quien Hitchcock se sentía plenamente identificado (de ahí que el voyerismo de Stewart represente el voyerismo de Hitch), a pesar de que yo personalmente lo considero demasiado viejo para el papel, especialmente cuando me lo imagino encamándose con la juvenil Kelly). La protagonista, Grace Kelly (su auténtica musa, más bella que nunca en ésta y en la siguiente cinta de su autor, y el ejemplo más representativo de las rubias glaciales del director inglés). Una puesta en escena que, a pesar de los pocos diálogos, nos introduce perfectamente en la película y en ese microcosmos que es el edificio de apartamentos de nuestro protagonista. Unos diálogos perfectos, puro humor británico del maestro ("Ella no es para mí" dice Stewart. "Sí, solamente es perfecta", responde Ritter). Unos secundarios que trabajan a gran nivel (destacar, como no, a la gran Thelma Ritter y a Raymond Burr, lejos aquí de su papel de Perry Mason). Una fotografía bellísima. Unos planos magníficos. Un guión de hierro y una dirección de actores que hace olvidarnos de lo lenta que es la película.

Con ésta y la siguiente "Atrapa a un ladrón", Hitchcock alcanzó lo que podríamos llamar "glamour cinematográfico" (high class). Y todo gracias a su actriz favorita: Grace Kelly. Jamás una actriz ha estado más elegante y mejor vestida que Grace Kelly en "La ventana indiscreta" y la siguiente "Atrapa a un ladrón". Hitchcock trataba a Grace, de la que estaba locamente enamorado, como en lo que se convertiría después, una "princesa", y como tal, la mimaba y la vestía. De esta forma, el director británico contrató a una de las mejores diseñadoras de vestuario de la época: Edith Head. El orondo genio tenía muy claro cómo debía ser el vestuario que Grace Kelly luciría en La ventana indiscreta, tanto que el guión, después de estar reajustado por Hitch, estaba plagado de detalles de cómo debían ser los vestidos y el estilo de cada uno de ellos. Hitchcock actuaba como una niña jugando con la muñeca que le habían traído los Reyes Magos.

Personalmente, lo que más me interesa de esta película es cómo evoluciona el personaje de Grace Kelly (Lisa), desde que empieza como una rica pija que no sabe hacer nada más que ir de tiendas y hablar de moda, hasta que acaba convirtiéndose en una heroína a los ojos de Stewart (Jeff) y del público. Así, Edith Head, al dictado de Hitchcock, diseñó cinco vestidos, cada uno con un color y significado diferente para acompañar la historia. La diseñadora retrata muy bien el estilo de la mujer consiguiendo narrar la evolución del personaje de Grace Kelly a lo largo del metraje a través de su vestimenta. Así:

1.- La primera vez que aparece Lisa en la película lo hace con un conjunto de dos piezas compuesto por un corpiño negro con escote en V y mangas casquillo, y falda de gasa y tul. Con ese impresionante diseño se quiso reflejar el estatus social del personaje, una mujer elegante de la high society, muy diferente de su rudo novio Jeff, que no es para nada chic ni tiene ningún glamour. Jeff es seco, indeciso y aventurero, todo lo contrario a ella, pura clase, elegancia y sofisticación, y así debe reflejarlo su vestuario.
2.- Posteriormente, cuando Lisa empieza a colaborar con su novio Jeff en el espionaje, se muestra con un vestido oscuro, con hombros de gasa y falda plisada. El color apagado denota la conexión con el asesinato: es cuando Lisa empieza a creer en las sospechas de Jeff para con su vecino de enfrente y empieza a sospechar de que, efectivamente, puede haberse cometido un crimen. Este vestido simboliza implicación en la trama de asesinato.
3.- Después aparece Lisa con un conjunto formado por una chaqueta con cuello de pie, mangas tres cuartos, sin botones y una falda por debajo de la rodilla, ambos en color verde. Aquí las dudas iniciales ya se han despejado, y Lisa tiene claro que se ha cometido un crimen y aparece como una mujer más decidida en la resolución del mismo. Tanto ella como el vestuario han evolucionado y han conseguido que el espectador se interese por Lisa y por el mcguffin (el posible crimen). El verde del vestido evoca en el espectador la esperanza de una buena resolución del misterio.
4.- El siguiente vestido con estampado floral, denota un cambio drástico de la protagonista respecto a su posicionamiento inicial, implicada ya plenamente en la trama (incluso llega a trepar al bloque de los vecinos para colaborar con los deseos de Jeff e intentar poner fin a la investigación con el descubrimiento del culpable).
5.- Finalmente, y para cerrar la película, aparece Lisa con un conjunto de camisa en color coral y pantalones vaqueros. Sin perder un ápice de su elegancia, su vestuario ha cambiado completamente. Lisa, a ojos de Jeff, se ha convertido en la mujer aventurera que deseaba éste, aunque Hitch nos guarda una sorpresa en la última toma.

Cierto es que, entre tanto, Lisa también nos alegra la visa con un camisón de lo más sexy (¡cómo debió ponerse el orondo director!). Sin duda, es una película para el lucimiento personal de la actriz.

Lo mejor: El beso de buenos días que Grace da al durmiente Stewart.
Lo peor: Que yo hubiera cambiado a James Stewart por Sean Connery en esta cinta.

Otra obra maestra del genio británico el cual sólo necesita un decorado para dar una lección de cine.....
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Francesc
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7
4 de marzo de 2020
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Interesante película de suspense ambientada en la guerra fría, de la cual destacaría la magnífica interpretación de Paul Newman y el empeño del director Mark Robson para emular (a veces incluso copiar) al maestro Alfred Hitchcock.

De hecho, hay demasiadas cosas en el film que nos recuerdan a las películas del orondo director inglés (especialmente a "Con la muerte en los talones", rodada 4 años antes). En concreto:
1.- La escena de cuando Newman vuelve a la casa donde se ha cometido el crimen y la mujer del fallecido aparenta no saber nada de lo ocurrido, con la siguiente reprimenda al bueno de Newman, es idéntica a la escena de "Con la muerte en los talones" en la que Cary Grant vuelve a la casa donde los secuaces de Van Damme le han intentado matar, hacia el principio del film.
2.- La escena en donde Newman salva la vida provocando un altercado en el club nudista es idéntica a la escena en donde Cary Grant salva la vida provocando un altercado en la subhasta de arte de "Con la muerte en los talones".
3.- Diane Baker (una actriz que trabajó también para Hitchock, la recordaremos siempre en "Marnie, la ladrona") hace un papel muy similar al de Eva M. Saint en "Con la muerte en los talones".
4.- Leo G. Carroll se le recuerda especialmente por su papel de agente de la CIA en "Con la muerte en los talones".
5.- El modo como está rodada, incluidos exteriores, situaciones, transparencias, secundarios, guión y desenlace recuerda sobremanera a "Cortina Rasgada" (protagonizada por el propio Paul Newman). Quien sabe, igual Hitchcock se inspiró en la película de Robson para rodar "Cortina rasgada".
6.- El suspense y los giros argumentales, hasta llegar a ese final, son propios de cualquier obra de Hitchcock.
7.- Las relaciones que se detallan en el film entre las distintas parejas de los premio Nóbel también son propias de una película de Hitchcock, y recuerdan mucho a "La ventana indiscreta".
8.- Todo el tema de lo que le pasa al personaje de Edward G. Robinson (no quiero detallar para no hacer spoiler) recuerda mucho al film de Hitchcock "Enviado especial".

Del film en sí destacaría:
1.- El magnífico guión, con sus giros y su desenlace final.
2.- La excelente interpretación de Paul Newman (una de las mejores de su carrera), en un papel que parece hecho a su medida.
3.- La extraordinaria belleza impasible de Elke Sommer y su química con Newman.
4.- La presencia del siempre correcto Edward G. Robinson.
5.- La divertida pugna entre el nobel de medicina italiano y el americano.
6.- Las divertidas e ingeniosas frases que va soltando Newman entre copa y copa.

No me gustó que Robson copiara literalmente escenas de películas de Hitchcock. No hacía falta para hacer de ésta una buena película.
En resumen, una buena película, súmamente entretenida, muy bien interpretada y plenamente recomendable.
Francesc
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