Cuatro historias se suceden en "Al final todos mueren", cinco si contamos el prólogo y el epílogo. Cuatro historias para advertirnos del supuesto comportamiento humano ante un fin del mundo cercano y con hora predefinida. Cuatro historias que se relacionan pero que son distintas una de la otra.

Por preferir, yo me quedo con la historia de Javier Botet; historia muy denostada en las críticas, pero que la veo la más trabajada, la más racional dentro de la irracionalidad de la premisa desde la que se parte. Javier Botet se encarga él mismo de protagonizarla a modo de psicópata frío e impulsivo, de una manera al uso del terror clásico, con un buen uso de la tensión, del tiempo y de la sangre.

Seguidamente se nos presenta la historia que transcurre en una piscina, llamada "Los románticos del fin del mundo", narración plana, intrascendente, hueca, con interpretaciones vacías y sin interés; es más: aburrida. No le encontré el enganche a este fragmento ni conexión con la carga emotiva de todo lo demás.

Como tercer plato nos ofrecen los amigos en una casa, en una cena, con actores conocidos (Miguel Ángel Muñoz, Macarena Gómez...), otro argumento forzado e inútil que se ve interrumpido por un suceso que intenta que remonte en emoción e interés.

Y por último, la historia de la tienda de cómics (¡cuánto hay que agradecerle a Los Simpson!) en donde el dependiente/dueño/friki intenta llevar a cabo un decálogo para recibir el Apocalipsis de una manera muy personal. Sin embargo, en la tienda encontrará una sorpresa en forma de mujer embarazada.

"Al final todos mueren" tiene la virtud de ser original en su planteamiento pero los defectos son los mismos que se achacan a otras películas del género. Yo comedia he visto poca. Acción la justa. El suspense, Javier Botet. Y sí he visto muchas similitudes con otras películas de las cuales han tomado ideas descaradamente (o quizá en forma de homenaje, que también puede ser). No creo ni mucho menos que sea un peliculón pero sí que vale verla para curiosear. También es de alabar que con el bajo presupuesto que han tenido, hayan sacado un producto medianamente decente.

Comedieta sin gracia, insulsa, plana y bastante aburrida que gira en torno a una ejecutiva de Florida interpretada por Renée Zellweger, actriz más empalagosa que la tapioca del título y que se ha desnortado por completo desde "El diario de Bridget Jones": un claro ejemplo es esta película. La ejecutiva en cuestión debe pasar un tiempo en un pueblo de Minesotta, dirigiendo una empresa local antes de convertirse en vice-presidente de una multinacional. Sí, lo hemos visto en millares de películas, tener que irse a un odioso lugar en donde luego tiene una visión/enamoramiento (es el turno de un desubicado Harry Connick Jr.) que le hace cambiar de parecer.

No funciona nada (siempre desde mi modesta opinión). Zellweger se ha convertido en una caricatura de sí misma bajo esa ingente capa de botox y esa incansable tozudez de agarrarse al papel de patosa para provocar risas. Ya no le funciona. Habría que pensar si alguna vez le funcionó. No funciona tampoco la historia de la fábrica, que jamás llega a emocionar ni siquiera a importar un mínimo. El ejemplo el la arenga a los trabajadores que, desde una suerte de púlpito, regala la protagonista: sosa, sin sustancia.

Y, por último, la condenada tapioca. Celebrar de esa manera un intento de chiste inicial es lamentable. Y empalagoso.

Y es que si no eres seguidor de este deporte puede que se te haga pesada, lenta e incluso aburrida (como ha sido mi caso). Vistas sus dos primeras temporadas, puedo llegar a las siguientes conclusiones:

- La vida de las estrellas del fútbol americano pueden llegar a ser igual de anodinas y rutinarias que las de los futbolista europeos, igual que carentes de interés.

- Los tejemanejes de los asesores y/o agentes de estos chicos millonarios no dejan de ser 10% papeleo y 90% fiestas y recepciones. Se habla de millones como el que habla de la lista de la compra. Insufrible y cargante.

- Hay que reconocer que Dwayne Johnson tiene un carisma suficiente para remontar un puñado de capítulos, pero a la larga recurre a las sonrisas de autocomplacencia, a los mismos gestos vacíos y a alguna gestualización que hace que nos preguntemos si no estará él igual de aburrido que nosotros.

A mi forma de ver, "Ballers" es una serie para un grupo determinado de seguidores (en el que no me incluyo) y que quizá éso me haga preguntarme si no seré injusto con mi nota final. Pero es lo que hay. No tengo ningún motivo para subir al menos un punto.

Didáctico corto de animación Pixar protagonizado por Remy y Emile, protagonistas de 'Ratatouille' en donde nos presentan la visión de las ratas en su confrontación con los humanos a lo largo de la historia. Si bien es cierto que manejan datos contrastados y que pedagógicamente la historia está bien planteada, a mí no me resulta un cortometraje digno de una gran nota. Esto se debe a varios motivos:

a) Dirigiéndolo hacia un público mayoritariamente infantil, este corto puede crear la más absoluta de las confusiones. La rata es la rata, un transmisor de infinitas enfermedades aunque en la historia nos hayan querido mostrar lo contrario.

b) La música (por lo menos en la versión en castellano) deja mucho que desear para lo que nos ha tenido acostumbrados las realizaciones de animación.

c) El formato de falso documental para un corto de Pixar nos deja la sensación (a mí, por lo menos) de haber sido un tropiezo, a pesar de que su misión sea que la gente que iba a ver 'Ratatouille' lo hiciese sin prejuicios.

Por lo tanto, y sintiéndolo mucho, mi nota es un 4.

Vaya por adelantado que gran parte de este 6 que le pongo es gracias a un Henry Fonda que, desde mi punto de vista, está espectacular. Lo que le resta puntos a mi forma de ver es que se aleja bastante del biopic y, en vez de contarnos aspectos importantes dentro de la personalidad de Lincoln, se centra más en el drama judicial que absorbe toda la película.

Tiene que quedar constancia de que John Ford hace de un guion bastante sencillo una película atrayente, con dosis de genialidad (la tensión sexual que flota en el aire entre Abraham y Ann al principio de la película es magistral). Su manejo de la turba violentada y con sed de sangre es otro punto a tener en cuenta, al igual que el posterior apaciguamiento por parte del futuro presidente. "Hemos caminado mucho como para volver a casa sin linchar a nadie", dice alguien en medio del gentío.

Pero no creo que sea una obra maestra, ya sea por el flojo guion, por el pasar por la personalidad de Lincoln de soslayo o por el mensaje que trasmite. Sobre todos reluce Henry Fonda, y él sí que es la auténtica película, el auténtico cine.