Había oído críticas sobre "Ocho apellidos vasco" bastante dañinas, y lo que me encontré en la sala del cine (llena a más no poder) es una película entretenida y bastante divertida, todo lo contrario a lo que me ocurrió con la primera, de la que tenía unas expectativas bastante altas y me pareció una película del montón.

Que la película sea en mi tierra ayuda bastante, ya que me impliqué mucho más, y seguramente la entendí mejor. Me faltaron más imágenes de Cataluña, no sé, un paseo por Barcelona o algo con que podamos comprobar que eso es Cataluña, ya que esa masía bien puede ser Girona o Tomelloso.

En el reparto nos encontramos con un Dani Rovira que sigue siendo el alma del film; una Clara Lago que también sigue en su línea: cabreada toda la película y sin despertarme ninguna sonrisa, ni hablemos de carcajada; Karra Elejalde magnífico, imprescindible diría yo; Carmen Machi muchísimo mejor que en la primera, en la que estaba absolutamente encorsetada; la Sardá, la joya de la corona, haga lo que haga lo hace bien, es arrolladora; Blanca Cuesta, que me sorprendió gratamente; y Berto Romero, que es deplorable, tanto el personaje como su interpretación.

A modo de anécdota diré que al terminar la película, el público que estaba en la sala aplaudió (algo que jamás había visto en un cine).

"Fin", dirigida por Jorge Torregrossa, empieza con un planteamiento interesante: un grupo de amigos se reúnen en una casa del Pirineo tras veinte años sin verse. Lo que no saben es que quien realmente ha querido reunirlos es, o era, un amigo más del grupo, "El profeta", un esquizofrénico con el que tienen alguna que otra cuenta pendiente. Hasta aquí todo bien, muy bien de hecho, pero el problema empieza cuando, por obra de no se sabe quién, desaparecen sin dejar rastro, uno a uno.

Y eso es. Torregrossa se permite el lujo de hacer algo tan marciano sin dar una puñetera explicación. Así todo el mundo puede hacer una película. Los actores son muy buenos, la ambientación es espectacular, el mal rollo está muy conseguido y logró ponerme nervioso, de ahí que le ponga un cuatro y no un uno, pero su final es insalvable. Un insulto para ser más exacto.

La quinta entrega de la saga más exitosa de España arrasa en su estreno, y no es para menos, porque Torrente 5 podría ser perfectamente el mejor José Luis Torrente que hayamos visto jamás. La película empieza con una visión de la España de 2018, algo que nos parece tan lejano como oscuro. Esa imagen de mendigos queriendo entrar a la cárcel para no tener que estar en la calle es brutal. A partir de este momento, visionamos una película con una gran crítica social, propia de Torrente, en la que es imposible no reírse hasta llorar frase tras frase, situación tras situación.

En cuanto a los actores y personajes, vemos a un Santiago Segura genial, tan asqueroso, racista y machista como siempre, acompañado por un buen Julián López (el actor no me gusta especialmente) y por un sorprendente Jesulín de Ubrique. El grupo que acompaña a Torrente en su misión obtienen bastante protagonismo, y todos ellos bastante divertidos (Flo, Carlos Areces, Cañita, Esteso... incluso Angy), exceptuando a Bigotes y Dientes, a Anna Simón, que no demuestra grandes dotes para la interpretación, y un Alec Baldwin que está igual de mal que siempre.Celebro, eso sí, la recuperación de Chus Lampreave y Neus Asensi. Por lo que a cameos respecta, están sembrados: una gitana Campanario, una alocada familia Buenafuente-Abril y una tronchante Mary Carmen.

No entiendo las críticas que recibe esta saga continuamente por su humor tosco y sus chistes, presuntamente, fáciles pero luego series como Friends, The Bing Bang Theory o Dos hombres y medio son alabadas hasta la extenuación. A mí no me gustan pero no por ello las vilipendio, aunque sean una inmundicia.

Para empezar, voy a dar unos datos, que a mi modo de ver, son algo significativos. Desde hacía años, por no decir nunca, que no veía una sala de cine totalmente completa, y sí es cierto que eran las siete de la tarde de un miércoles, pero igualmente me pareció un gran triunfo el que habían conseguido los simio.

Hablando ya de la película, que en general me pareció bastante buena, como primer punto a valorar es la primera escena, la que no entendí, y sigo sin entender, básicamente, no sé porque está esa escena. Pero hay que decir que este pequeño desajuste se quedó en nada cuando empecé a ver la película que me mantuvo en una tensión constante, sobretodo la lucha final entre Koba y César.

Cosas a destacar, por ejemplo, un papel poco creíble el de César, que en vez del líder de los simios parecía Teresa de Calcuta, que llega a perdonar a los humanos hasta tres o cuatro veces, una situación poco creíble, aunque eso no quita que sea un buen personaje y me guste ya que es el centro de todo. Personalmente, el puntazo de la película es un simio enrabiado y con sed de venganza hacia unos humanos que lo maltrataron, de nombre Koba, el personaje que mueve por completo la película, y que protagoniza uno de los mejores momentos del film cuando consigue las armas y empieza su venganza, que por otra parte, a mi modo de ver es la salvación de los simios, que a pesar de que mueren muchos en la batalla, los humanos acabarían por atacarlos en un momento o en otro. Otros de los momentos más impactantes, y positivos que hacen crecer a la película, es aquel en que les dejan claro a los humanos que no quieren verlos por su territorio, con un aplastante ¡Fuera!, simplemente, impresionante, y el otro, en el que Koba se impone con aquel acto hacia Rocket en el edificio, brutal.

En fin, que la película muestra una vez más lo leales y "buenos" que son los animales, en este caso, los simios, y lo ambiciosos, y con siempre unas ganas de ser los líderes del mundo, los humanos, y que realmente, es así. La recomiendo claramente.

"3 bodas de más" es una película sencilla, con un argumento previsible pero cuyo desarrollo está muy bien trabajado, logrando que el humor, ácido y ágil, sea constante de principio a fin. Gran parte de su éxito se lo debe a una Inma Cuesta espléndida y a un conjunto de secundarios más que decentes, entre los que brillan Rossy de Palma, Silvia Abril y Bárbara Santa Cruz con el mejor personaje de todos. Los chicos no lo hacen mal, pero quedan ensombrecidos por Cuesta y las demás.

No me la esperaba tan divertida.