He visto Joker, y me ha impactado, me ha desconcertado y me ha roto los esquemas. Es demasiado todo. Demasiado adulta, demasiado visceral, demasiado anárquica, puramente salvaje, sin apenas acción, pura interpretación de un Joaquín Phoenix descomunal que hace una interpretación como pocas veces he visto en mi vida (muy pocas) devorándolo todo. Es una de las interpretaciones más brutales que he visto. Joaquin Phoenix se desnuda y lo vuelca todo en la pantalla. El es toda la película. Omnipresente, perturbador, desdichado, a contracorriente de lo establecido, construye un Joker humano, en un mundo enfermo, oscuro y deshumanizado. La película es pura anarquía y desconstruccion social, que recuerda poderosamente al cine oscuro, social y reivindicativo de los años 70. Una de esas películas que ya no se hacen, que resulta agotadora, que te desgasta mentalmente, con un personaje que se sale de arquetipos. Es una de las películas más incómodas de ver y que más me ha incomodado, en toda mi vida. Una película en la que, desde el principio hasta el final, el color, la luz, la música, la fotografía, la ambientación, te sumergen en un mundo inhumano en el que falta esperanza. Todo, desde el principio, hasta el final, tiene su razón de ser. Puede que te guste, puede que te disguste, porque son dos horas de dolor, de retorcimiento, de depresión, de angustia vital, de un silencio ensordecedor sobre la locura, la anarquía y la injusticia con los desheredados de la tierra. No sé, puede entusiasmarte, desagradarte, electrizarte, emocionarte, e incluso horrorizarte, pero no te dejará indiferente. Eso seguro que no. Es una película de autor, poderosa, que huye de tópicos y elementos preestablecidos. Y desde luego, no es una película de superhéroes (ni de puta coña). Es la interpretación más destacada de un actor que recuerde en muchos, muchos años, y he visto mucho cine. Joaquín Phoenix es el Joker, y no lo es. Podria ser otro personaje, con otro nombre, igual de poderoso. Solo toma prestado el nombre, porque no le hace falta.

Si "2.001. Una odisea del espacio", se puede considerar como el momento clave en el cine del espacio, la primera gran película sobre el espacio, "Gravity" es un nuevo punto de inflexión en el género de la ciencia ficción y del espacio.

Tras ver esta película, entiendo que todo el mundo se esté rindiendo ante este personalísimo proyecto de Alfonso Cuarón y su hijo. Suscribo palabra por palabra todos los elogios que está recibiendo esta película, especialmente lo que ha dicho James Cameron, rendido ante esta nueva obra maestra del cine.

Al igual que el personaje de la película, Ryan Stone, Alfonso Cuarón se lo ha jugado todo a una posibilidad. Plasmar el espacio más realista jamás visto, al nivel de la insuperable "2.001". Agárrense a la butaca, no respiren, abran bien los ojos, pónganse bien las gafas del 3D (por favor, si pueden, no dejen de verla en 3D, porque pocas veces el precio de una entrada en este formato estará tan justificado), y respiren, no se olviden de respirar, porque van a vivir una epopeya en el sentido literal de la palabra, que quita el aire, y te deja con una cara de asombro de principio a fin. Es un viaje por el espacio que todos van a copiar en el futuro, una de las historias de supervivencia más realistas de los últimos años. Es una de esas películas que salvan el año, y hacen que aún sigas creyendo que el cine es magia y tiene futuro. Gente así, como Alfonso Cuarón y todo el equipo de la película, es la que hace que sigamos yendo al cine.

Alfonso Cuarón rodó la mejor película de 2013, y una de las mejores de la década. Sin duda un derroche de inteligencia, humanidad y buenas interpretaciones, aderezadas con una banda sonora espectacular y muy ajustada a la historia que se narra.

Dos actorazos, bordeando la excelencia, lo bordan de principio a fin. George Clooney me ha emocionado, pero Sandra Bullock se ha currado un papel femeninos de esos que quizás no reciba premios (se los merece sin duda), pero que nadie la olvidará. No es santa de mi devoción, pero me da igual, reconozco que aquí lo borda, me la creo, la siento, la toco. Está enorme, inconmensurable.

Habrá quien crea que le sobran o le faltan cosas (puede ser), quien crea que la historia no es creíble (puede ser), y que todo roza el milagro (también puede ser). Pero nadie dirá que tiró el dinero con esta película, nadie dirá que no disfrutó muchísimo con ella, nadie dirá que está vacía de contenido, ni que tiene los mejores efectos y 3D, desde Avatar. Nadie dudará que, como ha dicho Boyero, la historia es profundamente humana. Y muchos pensaremos que hemos estado en el espacio.

¿Tiene errores? Sí, pero son muchos más los aciertos, y no cabe duda de que es la mejor película de 2013, de las mejores de esos años, la que más me emocionó e impactó en esa época, y la que más disfruté.

Ahora ya puedo decir que he estado en el espacio. En la película de Kubrick, "2.001", sentí el espacio. Ahora lo he tocado, y no puedo sacármelo de la cabeza.

Disfruten de esta película, porque es un prodigio visual y un reto individual de un gran director, valiente como ninguno, osado como pocos, virtuoso en grado sumo, y con una visión de puro cine.

"Gravity" no es sólo una película. Es un paseo por el espacio, una oportunidad de saber lo que hay por ahí fuera. Pasará mucho tiempo antes de que veamos una película tan buena como esta.

Seguramente, cuando la revise en mi cabeza, tendré la tentación de bajarle la nota, pero escribo estas líneas para acordarme de que no debo hacerlo, porque he salido del cine con un sabor de boca que no recuerdo desde hace mucho tiempo.

Estamos ante uno de los mayores hitos cinematográficos del cine de ciencia ficción y del espacio. Vayan a verla al cine. Merece la pena.

Joder que pedazo de película. Salgo del cine impactado. Uno de los mejores tebeos del universo Marvel. Espero que sea un taquillazo, porque se lo merece.

Hasta ha hecho que me olvidara del patético Loki de la película de "Thor" (que no me gustó demasiado). Joder que película más redonda, casi te da pena que se acabe. Un guión sobresaliente, unos efectos especiales endemoniadamente buenos, al servicio del mayor espectáculo que jamás he visto en una película. Y lo mejor, unos personajes que cuadran a la prefección con los actores que los interpretan.

Con un humor socarrón e irreverente, a veces riéndose de ellos mismos (sobre todo en las escenas con protagonismo de Hulk), pero siempre arrancándonos una sonrisa, he aquí, sino la mejor, con mucho una de las mejores versiones del universo Marvel hasta la fecha.

Fui a verla con mi sobrino y nos lo pasamos cojonudamente. Mira que nos reímos, mira que nos asombramos con los efectos especiales, mira que me gustó el guión (con sus muchos errores, que los tiene, pero inapreciables ante tamaño espectáculo), mira que me gustaron los actores, y mira que está bien aprovachado hasta el puñeteto 3D.

¡¡¡Por fin!!! ¡¡¡Diálogos inteligentes!!!

El personaje de Mark Ruffalo (Hulk) es impagable. Las escenas de Hulk se paladean con regusto del mejor cine.

Ahora sólo falta rezar para que Joss Whedon, mención aparta para él, dirija una posible secuela, y le dejen hacerla tan cojonuda como esta película, que es un hito en la historia de las películas de superhéroes. Qué pedazo de guión y qué pedazo de dirección de la película. A ver si ahora el director se prodiga algo más en el cine y se le ve algo más por estos lares, porque tras este guión y con esta dirección, su sitio, definitivamente, está aquí.

Acojonante la pequeña aparición de Harry Dean Stanton (brillante). Además, y como viene siendo habitual últimamente, Stan Lee hace su particular cameo, casi al final (es un superviviente entrevistado por televisión).

Lo dicho, la sorpresa del año, y una de las películas de la década. Marcará un antes y un después, sobre todo en el cine de superhéroes. PELICULÓN.

Me fui a verla, para ver si mejoraba la paupérrima primera parte de esta trilogía, pero mejorar, lo que se dice mejorar, la verdad es que poco, o mejor dicho, nada. Todos los errores de la primera están aquí, y me ha gustado aun menos que la primera.

Me parece un horror lo que está haciendo Peter Jackson. "El hobbit" es un cuento que se escribió antes que "El señor de los anillos", y en el que el anillo de Bilbo era poco más que un anillo de invisibilidad. Intentar enganchar la trama de esta forma con la de "El señor de los anillos", es espantoso, feo y una gran equivocación. Sigo diciendo que Bilbo es el centro de la trama de "El hobbit", y aquí lo han borrado. Veo a Bilbo, pero no veo su espíritu, su buen juicio, su honestidad, su deseo de ser justo y ayudar a todo el mundo. Todo eso se perdió ya en el primer episodio de esta inexplicable trilogía, pero aquí, definitivamente se carga la historia.

Si en "El señor de los anillos" todo parecía mágico, sorprendente, evocador, y te creías en la tierra media, aquí sin embargo, todo parece ficticio, grosero, rellenado y, lo que es peor, carente de vida y diálogos. Bilbo nunca fue un patán. Su verdadera naturaleza y su personalidad, se iban descubriendo, desgranando, a lo largo de una preciosa historia que está perfectamente construida por Tolkien en su novela, y que aquí P. Jackson está deshumanizando y destrozando por completo.

A mi no me hubiese disgustado tanto que P. Jackson enlazase esta trama con "El señor de los anillos", si fuese sólo un roce, un guiño a "El señor de los anillos", pero por desgracia no es así, y al final está siendo un revolcón en toda regla. Está convirtiendo esta historia en un prólogo de "El señor de los anillos", en la que la historia de Bilbo y los enanos es casi insustancial, y donde Gandalf, los elfos y el anillo le roban todo el protagonismo a Bilbo y a los enanos.

P. Jackson ha vendido su alma. Al hacer "El hobbit" en tres partes, se ha plegado a los deseos de las productoras, estirando como un mal chicle un relato precioso, de superación personal, un viaje hacia la madurez y la aventura. Con tanto relleno, no le ha quedado más remedio que meter personajes y situaciones horrendas, que sólo deslucen cada vez más el relato original. Una pena que una historia tan sencilla y bonita, se plasme de forma tan fea e insustancial.

Cuanto más veía esta segunda parte, menos me gustaba. Le veía tantos fallos, tantos sinsentidos, tanto relleno y tanta estupidez, que salí del cine bufando y despotricando. Si al principio me sentí defraudado sin más, el poso que deja la película es amargo, insustancial, y muy decepcionante.

Al final, no encuentro nada que me guste. Tauriel me parece un peñazo y un despropósito. La historia de Bardo está fuera de lugar, y el personaje ha perdido todo su atractivo. El Gobernador de la ciudad del Lago no sé que pinta en esta historia. A Légolas podrían habérselo ahorrado. Las apariciones de Gandalf me parecen tediosas y aburridas, y su encuentro con Sauron me parece una chorrada como pocas veces he visto nada igual ("es sin duda una trampa", pero va a meterse en ella de cabeza, y cuando le vence Sauron, este, en vez de matar a este peligroso mago y enemigo, ¡¡¡lo mete en una jaula, para que pueda escaparse más adelante!!! ¿Pero se ha vuelto loco Jackson?). El papel de Beorn, es insustancial y ridículo, y le han privado de sus hijos, y de su importante parte en la historia (lo de llamarlo "cambiapieles", que está sacado de "Danza de dragones", de George R.R. Martin, el quinto libro de "Canción de hielo y fuego", me parece una abominación, pues cambia totalmente el sentido del personaje). Beorn es un personaje con dos breves apariciones en el libro, pero de mucha importancia en "El hobbit", y le han robado la esencia. La historia de Beorn es preciosa, y aquí la vuelven fea y desagradable. La aparición de Smaugh es potable al principio, pero no puedo evitar sonrojarme ante lo ridículo del encuentro y su pelea con los enanos, y como se pierde toda la magia de la novela. El pueblo del Lago es feo con ganas, y todo lo que pasa allí dentro me aburre. Lo de Borgo, el otro orco, su pelea con Légolas, y el asalto ninja a la ciudad del Lago, me parece simplemente despreciable. La historia de Tauriel y el enano (ya no sé ni como se llama, ni me importa) me parece metida con calzador. Y por último, decir que los enanos son unos inútiles, porque no se entiende como un dragón echó de la montaña a todo el pueblo de la montaña, y este equipito de nueve y el hobbit, casi se bastan para acabar con él.

Es mucho peor que la primera parte, porque por lo menos reconocías el argumento del libro, y me encantaba el personaje de Thorin. Ahora ya no queda nada.

En fin, debe ser que todavía estoy echando espumarajos por la boca por haber tenido que tragarme este bodrio, pero es que me parece que P. Jackson se ha cargado definitivamente esta adaptación, que cada vez me gusta menos y se aleja más del espíritu de la novela.

Ya no necesito esperar a la versión extendida, porque no me va a aportar nada. Que asco de película. Salí del cine (otra vez) con ganas de abofetear a Jackson.

Es una buena película, pero me gustó mucho más Batman begins. No comparto el entusiasmo que despierta.

Batman begins era más comedida, más equilibrada, más pasional, y la historia de Batman se cocinaba a fuego lento, con un gran guion. Michael Caine y Christian Bale tenían más papel, y Bruce Wayne y Alfred importaban en su faceta humana, más allá de sus roles. Tenían más emoción, transmitían algo. El papel de sus personajes importaba.

Ahora, eso se ha perdido. Michael Caine y Morgan Freeman son rehenes de papeles sin importancia. Y esta segunda parte, dibuja un nuevo escenario.

En esta película, la vida de Bruce Wayne apenas importa. Aaron Eckhart y Heath Ledger componen dos personajes interesantes (sobre todo Heath Ledger como el Joker), pero el rol de Batman se ve perjudicado por un guión flojo, en el que Batman es un murciélago saltimbanqui que no para de correr, pelear, cagarla y todo frenéticamente, casi sin pensar. Hay mucha más acción, pero se ha perdido profundidad, con planteamientos morales que están bien, coinciden con el espíritu del personaje, pero de tan repetidos a lo largo de la película cansan y hacen que el mensaje parezca hueco y falso.

Intenta mantener en cierta medida el espíritu de Batman begins, pero fracasa. El personaje de Batman ha perdido profundidad y se ha acortado su presencia en la película, para mi algo negativo. En la anterior entrega, la película giraba entorno a Batman, pero aquí gira entorno al Joker, que reconozco que lo borda, pero yo iba a ver una película llamada El caballero oscuro, y lo que he visto se parece mas al "caballero blanco", de lo bueno que es, y al "invisible Wayne", de lo poco que se ve al lado humano de Batman.

Lástima, porque para mi Christian Bale es el mejor Batman de la historia, y a mi me parece que en esta película está desaprovechado, perdido entre tanta carrera y tanto puñetazo.

Heath Ledger lo borda, pero acaba tan desmadrado, que al final se me indigesta. A Aaron Eckhart nunca te lo acabas de creer en su papel.

El guión no está mal, pero falla bastante en momentos importantes. Demasiada presencia del Joker, demasiados buenos sentimientos en un Batman poco oscuro. Batman es demasiado bueno, demasiado confiado, demasiado estúpido, parece como si le costase pensar.

Aun así, no me ha disgustado, pero no me ha entusiasmado. Esperaba más, esperaba algo mejor, más en la línea de Batman begins, que para mi es superior a esta buena segunda parte.