Cinta de un bohemio que dedica su vida a caminar por el alambre en lugares grandiosos y prohibidos. Será por buscar metas absurdas en este mundo absurdo, será por buscar la fama (lo más seguro) o será porque de verdad siente esa necesidad de expresión ante el mundo.

Los diálogos, tremendamente empalagosos, apastelados, sensibleros, emotivos y poco creíbles, no consiguen transmitir al espectador en absoluto esa necesidad que siente el grupo de realizar ese sueño, el de cruzar sobre un alambre las Torres gemelas. Todo resulta artificial y muy exagerado: la idea en el dentista, el planteamiento, la burla de la seguridad, los problemas finales…

Lo peor sin duda son los comentarios de la novia del protagonista, es un buen ejercico de paciencia y estoicismo ser capaz de escuchar todas sus intervenciones y observar sus expresiones faciales; los llantos del amigo de pelo blanco también ayudan.

Espero que no tomen ejemplo los trepadores de edificios o los que se tiran en paracaídas.


Pos data: me parecen fascinantes el mundo del circo, todas las formas de arte, las diferentes formas de expresión y así como muchas excentricidades que nos hagan reflexionar sobre este mundo y hacerlo más llevadero; pero hay que saber transmitir estes valores sin hipocresía; y creando esta cinta mala para conseguir fama, creo que es un capricho caro.

Quizás es precipitado juzgar y de esta manera una serie, solo con ver un capítulo; pero la actuación de Alterio mantuvo mi nivel de vergüenza ajena en un 9 sobre 10. Y es que todos los gestos y palabras que salían de él, un actor al que considero bueno cuando hace de loco gracioso, me hacían repetir... pero que cojones es esto.
Y esto será un seudodrama fantástico con diálogos ridículos y predecibles que morirá en una única temporada si es que la llegan a poner entera.

Hola, a continuación voy a escribir ni crítica, esperen...¡bbrrrrrrrrraaaaaaaaajl!, perdón, acabo de vomitar, tendré que ir a por la fregona para limpiar esta porquería; no, la cinta no, el suelo. La cinta solo quedará limpia cuando inventen la máquina del tiempo y regrese alguien al rodaje para darle de collejas al Jonze y al muchacho protagonista repelente hasta que clamen arrepentimiento y se larguen a sus casas a tocarse las *******.

Bueno, ahora sí, voy a escribirla: pues la historia intenta representar... ¡bbbbrrrrrrrraaaaaaal!, perdón otra vez, es que no puedo evocar este tipo de recuerdos, mi cerebro está demasiado ligado a mi sistema digestivo.

Película al estilo "Cine de Barrio" donde se confirma que España es identificada únicamente por el arte andaluz, que absorbe en este caso a un pueblecito castellano. Es idolatrada por nostalgia o por ser de la década de los cincuenta, al igual que Plácido (esta es de los 60), Calle Mayor o el Pisito; será que a mi no me gusta el drama social.

Deberían de venderla con prospecto que advirtiese: "ver en dosis pequeñas si se siente necesidad de verla por curiosidad o cultura general; la visualización de esta cinta de un tirón, aunque sea con descansos para ir al baño, puede causar aturdimiento mental."

Para mí es una de las obras más sobrevaloradas de la historia.

La sobreactuación de los actores/actrices a veces es de risa y tanto sentimentalismo y dramatismo forzado se podrían haber repartido en 19 capítulos de 20 minutos. Así ya no cabría duda de que es una telenovela apta para las tres de la tarde.